Star Wars: Errante

Capítulo 6: El Quarren

No fue fácil evitar lo controles de la república. Tras su llegada desde el hiperespacio hasta las cercanías del sistema de Coruscant los controles eran cada vez más intensos, y Haga pudo escuchar por los equipos de comunicación como su nombre era repetido constantemente.

-Jamás llegaremos en esta nave R7- dijo el jedi, mientras el androide respondió con una serie de bips- nuestra única oportunidad es hacer una escala en Centax 2 y buscar algún tipo de transporte-

Coruscant tenía 4 lunas orbitándola; Centax 1, un satélite utilizado como incipiente cárcel para malhechores y separatistas, Centax 3 y Hesperidium compuestas por una serie de islas donde los ricos del planeta iban de vacaciones y por la misma razón altamente custodiada, y finalmente Centax 2, una luna con una cara a la estrella Coruscant Prime donde la belleza y lo verde parecía ignorar a su contra parte, la cara oscura y desértica a la cual nunca llegaba la luz, hogar de delincuentes y la peor escoria de la galaxia. Un lugar de noche eterna que les podría dar la única oportunidad de entrar en forma discreta al planeta.

Aterrizaron entre unas montañas de arena, dejando la nave a cubierto. Hacía frío, tanto que Haga tuvo miedo de no poder llegar a la ciudad mas cercana; sus sensores marcaban una temperatura que bordeaba los treinta grados bajo cero. Intentó comunicarse con el maestro Windu, pero no obtuvo respuesta y su horror fue mayúsculo cuando por la radio oyó al ejercito ordenar la búsqueda y eliminación de todos los jedis ya que se les consideraba traidores por haber atentado contra el senador Palpatine quien se debatía en ese momento entre la vida y la muerte.

-Sin duda este es el momento más oscuro para la galaxia, a merced de un Sith quien nos ha declarado enemigos de la República-

Le urgía llegar al templo, pero debía recuperarse y atender sus heridas. Se alimentó de las reservas de combate de la nave y ocupó el kit médico donde para su mala suerte no había ambrosía recuperadora. Revisó el mapa del satélite, había un pequeño pueblo a unos setecientos kilómetros al norte. Jamás llegaría sin vehículo y no podía aterrizar más cerca esa nave buscada por la república. Su única posibilidad era utilizar una armadura clon ajustable y un vehículo terrestre que estaba destinado a movilizar maquinaria y no para el desplazamiento por terreno irregular. La apuesta era arriesgada, por una parte un clon solitario sería una presa fácil para delincuentes y forajidos, y por otra el vehículo corría riesgo de quedar empantanado en el suelo arenoso e irregular en un trayecto de aproximadamente dieciséis horas por la lentitud de la maquinaria.

-Estamos en un gran dilema R7- dijo Haga analizando sus opciones- podemos morir en el frío exterior, morir aislados aquí o en el espacio cuando descubran esta nave. De todas las posibilidades el viaje gélido es el único que nos da cierta chance-

R7 hizo una serie de chirridos, en su idioma señalaba que el porcentaje de éxito era menos del 10%.

-Diez es más que cero- dijo riendo el jedi, pero su rostro se ensombreció al mirar el cuerpo sin vida de su maestro- lamento no poder enterrarlo con los honores que merece, tan lejos de su hogar. Le juro que cuando esto acabe lo trasladaré a su planeta, a los paisajes que tanto amaba-

R7 realizo unos bips en tono melancólico.

Haga se probó el traje de batalla clon, con el casco puesto era indistinguible de los soldados rasos, y le daba cierta protección al frío. Condujo el vehículo de transporte el cual tenía una mano mecánica de trabajo. Había visto ese tipo de maquinaria antes, lo utilizaban en combates donde se debía despejar terrenos, por lo que la falta de velocidad lo compensaban con su resistencia. Utilizó el brazo hidráulico para realizar una zanja de unos pocos metros de profundidad. Tras eso depositó con cuidado el cuerpo de Hireth.

-Recordaré sus enseñanzas maestro- dijo mientras unas lagrimas rodaban por sus mejillas- lamento no haberlo defendido, el haber sido tan débil. Completaré mi entrenamiento y me convertiré en un jedi que lo haga sentir orgulloso. Volveré por usted, lo juro-

Tras una pequeña oración cubrió el cuerpo del jedi con tierra y una gran piedra que movió ayudado por la fuerza a modo de lápida, para de esta manera poder reconocer el lugar en una futura oportunidad. Y aún con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado montó el vehículo rumbo a lo que él pensaba que era el oeste, la zona luminosa de la luna. El combustible era otro tema, no tenían reservas por lo que, si la distancia era mayor a la estimada, entonces quizás estarían en grandes problemas.

La oscuridad era tan intensa que debió utilizar la visión nocturna de su casco. Aun así, el campo visual era estrecho. Sus sentidos jedi le señalaban que algo lo seguía, manteniéndose a distancia, como si lo estuviera midiendo, como si esperara el momento justo para mostrarse. Pudo sentir que seguía bajando la temperatura, a tal punto que el parabrisas, las ventanas laterales y la carrocería del vehículo comenzaron a cristalizarse. El termómetro marcaba casi -40ºC en el exterior.

-No lo lograremos R7- dijo Haga con temor- si la temperatura sigue bajando se congelarán las piezas del vehículo o el combustible y moriremos de frío. Necesito que hagas un reconocimiento aéreo de la zona amigo y me digas si ves algún lugar que podamos ocupar de refugio-

El droide respondió con una rápida secuencia de bips.

-Se que el frío puede congelar tus propulsores en el aire, pero es nuestra única esperanza-

R7 bajo por la rampa del vehículo mientras éste estaba en movimiento y desplegó unas pequeñas turbinas desde su parte inferior que a los pocos segundos lo elevó hasta que Haga lo perdió de vista. La máquina avanzó penosamente hasta que comenzó a emitir unos extraños ruidos. El panel de control comenzó a parpadear, a producir unos estertores de combustible, a sacudirse y hasta que finalmente se detuvo por completo. Afuera estaba tan oscuro que, aunque las ventanas no hubiesen estado cristalizadas por la temperatura como lo estaban, de todas maneras, no hubiese podido identificar nada más allá de sus palmas. Una hora después también se detuvieron los controles internos del vehículo, incluyendo la calefacción.



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En el texto hay: accion, star wars, jedi

Editado: 05.10.2020

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