The blood on my hands scares me to death. Maybe I'm waking up today
Taehyung se puso a hacer un recuento en su cabeza para localizar el momento en el que se había ido todo a la mismísima mierda. Antes de partir de Corea llevaba una vida tranquila, salía de fiesta, se embriagaba, cumplía con su trabajo, visitaba sus padres cada vez que podía, tenía relaciones sexuales con Jimin, cobraba su cheque millonario y todo era... Tranquilo. Apenas unos días después se encontraba sentado en un banco de un parque desconocido de un país europeo que definitivamente no le era familiar a punto de ser empapado por la lluvia que se avecinaba. Habían pasado ¿Cuánto? ¿Dos horas? ¿Tres? El tiempo parecía ser totalmente insignificante desde que salió del hotel con lágrimas en sus ojos. El ya no quería volver. ¿Cuándo fue? Cuando recordó que Jungkook quería vivir en Irlanda y eso removió recuerdos enterrados en el fondo de su cabeza. O fue cuando vió a los ojos oscuros del menor, la sangre rodeandolos y se sintió parte de eso, queriendo ser una ayuda para el. "No puedes jugar a reparar a alguien." Había dicho Jimin. Él definitivamente no podía reparar a Jungkook. Jimin, tal vez todo empezó ahí. Cuando se dió cuenta de los sentimientos de su mejor amigo. Eso había arruinado la cabeza de Taehyung. No. Definitivamente fue Jungkook, acercarse a él arruinó su perspectiva de las cosas en su vida. El no era así. El no daba nada por nadie y de repente, estaba al borde del ataque de nervios por alguien al que evidentemente le importaba una mierda lo que sentía. Y todo esto en tan pocos días. Quería gritar. De hecho estaba seguro que si abría la boca saldría un grito de furia de sus labios. Su celular hace rato había dejado de vibrar, seguramente apagándose por la falta de batería. Sabía que se estaba comportando como un imbécil, pero estaba seguro de que si se quedaba en el hotel, el impulso de decirle a Jungkook que no volviera a dirigirle la palabra sería muy fuerte. O peor aún, si Jungkook le pedía perdón, estaba seguro de que cedería. Y eso no era él, no era V. El no iba a ceder, no más. Era evidente que querer a alguien no era suficiente. No tenía mucha idea sobre las relaciones pero, no se puede amar a alguien y pretender que eso alcanza. Si amar, porque Taehyung estaba seguro de que amaba a Jungkook. Y se maldecía a él mismo por ser tan estúpido. Sin embargo lo tenía bastante claro, o eso quería creer. El no aguantaría situaciones así. Si Jungkook había tirado todo por la borda en solo una noche, él no iba a ser el que entregará más. Al fin y al cabo ambos eran adultos, ya no eran chicos jugando a quererse. Eso no iba a funcionar por más que lo quisieran demasiado.
Se abrazó a sí mismo, subiendo sus piernas al banco y llevando las rodillas a su pecho, su frente apoyándose en ellas. No le importaba si lo veían, ya no le importaba nadie. El aroma que anticipaba la tormenta inundó sus sentidos. El nudo en su garganta cada vez se iba haciendo más apretado. Sorprendentemente por más que lo intentara, las lágrimas se resistían a salir. El quería llorar. Se sentía un tonto por estar de esa manera, por algo que sabía que podía suceder. Por alguien al que apenas hace días se metió en su cabeza pero a la vez lo sabía. Habían sido años, incluso si antes no estaba enamorado. Habían sido años de estar junto a Jungkook y compartir momentos, sentimientos. Se sentía traicionado. Ni siquiera podía culparlo de todo, él simplemente había sido tan ingenuo como para creer que el menor iba a intentarlo. Después de todo era una adicción, uno no deja esas cosas de un día para el otro. Sin embargo la forma en que lo había hecho, los mensajes. ¿Él realmente pensaba eso? ¿Realmente había sido todo un juego del menor? Tal vez una venganza por lo que había hecho en el pasado. Necesitaba dejar de pensar. Miró al cielo en el mismo momento en que una gota cayó en su mejilla. Ya estaba lloviendo. Necesitaba viajar de vuelta a Seúl y olvidarse de todo lo que había pasado. Caminó de regreso al hotel, ni siquiera había tomado dinero y su estómago empezaba a gruñir. No sabía que iba a suceder cuando viera a Jungkook, pero él trataría de evitarlo, no tenía ánimos de hablar. Ingresó a la habitación de forma silenciosa, su ropa estaba algo húmeda por la lluvia que lo había atrapado en el camino. La habitación estaba ligeramente iluminada por la luz natural. Jungkook estaba allí, durmiendo profundamente. El mayor se dirigió lentamente a su valija, tomando ropa, su cargador y su billetera. Salió de la misma manera para no despertarlo y corrió hasta su propia habitación, esa en la que casi no había pasado tiempo.
Imaginó que sus compañeros estaban descansando después de la noche que habían tenido, así que luego de cambiarse sus prendas, decidió bajar a almorzar sólo. Se sentó en una mesa al lado de una ventana inmensa. Veía a la gente pasar con sus paraguas, de manera tranquila. Y mientras esperaba su comida, la primera lágrima cayó. "Ey TaeTae." La voz de Namjoon lo sacó de sus pensamientos y dirigió la mirada hacia al mayor, que se acercaba sonriente hacia la mesa, sentándose frente a él. "Por fin apareces, Jimin no dejo de preguntarme por mensajes si sabía algo de ti." Taehyung se sintió algo culpable por preocupar a su amigo, sabía que no era el único sufriendo por toda la situación. "Le mandaré un mensaje después de almorzar." Dijo con el rostro serio. Realmente no tenía ganas de hablar y Nam lo entendió, porque se quedó en silencio y sólo habló para pedirle su almuerzo a la camarera. Al parecer el silencio se estaba haciendo insoportable para el mayor porque una vez que terminaron de almorzar V escuchó su voz, algo nerviosa. "¿Cómo estás?" Le preguntó, y también detrás de los nervios había real interés y si, Taehyung se sentía como una mierda pero no podía ser una mierda con sus compañeros, ellos no habían hecho nada. "Me siento tan mal hyung." Respondió en un suspiro. Evitando la mirada del chico. Namjoon lo miró expectante y supo que quería que hable y el menor lo meditó. Le haría bien hablarlo con él, después de todo por algo era el líder. "Ni siquiera sé porqué empezó todo, debería haberme alejado cuando todas las luces rojas me lo advirtieron.¿Quién en su sano juicio confía en alguien como Jk? Por algo ni siquiera ustedes eran muy cercanos a él. No le echo la culpa, la culpa es mía por creer que ayudaría. Sólo conseguí un corazón roto a cambio." Decirlo en voz alta quemaba como el infierno. Taehyung había sido empujado al límite de sus propios sentimientos, y había caído por el precipicio. La sonrisa en el rostro de Namjoon confirmó lo que el menor sabía, lo estaba mirando con lastima y V lo odiaba. "Creo que esto es muy nuevo para ti ¿No? La decepción." Taehyung asintió, realmente nunca había confiado tanto como para que lo decepcionaran, así que si, era nuevo. "Déjame decirte algo." Continuó el mayor. "Eres joven y aunque no quieras, hay cosas que no vas a poder evitar. Las acciones de las personas a tu alrededor por ejemplo. No son responsabilidad tuya, tu puedes acompañar y ayudar. Pero lo que haga el otro es sólo responsabilidad del otro, incluso aunque eso te termine lastimando. Si Jk lo hizo al propósito o no, sólo el lo sabe y es él quien tiene que enmendar lo que hizo y explicarte a ti. Porque lo que sí es responsabilidad de ambos es hablar cuándo algo está mal, más si deciden tener algún tipo de relación, aunque sólo sea amistad. Deben hacerse cargo de esa relación, hacerla funcionar juntos, pero como individuos." Taehyung se quedó en silencio, pensando las palabras de su amigo. Sabía que él tenía razón pero sin embargo estaba negado, no quería ninguna explicación de Jungkook, sólo quería que dejara de doler. "No estoy ni cerca de ser perfecto hyung, estoy harto de fingir que sí cuando no. Yo también siento y pienso y me parece tan mal que él haya hecho eso, aun si no pensó en mí, él debería haberlo hecho. Porque yo no paro de pensar en él." Namjoon miró hacia afuera, la lluvia ya era más intensa. "La gente tiene formas raras de amar." Fue lo último que dijo antes de levantarse. Dejando dinero suficiente para pagar el almuerzo de ambos.