Epílogo • Stained glass eyes and colorful tears

I promise you someday we'll tell ourselves “Oh my God, this is paradise”

  Los latidos retumbaban en mi oído al igual que los gritos de las miles de personas allí afuera. La voz de alguien del Staff informando que faltaba un minuto. El suelo vibrando en mis pies. Sentí como mi sistema respiratorio empezaba a fallar. Después de tantos años esto me seguía costando tanto. Miré hacia arriba, la gran plataforma que sostenía las luces encima nuestro comenzaba a moverse, dejándome ciego. El sudor caía por mi espalda y esto ni siquiera había empezado. Esta gira era en honor a los diez años de BTS. Y éste, era el último show en Seúl, el que cerraría un ciclo. Sentí la mano de Namjoon presionando mi brazo izquierdo, a mi derecha Jimin me sonreía. Y lo supe. Era feliz.

  Hace tres años había tenido una de las peores pruebas que la vida podría haberme dado. Hace tres años el destino jugó conmigo y con el resto de los chicos. Lo que pasó nos dejó en jaque, si sobrevivimos a eso, sobreviviriamos a todo. El doctor dijo que estuve muy cerca de morir pero si me lo preguntan, no se sintió así. Mi inconsciente no entró en pánico ni vi mi vida pasar frente a mis ojos. Yo solo quedé en negro, como si estuviera durmiendo profundamente después de un día agotador. Me desperté con la imágen de Jimin dormitando en un sillón frente a mi, Yoongi a su lado acariciaba su cabello. "Chicos." Dije viendo que ninguno notaba que ya estaba con los ojos abiertos, en lo que parecía ser una habitación de hospital. Estaba confundido y un poco aterrado, recuerdo que mis ojos se sentían pesados y me dolia el brazo, allí donde una aguja conectaba a mis venas. Ambos me explicaron que había tenido un ataque cardíaco, producto de la cantidad excesiva de cocaína que había consumido. Si, había tenido una sobredosis. Pasaron días donde mi familia venía a visitarme y mis compañeros también, incluso gente del Staff que pasaba para llevarme algún regalo. Pero Taehyung nunca apareció, creo que nunca me sentí tan perdedor. Luego de dos semanas yo seguía internado y no entendía el porqué, me sentía perfectamente y sólo quería volver a casa, buscar a V. Necesitaba oír su voz, pero él parecía no estar en ningun lado. Jimin se convirtió en aquel tiempo en un apoyo muy grande, estando conmigo a mi lado, durmiendo en sillas y trayendo distintas cosas tales cómo películas y libros para que me mantuviera ocupado. Ni mis padres, ni BigHit me daba un celular para conectar con el mundo exterior. Fue un viernes a la noche, donde las luces de Dublín la ciudad que nunca abandoné después de lo que sucedió, iluminaban mi habitación que la puerta se abrió. Jimin entrando con aspecto cansado, lo escuché hablando por teléfono con el ceño fruncido. El mismo ceño que después relajó para sentarse a mi lado en aquella cama. "Volverás a Corea mañana, pero hay algo que me pidieron que te dijera." Yo escuché porque no había mucho más por hacer, quería volver a casa. "Irás a un centro de rehabilitación, la compañía no quiere que vuelvas a trabajar hasta que estés totalmente recuperado." Me resigné porque lo había imaginado, pero aún así fue duro escucharlo. No supe si esto había salido en prensa hasta la mañana siguiente, cuando subí al auto que me llevaría al aeropuerto y una cantidad impresionante de paparazzis se amontonaba para tomarme una foto. Jimin sostuvo mi mano todo el tiempo, pidiendo que los ignorara. En el vuelo rumbo a Corea dije su nombre en voz alta, por primera vez en dos semanas. Jimin me miró y mordió sus labios, su pierna derecha golpeaba de arriba a abajo y supe que estaba nervioso. Yo sólo necesitaba alguna respuesta. "El está en casa, está algo ocupado grabando canciones. Ahora que entramos en un descanso hasta que puedas volver, salió la oportunidad de que lance su mixtape, así que está trabajando duro en eso." Yo asentí orgulloso por el, sabia que esto era algo que V quería mucho y eso me hizo feliz. Sin embargo algo seguía doliendo dentro mío "¿Por qué no vino a verme?." Sabía que estaba sonando penoso pero no me importó, ya no me quedaba nada de dignidad al parecer. Jimin suspiró y me miró "No lo sé. No habló con ninguno, pero ya sabes cómo es él. Necesita su espacio. No se separó de tu lado las primeras horas, una vez que supo que estabas estable el volvió a Corea y desde entonces, casi no ha hablado con nadie." Esa información hizo que mi estómago se hiciera pequeño, él había estado a mi lado mientras estaba inconsciente, aún cuando lo lastimé y rompí su corazón. Quería llorar pero las lágrimas me habían abandonado hace mucho. 

  Ni siquiera tuve la oportunidad de pasar por mi hogar, del aeropuerto fui directo a una clínica de rehabilitación. Parecía una mansión y tenía una habitación enorme para mi. La odié cada día allí dentro. Recibía visitas dos sábados al mes, siempre era mi familia con montones de comida la que venía a darme cariño. Jimin tambien venia, a veces solo y un par de veces acompañado por Yoongi y alguno de los otros miembros, Taehyung nunca apareció. Fue el quinto o sexto sábado, luego de tres meses aislado que le pregunté. Yoongi y Jimin estaban sentados en el césped conmigo, en el parque que ese centro tenía. Se miraron nerviosos y luego me miraron a mi. Fue Yoongi el que habló, su mano nunca soltaba la de Jimin. "Está en plena promoción de su single y está bastante ocupado, ahora mismo creo que esta en Francia. El mando saludos sin embargo." Sonrei y asenti porque sabía que lo del saludo era mentira, pero era tierno que Suga intentara hacerme sentir bien. Al cuarto mes me dieron la noticia de que además de las visitas, me darían un celular por dos horas cada viernes. Y claro que los primeros viernes me la pasaba al teléfono con mis padres o con los chicos. Siempre me decían que V estaba trabajando en una presentación o en algún nuevo país y todo lo que podía hacer era pedirles que le manden saludos de mi parte. Mi corazón cada vez dolía menos, o eso creía. Un viernes decidí activar internet en el celular que me habían otorgado, Jimin siempre me había recomendado no buscar nada pero mis dedos picaban de curiosidad. En la sección de noticias del buscador lo primero que busqué fue BTS claro. Eran distintas noticias sobre el descanso y cómo las fans armaban distintas acciones para que, al menos una vez a la semana, fuéramos tendencia en Twitter. Nuestras canciones seguian encabezando las listas después de tanto. Casi ninguna noticia sobre mi más que algún titular como "BigHit anuncia que el miembro menor de BTS está más cerca de volver." Sabía que era mentira, el psicólogo me había dicho que al menos me quedaban cinco meses más allí dentro. La adicción no era lo único que estaba tratando, los constantes ataques de pánico que se desencadenaron luego no me dejaban dormir en la noche. Y aún con calmantes y pastillas, todavía no era capaz de llevar una vida normal. ¿Si puse en el buscador el nombre de Taehyung? Claro que lo hice. Esperando noticias de su mixtape o algún vídeo de sus presentaciones, las canciones eran hermosas. Jimin me las habia mostrado cuando hablábamos por teléfono. La primer noticia que leí nada tenía que ver con su arte <Miren al novio modelo de Taehyung! La pareja fue vista saliendo de un desfile en Milán, dos meses después de haber salido del clóset, el miembro de la famosisima banda BTS, quién ahora se encuentra promocionando su álbum solitario en europa, fue visto de la mano con un misterioso sujeto que los medios afirman, es modelo de Dior. Vean las fotos en galeria!> Claro que no mire las fotos. Sólo llame a Jimin y este me explicó que al parecer si, V tenía una pareja. Lloré por primera vez después de muchos meses. Nadie se enteró. Los meses siguientes pasaron de manera muy rápida. Incluso el último mes había recuperado por completo mi teléfono y hablaba con los chicos todo el tiempo. Estaban trabajando en nuevas canciones para nuestro regreso y eso me emocionaba. El doctor me había dado el visto bueno para volver a los escenarios, diciéndome que era totalmente capaz de manejar mi ansiedad. Un tratamiento de pastillas seguía estando en mi mesita de luz sin embargo. A Taehyung sólo lo veía en fotos por las redes sociales, o cuando Jimin me mandaba alguna selfie de ellos y él estaba allí en el fondo, sonriente. Nunca había dejado de amarlo, era inútil decir que lo había superado. Después de tanto tiempo ya no dolía. Sólo lo extrañaba como el infierno. El nunca mandó ni siquiera un mensaje y no lo podía culpar. Su vida era otra ahora.