La fecha se había llegado y estábamos más que sólo listas para hablar con los chicos de la banda. Habíamos estado trabajado arduamente durante los últimos meses para poder lograr nuestro objetivo. Amber se sentía como una agente del FBI, llevaba una libreta en su pequeña mochila para anotar todo lo que los chicos mencionaran sobre Jordan y al final unir todos los puntos.
Finalmente llegamos al auditorio y una enorme fila nos aguardaba. Aproximadamente cien personas ya estaban esperando ansiosas conocer a Stay In Touch.
Las horas pasaban lentamente y sentía que la espera sería eterna, hasta que después de un considerable tiempo pudimos percatarnos de que sólo faltaban cinco personas por pasar. Los chicos estaban a escasos metros de nosotras por lo que Amber y yo veíamos a los chicos detalle a detalle, ella tenía una particular obsesión con Devin, el bajista de la banda.
—Por Dios, mira a Devin —dijo Amber casi babeando sin despegar los ojos de él.
—Mira los ojos de Andrew —dije yo. Así es, había dicho que no me derretía por él y era cierto, solamente que en persona sus ojos verdes se veían realmente hermosos. Era como si tuviera dos esmeraldas resplandecientes en su rostro.
Al parecer mi mirada era muy pesada, ya que Andrew me miró por un segundo y yo sentí que mi corazón se detenía. Sin darme cuenta sólo faltaba una persona por pasar, era una chica. Ella abrazó a todos, platicó con ellos, se tomó fotografías y finalmente se fue. Amber y yo estábamos a punto de pasar cuando una chica llegó corriendo mientras gritaba histéricamente. Abrazó fuertemente a Andrew, y lo sacudió violentamente entre sus brazos, él ni siquiera le respondió el abrazo y la miraba con cara de molestia. La chica comenzó a decirle a Andrew todas las cosas que ella sentía por él, lo tanto que lo amaba entre otras cosas. Todas las cosas lindas que pude pensar sobre Andrew se borraron de mi mente cuando abrió la boca.
—¿Te conozco? —le dijo él a la chica de mala manera.
—No, no me conoces pero...
—¿Entonces por qué estás aquí? Hay una fila de personas esperando conocernos y tú sólo llegas y saltas a las demás. Si quieres conocerme tendrás que ir y esperar tu turno.
La chica se quedó sin palabras y se fue del lugar con lágrimas resbalando por sus mejillas. Lo peor estaba por venir ya que era nuestro turno de pasar. Me quedé congelada y Andrew me hizo una seña con la mano invitándome a que pasara con ellos, sin embargo aún tenía una expresión de disgusto en su rostro. Tomé valentía y pasé.
Era el momento.
Editado: 18.11.2018