CAPITULO 1

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LOS AZULES DAN TANTO MIEDO COMO LOS MAFIOSOS.

Aitana Relish

Ver mis dedos, nudillos agrietados y llenos de sangre me hace ver de dónde vengo; nada en este mundo se obtiene por ser bonito sino tienes que sufrir para obtenerlo. Realmente la vida es muy dura y más fuerte es para la gente pobre como yo. Me embalo con las vendas y me aguanto un grito de puro dolor.

Los acomodo mejor, recojo mis guantes y me dirijo al ring; de noche soy una boxeadora clandestina y participo en cada evento que puedo. Tengo una deuda que debo pagar como dé lugar sino matan a mi dulce abuelo. Son personas despreciables por coger de rehén a un señor de tercera edad.

__ Es la última, aún puedes con ella __ sujeta mis hombros antes que pase las cuerdas.

__ Aziel lo se. No te preocupes __ soltó mi hombro y entré al cuadrilátero, me ubico el protector bucal.

Los nervios los tengo a flor de piel, si mañana llego a la empresa de modelaje con un ojo morado mi supervisora me matara; y aun necesito trabajar. Despejo la mente y me concentro en la morena que tengo al frente; no niego que da recelo realmente inspira miedo la chica.

Sus dos trenzas francesas la hacen lucir muy feroz, y no hay que olvidar que tiene mucha masa muscular comparada conmigo soy una flacucha. Sus ojos son hermosos solo espero que también tengan bondad.

__ Listas __ la voz del árbitro me hace ver la realidad, otro día de golpe y sangre. Asiento e igual que mi oponente lo hace.

Al chocar los guantes las sirenas de los carros suenan a tal punto que me olvido de que iba a pelear, las personas comienzan a impacientarse por la sorpresa, hasta que un rubio entra con mucha prisa y agitado.

__ La policía ¡Nos enviaran a la cárcel si nos encuentran!

Nadie espero que lo repitiera salimos como alma lleva el diablo. Me detuve de una y corrí a la dirección contraria, entré al camerino y recogí mi identificación. Aunque me salve no puedo dejar mi identificación en la huella del delito, al salir los pacos ya me pisaban los talones. Mierda de esta no me salvo.

Me detengo y me escondo entre unos pilares que no entra ni la luz de la conciencia de las monjas del orfelinato.

__ ¡Necesitas escapar! __ un ojiverde casi me hace sacarle los dientes de un solo golpe, el susto que me dio no se compara cuando me pesco mi abuela cogiendo galletas del almanaque en noche de Halloween.

Esto lo superó a cien.

__ Tú pregunta es algo ilógica ya que creo que pudiste escuchar al rubio gritando ¡La policía! __ dejó de mirarlo para ver si al menos hay un lugar que no está vigilado y que sorpresa me llevo; nos han arrinconado por todos los lugares posibles.

Esto solo me empeorará en el historial académico de la universidad y ni hablar de la empresa de modelaje.

Si se enteran me botan.

Eso no es muy agradable.

__ Lo siento no debí de preguntar de ese modo.

__ Mira chico no hay que pedir disculpa en este momento solo hay que escapar si no te recuerdas nos están siguiendo como ratas de alcantarillas __ lo que dije lo desconcertó al punto de sonreír y pasar su mano derecha por sus cabellos negros.

__ Yo no…

__ Calla, escuchas. Shh __ cuando veo mis dedos con los nudillos vendados me percato de mi osadía de callarlo con mi mano. No lo hubiera hecho si no estuviera hablando, acaso no ve que están buscando a cualquier ser viviente para meterlo a la cárcel.

Bajo mi mano y con la otra le indicó que guarde silencio sino yo seré quien lo calle de un golpe, creo que la última parte no entendió, pero el punto es que dejo de hablar.

El alma la tengo a los pies y la circulación se detuvo cuando un oficial se acerca al pilar que estamos escondidos, es mi fin es lo único que pienso, pero los dioses no se de quienes nos ayudaron.

__ No hay nadie, todos han corrido como caballos salvajes. __ agradezco que no se diera cuenta de que estamos escondidos, pero no me agrado nada su comparación. Los sonidos de pasos cesaron al escuchar el clic de un candado cerrado me percato que nos han dejado aquí adentro.

__ Creo que estamos a salvo no te parece __ en algo tiene razón este chico de voz profunda, estamos a salvo, pero ahora solo debemos imaginar ¿Cómo salir de aquí?