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CAPUCHINO
Aitana Relish.
La fragancia de los panes recién horneados, el aire acondicionado hace que el aroma de la leche con vainilla no deja el lugar y se convierte en un ambientador natural. Es un regalo que siempre me recibe al entrar en la cafetería que trabaja Beth, consiguió el contrato temporal. Se esforzó mucho para conseguirlo.
Me siento en la última mesa apartada que da una vista preciosa de las calles concurrida, Zaid el compañero de Beth se ha hecho costumbre dejarme en la mesa un café negro de primera y unos buñuelos de mora (la costumbre comenzó hace dos días).
Y esta vez no es la excepción.
__ Aitana, ¿Hoy te quedas hasta tarde?
De un golpe cierra la parte superior de mi laptop Beth, me acaba de dar un buen susto. Aunque no estaba tecleando lo hice por impulso.
__ Lo siento, Beth. Estaba en mi mundo. __ Me excuso bebiendo un poco de café, pero a Beth quiere que conteste. Pero no recuerdo que me pregunto.
__ Cuando es que tú no estás ahí, ¿Y te quedas?
Chequeo mi celular y tengo la tarde libre, tiempo suficiente para realizar todos los ensayos y tesis.
__ Te falta una hora y media, pues; te espero ¿Qué dices?
__ Pues me suena bien __ sin más se va de nuevo a su puesto en la registradora, le luce el mandil café y la gorra.
Suspiro antes de abrir mi laptop, ingreso la contraseña, pero antes que inicie sesión recuerdo que debo de ir a la farmacia por un poco de ungüento.
__ ¿Está ocupado?
Agradezco tener mis auriculares puestos en mis oídos, porque así tengo una excusa de no contestarle, escucho que carraspea y posa su mano en el filo de mi laptop, se arruino mi tarde, de toda la gente que hay en el mundo tuve que toparme con el más idolatra, creído y para nada sensato de Kilian.
__ Saca tu mano o la sacare por ti.
__ No dejas de ser agresiva __ alza la mano en rendición.
Es él que me hace actuar agresivamente; quien loco me presenta a sus conocido como su novia. Casi todo el evento me sentí asfixiada, donde sean murmuraban de mí y lo peor es que mintió. NO SOMOS NADA, y así se quedará.
__ ¿Qué quieres? Si estas perdido, a tu espalda en la mano izquierda esta la puerta.
Se mira sorprendido, pero sonríe como la primera vez que le hable esa vez que estábamos en el local, no sé, pero no me desagrada su sonrisa; ¿Qué diablos estoy diciendo?
__ Tanto así quieres irte conmigo __ sonríe y se roba mi taza de café y lo empieza a beber como si lo hubiera comprado por su cuenta.
¿Qué carajos me está pasando? Mi yo normal lo mandaría de jalones a sentarme en otro lado, pero no sé porque rayos no puedo hacerlo con Kilian. Será porque me ayudo con el depósito y sea que por eso mi cerebro me reprime mi lado agresivo.
__ ¡Ahora me debes un café, niño rico!
__ Solo eso ¡Que decepción! __ se relaja en el asiento y finge estar dolido __ ¿No quieres que te devuelva el café con un beso?
Supongo que los rayos UV no dan los mismo efecto a todos los humanos, sino es el sol debe ser el americano que se bebió; la cafeína en serio que no es para todo el mundo. Su risa toda despreocupada y sin filtro, como un universitario con la única preocupación de tener la nevera llena de cerveza, NO PUEDO CREER que este comparando a Kilian como un chico universitario.
__ El beso se lo puedes dar a otra chica, pero a mí me traerás un capuchino. __ sonrió al terminar de hablar, Kilian lo toma como algo que debe descifrar porque me queda viendo fijamente __ ¿Te deslumbraste con algo?
__ Con tu belleza.
En serio intente no reírme, lo juro por los chocolates que lo intente.
__ Tráeme mi pedido, Ceo.
Abro de nuevo la laptop y me dispongo hacer de nuevo mis tareas pendientes, ya no siento la presencia del ojiverde y eso es un punto a mi favor, abro el navegador y Word para hacer el ensayo. Tanto el aire acondicionado y la música en el fondo ayuda a que me relaje un poco pero aun así me amarro el cabello con una goma, me dejo una cola alta y unos mechones tapando mi rostro.