Hailey.
La historia que me había contado Andrew era trágica y apenas y podía creerlo. Pensar que todo eso les ocurrió a los chicos en una sola noche es algo loco, pero pasó.
Andrew permanecía con la mirada en el suelo recordando aquello mientras un par de lágrimas resbalaban por sus blancas mejillas. Me acerqué a él y alzó la mirada casi pidiéndome ayuda. Lo abracé fuertemente y él hizo lo mismo mientras recargaba ligeramente su barbilla en mi cabeza.
—Jordan está bien ahora. Eso quedó en el pasado —le dije.
Tocaron a la puerta de su habitación y él rápidamente me soltó para secar sus lágrimas y dirigirse a abrir la puerta. Richard estaba ahí, avisando que la cena estaba lista. Mi celular sonó avisando que tenía un nuevo mensaje y le dije a Andrew que se adelantara, que iría detrás de él.
Era un mensaje de Jordan.
«Sal del edificio. Necesito hablar contigo »
Avisé a los chicos que iría a comprar algo y que no tardaría en volver. Salí del edificio con nervios y a la luz de la luna pude ver a Jordan recargado en una pared, vestido con un pantalón de mezclilla rasgado mientras fumaba un cigarrillo.
—En serio me alegra que estés aquí —habló.
—Me encantaría decir lo mismo.
Rió cínicamente y después me ofreció de su cigarrillo. Yo negué.
—¿Para qué querías hablar conmigo?¿Quieres saber qué es lo que me dijo Andrew? Me lo contó todo; te atropelló.
Jordan permanecía inexpresivo mientras por su boca salía humo, debido a que yo estaba frente a él, el humo iba directo a mi nariz. Se agachó y levantó un poco su pantalón de la pierna derecha dejando ver una cicatriz no muy bonita.
—Estuve a nada de quedar paralítico
Un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras su fría mirada me observaba fijamente. Acomodó su pantalón de nuevo y tiró la colilla de su cigarrillo al suelo.
—Andrew no tiene la culpa. Fue un accidente, le pudo pasar a cualquiera —dije.
—No lo defiendas, Hailey. ¿Acaso nunca leíste las revistas? Andrew es uno de los cantantes más repugnantes que existen en la industria musical. No vale la pena.
—Creo que no lo conoces lo suficiente.
De la nada, Jordan dejó de verme a los ojos, para comenzar a observar algo detrás de mí. Supuse que alguno de los chicos había salido del edificio y así fue. Intenté darme la media vuelta para ver de quien se trataba pero Jordan tomó mi brazo haciéndome quedar frente a él y sin aviso pegó sus labios a los míos.
Entré en pánico al escuchar la voz de Andrew detrás.
Editado: 18.11.2018