Stalkéame, baby

Prólogo

El olor a hierro llena el aire.

La habitación está en penumbra, iluminada solo por el parpadeo azul de un letrero que se cuela desde la calle.

No hay ventanas. Solo una puerta cerrada por dentro.

La cuerda roza mi piel con cada respiración. Quema. Aprieta. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que comenzó esto. Minutos. Horas. Días. El silencio hace que todo parezca eterno. Frente a mí, un cuerpo. Inmóvil. Podría estar dormido. O muerto.

No sé si es de hombre o mujer, no huele a muerto por lo que intuyo que podria tener vida. Si logro soltatme tal vez prodramos escapar.

Hay un sonido. Pasos. Lentos. Deliberados. Casi suaves. Cada uno más cercano que el anterior.

El corazón late con fuerza, golpeando el pecho como si quisiera escapar antes que yo. ¿Cómo diablos llegué a esto? ¿Cómo caí en su retorcido juego?

La puerta se abre con un chirrido y su figura aparece bajo la luz azul. Me oboserva buscando alguna reaccion y luego sonríe.

—Sabía que no ibas a huir —habla con su suave voz.

No sé si es real o si lo imagino. Tampoco sé cómo vine a parar en un sótano y sobre todo no sé por qué no siento miedo cuando con una mano me roza la mejilla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.