ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs ᴘᴀʀᴀ ᴄᴏɴᴛᴀʀ

Boby1308

Mi reloj de mano marcaba las once en punto, había salido de trabajar de un largo día, me subí a un abarrotado colectivo. Iba parada, porque ya no quedaban asientos disponibles, la mayoría de las personas estaban pérdidas con su celular o embobados mirando la ventana. 

Tengo cuatro hijos, dos de los cuales son mayores de edad, mi casa es un completo desastre pero de vez en cuando limpiamos. Generalmente mi camino a casa es de treinta o cuarenta minutos si es que tengo suerte de pillar el transporte, en caso contrario llego en un par de horas a pie.

Comienzo a sentir ruidos que provienen del colectivo, como si se le fuera a salir la rueda, me hice una historia en mi cabeza, sería una gran noticia, mi cabeza piensa tanto porque soy periodista y trabajo en un diario. Muchos sienten recelo por los elogios que suelo recibir. Tal vez es egoísta contar la historia de mi vida, sin mencionar que todavía no rechazo un importante trabajo al otro lado del país, mis hijos ni siquiera considerarían irse. 

Un señor alto, delgado, me empuja y baja del colectivo, sin pedirme disculpas, lo observo por una ventana y se quedo mirándome fijamente, señalando la rueda. Un tanto atemorizada, me adelanté hablar con el chófer y me dijo que todo marchaba bien. En unos minutos la mayoría de las personas llegaban a su destino, fueron los cuarenta minutos más largos de toda mi vida. 

Era la última pasajera, en las últimas paradas logre volver a ver el hombre señalando la rueda y mirándome fijamente. Le pedí amablemente al chófer que me dejara porque estaba sintiendo pánico, caminé rápido hasta mi casa, el colectivo paso frente a mí y por un momento vi mi nombre y el día de hoy en su matrícula Boby1308, tal vez fue pura coincidencia. Di la vuelta y justo en la esquina era mi casa.

Eran cerca de las doce. Mis hijos estaban durmiendo, me acosté cerca del más pequeño y me dormí. Al otro día me despierta mi hijo mayor diciéndome que acompañaría a los demás a la escuela en colectivo, asentí con la cabeza y fui a ducharme. Salí del baño,  con los pelos mojados, me vestí y agarré mis cosas para irme a trabajar, uno de mis colegas me dice que prenda la televisión y sentí que mi corazón latía a mil. 

Corrí hasta la avenida donde el colectivo que llevaba a mis hijos se había dado vuelta, había un caos total, habían pocos policías tratando de calmar a miles de familiares, vi todo el panorama, mi equipo de trabajo estaba cubriendo todo lo que pasaba, aproveche la situación y le dije al oficial a cargo que era periodista, me dejaron pasar y me desmorone. 

Me saqué los zapatos altos que llevaba y pude ver al chófer tirado unos metros más allá, al parecer estaba muerto. Busque a mis hijos, los quería encontrar, los necesitaba, fui por la parte de atrás porque a ellos les encanta esa parte desde pequeños, esa parte del colectivo es la que estaba en peores condiciones, habían tenido un gran impacto por una rueda que salió. Busque desesperadamente la matricula pero no estaba, mis colegas me miraron, les conté la situación y me ayudaron a buscar, los policías sacaron a todos, con una grúa dieron vuelta el colectivo. Algunos habían sobrevivido, corrí desesperadamente cuando sacaron a todos, encontré a Tobi mi segundo hijo, casi no lo podía reconocer, luego encontré al más pequeño, Cristian, con el que había dormido la noche anterior, estaba destruido, Nicolás el tercero, lo estaban atendiendo los médicos, tenía signos vitales pero no respondía, y el mayor, Holdy, que dijo que los llevaría estaba con una herida en una de sus piernas y no podía mover los brazos, me acerqué corriendo a él, no alcanzaban los médicos, estaba perdiendo mucha sangre, estaba totalmente en shock, agarre mi campera y le hice un torniquete en la pierna, lo abracé y lloró desconsoladamente. Pasaron unos minutos y había un ambiente espantoso, Holdy solo me dijo unas palabras antes de que se lo llevara la ambulancia, que un hombre lo señaló en la puerta de casa, subió al colectivo, sintió ruidos raros y le preguntó al chófer si todo marchaba bien.

Me fui lo más rápido que pude a mi casa, a buscar todo lo que tenía sobre los niños, estaba perdida y no sentía nada. Abrí la puerta, agarre todo y sobre la mesa ensangrentada estaba la matricula Boby1308, ese hombre que me estaba siguiendo sabía algo de mí, trato de advertirme. Salí de mi casa, fui al hospital y allí estaban. Holdy entro en cirugía, Nicolás estaba en terapia intensiva, Cristian estaba en una cirugía riesgosa y Tobi entraba en unas horas también.

Justo en la calle del frente veo al hombre una vez más, señalando el edificio, había una placa gigante que decía Boby1308, corrí hasta donde estaba el hombre y desapareció, quedé desconcertada.

Un año después volví a casa, prácticamente vivía en el hospital, tal vez se pregunten qué paso con mis hijos, el hombre, la matricula o el edificio, en fin, mi vida.

Con respecto a mis hijos, Tobi tuvo una reconstrucción facial, tardó un par de meses en asimilarlo, Cristián está en sillas de ruedas pero los doctores dicen que es temporal, en unos meses le sacan los yesos de sus brazos, Nicolás por desgracia sigue dormido, de vez en cuando aprieta la mano, pero dijeron que era un proceso lento y Holdy está mejor, cuando entro en cirugía entro tres veces en paro. 

El hombre misterioso, no lo volví a ver, pero investigué sobre él, sobre la matricula Boby1308, al parecer no era la única "Boby" en la ciudad, así se llamaba el chófer que volcó un colectivo años atrás, sucedió el 13/08 era idéntico, era el hombre que vi yo y mi hijo, un fantasma, era eso. 

EI edificio era la casa de Boby, no se derrumbó, pero su familia vive allí, su esposa Gloria me recibió muy bien, tiene dos hijas, al parecer nos hicimos intimas amigas.

Fui responsable de escribir un artículo sobre ese día, escribí dos hojas, una dedicada al accidente, y otra en honor a Boby. Él me quiso advertir, no le presté atención, ni a él, ni a mis hijos, le di importancia a lo que podría escribir en mi trabajo. Quiso advertir a mi hijo pero él se está convirtiendo en lo mismo que soy yo, lamento mucho eso. En familia vamos a un psicólogo los jueves, nos recomendó Gloria, ellas también van. Recibí un gran apoyo y sobre todo apoyé, porque no solo mi familia estaba destruida. 



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En el texto hay: amor, historiascortas, historiasdetodo

Editado: 26.10.2021

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