ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs ᴘᴀʀᴀ ᴄᴏɴᴛᴀʀ

EL FAROL DE LOS DESEOS

La noche estaba iluminada y tranquila, comencé a pensar que eran tus ojos aquellas luces que podía notar desde lejos, de tanto observar no me di cuenta de que me había cruzado de carril. Unas calles más y no daba mi cuerpo, lo sentía ajeno a mí, esto provocó que me asustara, paré y me bajé con velocidad, me toqué las piernas, la cara, las manos y todo estaba en su lugar. Mire hacia atrás por un estúpido ruido que creo haberlo provocado, pero vi algo extraño, al parecer era un farol el que había visto desde lejos, eran tus ojos según mi absurda hipótesis. Pero algo más llamó mi atención esa noche y es que allí había una persona abrazando al farol como si fuese algo humano, algo totalmente posible de amar.                                             

Después de un rato, ese hombre por lo que pude observar no se despegaba, sentía algo raro cada vez que fijaba mi vista en tus ojos, en realidad el farol, aún es confuso el momento. Decidí acercarme porque soy humano y me dio curiosidad al verlo en esa situación, me causo pena, toque al hombre quien al parecer no se inmutó a mi tacto, lo miré y su cara estaba perdida y lo único que repetía era “sus ojos” me costó entender pero lo decía cada vez que miraba el farol.           

 Me acerqué al objeto ese que por un momento pensé que era el culpable. Pero me desconcentre, me olvidé del auto, del porqué me había acercado y comencé a imaginar tus ojos café que tanto me gustan y pensé que sería capaz de conocerlos y recordarlos toda una vida. Algo me distrajo y me hizo abandonar lo que había imaginado, presiento que fue por tus duros tratos, tus explicaciones y tus palabras engañosas.     Ya deje de pensar en tus ojos, en tu rostro, comencé a mirar algo de lo que nunca me enamoraría, me alejé sin pensarlo, pero sentía que con cada paso hacia atrás unos brazos me sostenían, solté lágrimas todas las que tenía porque quería liberarme, estaba cansado de pensar e imaginar, me deje llevar, no podía sentirme, me pregunté si valía la pena quedarme contigo, mi lucha había acabado, pero el agarre fue débil cada vez más y mi cuerpo no era ausente, era firme y volví. La carretera estaba vacía y en ese farol no había nadie, por un momento pensé que se había marchado, que escapó aquel hombre. Escuché un ruido y logré darme vuelta antes de que la persona que había visto se desvaneciera, sin poder creerlo, subí al auto y me marché.                                                                         

Años después por casualidad pasé con uno de mis hijos y allí estaba el farol sucio, cubierto de polvo y hojas, abajo de este había una placa, allí decía “Farol de los deseos” en una letra grande y cursiva, seguí hurgando y encontré una letra más pequeña que decía “no aproximarse, curiosamente produce alucinaciones”.Recuerdo no haberlo visto, esa noche fue escalofriante y no se la deseo a nadie, pero esa noche decidí dejarte ir, porque tenía uno y miles de motivos para vivir, esa noche no la conté, pero me vi abrazando aquél farol, me vi.                                                                                         

 



#22824 en Otros

En el texto hay: amor, historiascortas, historiasdetodo

Editado: 26.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.