Srta Ilegal

CAPITULO 14

 

 

 

14.

CLUB.

 

Aitana Relish                                                                                                     

 

__ ¿No creo que sea buena idea?

 

__ Vamos, estará Kilian y yo estaré atenta a todas las cámaras.

 

Aun no me convence, ese club es muy popular. Las bebidas y el ambiente es ameno para pasarla de maravillas, pero con esto lo de mi padre. No quiero estar en un lugar así, pero será complicado hacer que Beth deje de insistir.

 

__ ¿Y qué tiene que ver que valla Kilian?

 

__ No te hagas __ desvió la mirada __ sé que algo se traman; como se miran y eso lo conozco.

 

__ Sin comentarios __ me levanto del sofá y corro disimuladamente a la ducha __ busca ropa, antes que me arrepienta.

 

No tuve más opción que tomar una ducha y arreglarme para a una fiesta, para ser más precisa. A un club, y no cualquiera. Uno de lo más codiciados de la ciudad, no cualquiera entra. La cosa paso cuando Kilian me invito al tal club ese, pero Beth escucho y se anotó también.

 

Y ya el resto es historia, Beth cuando se trata de divertirse es tan impaciente que te revuelve el cerebro con tal que aceptes.

 

__ ¿El rojo o el azul? __ discuto sobre el vestido.

 

__ El rojo y las botas negras.

 

Alzo la mirada y Beth está en la puerta con una sonrisa deslumbrante, me indica que me apure y yo le lanzo la almohada. El burro hablando de orejas, ella es la que se demora para todo.

 

Tiene razón, el rojo es mucho mejor que me luce, no es tan pequeño. Entre mis muslos da, de tira y espalda abierta con la parte de al frente holgada. Las botas lucen, pero quedan mejor con las sandalias con tacos.

 

Y así me visto, me recojo el cabello en una coleta alta y de una me la desato, me parece estar demasiada arreglada; me lo dejo suelto con la raya al costado. Le hecho un poco de fijador y listo.

 

__ ¿Terminaste Beth? __ grito caminando a su habitación.

 

__ En un segundo lo estoy __ retoca su maquillaje __ ¿Debes de estar de broma chica?

 

__ ¿Y eso a que viene?

 

__ Ni se te ocurra salir de este lugar sin maquillaje.

 

Ruedo los ojos, vamos de nuevo. No soy fan de los cosméticos, es como tener una mascarilla puesta de esas muy incomodas. Pero cuando me arreglo lo hago con esmero, si lo hacía. Beth igual me iba a retocar el maquillaje.

 

¿No sería mejor que lo haga ella?

 

Bufo antes de hablar.

 

__ No exageres en el maquillaje.

 

No llegue ni a terminar de hablar cuando me tumbaba en la silla a maquillarme, paso alrededor de treinta y tres o treinta y cinco minutos que me espolvoreo, me unto y no sé qué rayos más hizo.

 

__ Guala, ¿A que no soy una profesional de la belleza?

 

No le subo el ego, pero sin mentiras. Es realmente buena, tiene el talento con los cosméticos, pero lo único que le atrae es una laptop con sistema para hackear.

 

Desaprovecha sus cualidades.

Tú con la fotografía.

 

Calla, conciencia.

 

__ No eres mala, rubia.

 

Con el maquillaje la cosa cambia, el estilo se ve muy chido y todo, pero también muy sonso. Necesita algo de joyería, algo de brillo por así decirlo.

 

Me acerco al cofre de anillos, cadenas y todas las alhajas que se me puedan ocurrir. Beth es fanática de estas baratijas y como buena amiga, las uso yo.

 

__ La que no le gusta destacar mucho, va por todo.

 

__ Hiciste un buen maquillaje. Ahí que estar a la altura.

 

Sonreí al ver en mis manos un anillo en el dedo índice y otro en la otra mano en el dedo anular; y aun lo sigo lo viendo muy pobre. Cojo una pulsera de metal, algo dura y la deja a cuatro dedos debajo de mi axila. Se ve muy bien y luce con el outfits.




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