Pensar

No quería ser una persona corriente, quería ser capaz de descubrir lo que se me proponía, mi corazón era frágil, tan así que se marchitan como una flor expuesta al sol cuando alguien decidía no ser cortés. Me gustan los girasoles, plantaria cientos de ellos, las siento como si fueran parte de mi, como si fueran humanas, sonrío al tocar un cactus con sus afilados penepes que estoy segura que no pretenden dañarte, ¿Habrán sufrido tanto para tenerlas? O tal vez... se sientan a gusto y sean tan independientes como cuando queríamos elegir nuestra ropa para una ocasión especial, sin embargo, nos cambiamos cientos de veces por lo ajustado o corto que se siente, muchas veces suele ser el color desteñido o sucio de una tela que vivió más momentos que el que la usaba, en el piso de la cabaña junto a la pileta, o tirada en el cesto del lavado, guardada en una valija o en plena exhibición, como aquel hombre en la plaza desesperado por robar un poco de tu atención ofreciendo sus mejores gafas, haciéndote sentir la persona más hermosa con accesorios tan eficientes pero diminutos, eso me hace acordar a los botones de mi abuela  que solía guardar en un lugar más pequeño, elogiaba a esos objetos como el señor a las gafas, ¡Increíble!. 

Me gustan los sueños, lastima que no se puede soñar lo que uno quiere, en la mañana siguiente me acuerdo que soñé una mezcla de cosas que me imaginé despierta, pensar es sensacional, maquinas a mil por hora y nada es coherente, pero cuando de verdad querés sacar un pensamiento que puede mejor tu vida laboral, escolar o cotidiana ¡Boom! desaparecen, como cuando no encontrás las llaves de casa y te da una desesperación terrible, te imaginas sentado fuera de tu casa, mirando de reojo la gente que pasa, esperando que alguien te ayude, pensas en que vas a comer, se te hace la receta perfecta en la cabeza y cuando menos lo esperas ya estás pensando ¡Porqué no habre pensando cuando olvide los llaves!.

Soy obsesiva a mirar a las personas, animales, plantas, solo por el hecho de que son diferentes, como cuando te entregaban una evaluación distinta a la de tu compañero y no había forma de copiarse, pero te buscabas la forma de ver que hacia el otro, pero el que estaba a tu derecha te miraba con ganas de decirte las respuestas pero hablaba tan despacio, que te cansabas y te largaba un papel, fue tan bueno y empático que solo recordé su sonrisa cuando tiró el papel en forma de rueda, me hizo acordar a la vez que la rueda del auto no dejaba de moverse y aseguraba que se iba a salir y así fue.

Me gusta debatir, no tengo un tema específico, ensayo horas y horas frente a un espejo, esperando que por algún motivo, el pedazo de vidrio con marco me responda "Estas loca" me recuerda y duele mucho a que las mujeres estuvieran tan oprimidas que ni siquiera pudieron hablar para poder decidir por lo que querían, todo aquel que siga creyendo que deberían seguir así, es egoísta y... ¡Que lamentable!.

Hoy estaba sentada, esperando que algo surgiera en mi, pero... NADA, tal vez anhelaba ser el Ave fenix renaciendo de sus cenizas, quería tocar una hoja y garabatear, dejar un par de palabras en el papel como quien no quiere la cosa, por si me saliera algo. Luego pensé(Estoy pensando y no lo se) así que saque el más sucio de mis papeles, y tome la lapicera más mordida que tenía, ambos objetos habían atravesado una guerra con mi mente y con mi corazón; empecé a escribir lento y se me bloqueó todo, tire todo.

Me puse feliz luego de un rato cuando empecé a escuchar la radio, no era propio de mi, luego me acordé de lo que había escuchado la vez que iba en un auto y un hombre no paraba de entrelazar frases y por un momento crei que le pasaban, ¡Que ingenua! hasta que oí que era una tonta publicidad y todo mi orgullo se hizo pedazos. 

Aquí me tienen intentando tocar un cactus, me pinchó esta vez, debo haber actuado como un loco saliendo de rehabilitación de vuelta a mis vicios. Me pasé la vida escribiendo que me olvide de lo lindo que puede ser caminar descalzo, sobretodo cuando estás en paz y tranquilo sabiendo que puedes renacer día a día, sin ningún problema, solo espera a que suceda y si ves que son las doce y ningún pensamiento viene hacia ti, tranquilo, estás pensando y lo lograrás.