Andrew.
¿Qué demonios hacía ella aquí? Después de quince años sin verla, mi madre se apareció en el hospital. Sentía que estaba viviendo de nuevo aquella pesadilla.
—Has cambiado tanto, Andy —dijo acercándose a mí con lágrimas en los ojos. Por supuesto que había cambiado, la última vez que me vio yo tenía siete años, e intentó matarme.
—No me llames así.
Cuando comenzó a acercarse yo quería retroceder, pero no podía hacerlo. Estaba en una cama de hospital. Su cabello estaba arreglado, y lucía más estilizada. Incluso, llevaba un poco de maquillaje puesto. Era tan diferente a la ultima vez que la vi, pero su mirada seguía siendo igual de terrorifica.
—Por favor, no te acerques —tuve que decir casi a punto de llorar. Verla de nuevo era mi mayor miedo, y de pronto ya estaba frente a mí.
Ella retrocedió algunos pasos algo triste.
—Cuando me enteré de que estabas en el hospital rogué para que me dejaran venir a visitarte. Tú sabes que no puedo salir de ese lugar. Pero necesitaba corroborar que mi pequeño Andy estaba bien.
—Lo que me hizo Alfred no es tan diferente a lo que me hiciste tú.
Ella intentaba decir algo pero no pudo, solamente comenzó a llorar.
—Lo siento tanto, Andrew.
Sus sollozos resonaban en mis oídos e intentó acercarse de nuevo. Tocó mi mano y yo cerré los ojos temiendo que me hiciera daño. Papá y Jean habían dicho que mamá había mejorado mucho. Que su rehabilitación había sido todo un éxito. Supongo que a nadie le hace bien estar quince años encerrado. Ellos iban a visitarla seguido, pero yo no podía siquiera ver su rostro, así que estar aquí ahora, era como pisar el infierno.
Después de varias horas intentando convencerme de que estaba arrepentida y que realmente había cambiado, finalmente se fue. Sentí un enorme alivió. Mi celular comenzó a sonar y en él aparecía el nombre de Jordan. Respondí lo más rápido que pude.
—Espero que tengas noticias de Hailey.
—Las tengo —contestó—, Alfred la llevó a Levon, con Gregory.
—¡¿Me estás jodiendo?!
En otras circunstancias habría tomado mi auto y viajado hasta Levon. Sin embargo estoy en una puta cama de hospital con una herida de bala recién cosida que me impide moverme. Mierda, era como si mi alma quisiera salirse de mi cuerpo para ir por ella.
—Escucha Jordan, eres el único que sabe cómo llegar a Levon. Olvida el pasado por un momento y ayuda a una de tus mayores fans.
—¿Me crees estúpido? Estuve a punto de quedar en una silla de ruedas para toda mi vida gracias a tu estupidez. Después me golpeaste, ¿aún así esperas que te haga un maldito favor?
—¡Fue un accidente!
Devin entró en la habitación en intentó tranquilizarme, después me arrebató el celular en intentó convencer a Jordan. Él negó, negó y volvió a negar ayudarnos diciendo que ya había hecho bastante con decirme a dónde la había llevado. Era capaz de rogar de rodillas frente a él con tal de que me ayudara a traerla de vuelta.
Una vez que Jordan colgó la llamada. Devin comenzó a hablar.
—Ahora sí, ¿me explicas qué demonios es Levon? No tenías que rogarle a Jordan, sólo dime en donde está y yo iré por ella.
—Levon es un muy pequeño pueblo perdido entre las colinas de Los Ángeles, no sabrías cómo llegar. Ahí vive Gregory, el dueño de la disquera que produjo mi primer álbum.
No sabía que haría exactamente, pero sabía que tenía que sacarla de ahí.
Editado: 18.11.2018