Stay In Love

Capítulo 63

Jean me había pedido que lo llevara a casa de su amiga, lo cual era raro, sobre todo por las veces en que me insistió que viniera. Era una casa sencilla, nada fuera de lo normal. Jean tocó la puerta, su amiga la abrió y lo saludó.

—Espera... —dijo la chica— ¿tu no eres el vocalista de Stay In Touch?

Esa pregunta hizo añicos mi corazón. Por costumbre, iba a responder que sí, pero entonces lo recordé.

—No, ya no.

La chica aún así insistió en que yo pasara un momento a su casa. Me mostró la colección de álbumes de su hermano, el cual al parecer era muy fan de la banda. El álbum más reciente de Stay In Touch estaba firmado por mí y entonces me di cuenta lo mucho que me dolía ser traicionado por mis amigos. Jordan no merecía estar de vuelta en la banda.

—Mi hermano no tarda en llegar de su escuela. Créeme, morirá al verte aquí. Él ama a la banda más que a mí —habló ella mientras colocaba varios platos en la mesa.

—No me quedaré a cenar, lo siento, tengo cosas que hacer —le dije al ver que había más de cinco platos.

Jean me miró.

—Vamos, Andy. Quédate, hazlo por tu hermanito.

Lo pensé por un momento. Jean también estaba triste por el hecho de que me hayan sacado de la banda, creo que incluso igual que yo, así que por qué no pasar un tiempo con mi hermano, su amiga y el hermano de su amiga. Acepté y la chica sonrió de felicidad mientras seguía arreglando la mesa.

Mientras Jean y su amiga platicaban y reían cómodamente, yo sólo esperaba a que llegara el chico para cenar de una vez. Entonces Ben comenzó a mandarme mensajes.

«Hey amigo, te extrañamos. Nosotros no tomamos la decisión de que Jordan regresara a la banda, fue Stephen quien así lo quiso. Nosotros seguimos pensando que lo mejor para la banda eres tú. Ben xx. »

Claro, tenía que haber sido idea de Jordan. Me decidí a llamar a Ben llegando a casa; el problema era que la cena ni siquiera estaba servida aún.

Finalmente después de unos diez minutos más, la puerta se abrió, entrando por ella un chico alto, algo pálido y de ojos cafés. Al verme, este chico abrió la boca y se quedó estático en la puerta. Su mochila cayó de sus brazos al suelo y después de un tiempo comenzó a sonreír.

—No lo creo... —logró decir.

—Créelo, aquí estoy, amigo.

Él miró detrás de él, como si le preocupara algo a sus espaldas. Después corrió hacía mí con una sonrisa, me dio un apretón de manos, y un fuerte abrazo. Me preguntaba si él ya se había enterado de que yo ya no estaba en la banda, pero a juzgar por su emoción al verme, aún no lo sabía.

—¿Todo bien, Allen? ¿Puedo pasar? —preguntó una voz fuera de la casa. Esa voz, mierda. La conocía perfectamente. Era la voz que destruía mis muros. Ella estaba aquí.

—Claro, pasa, por favor —le contestó él.

Y entonces ella entró.



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En el texto hay: intriga, amor, badboy

Editado: 18.11.2018

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