Andrew
Mike golpeó ligeramente mi hombro.
—Pss, se quedó dormida —susurró.
Volteé a ver a Hailey, quien estaba completamente dormida y pude percatarme de ello debido a que su boca estaba abierta. Reí internamente, ella estaba apoyada sobre el hombro de Mike.
—Debe estar exhausta —le respondí.
Estando así dormida, con la boca tan abierta que una mosca podría entrar ahí, me parecía perfecta. Era real, era ella misma, no una marca discográfica ni una de revista, solamente era ella.
—¿Por qué estás con ella? —preguntó Jordan desde en frente.
—¿Ahora debo darte explicaciones sobre con quién salgo? Vaya, siempre supe que estabas enamorado de mí pero intenta por lo menos disimularlo.
Él rió, sin embargo había cierta molestia en su rostro.
—Sabes que no lo digo por ti.
—Preocúpate por tu propia mierda, que por cierto es bastante —le respondí.
Volvió a reír.
—Es una buena persona. Tú no. Tú eres una mierda, Andrew y no puedes darte cuenta del daño que le haces. Tan sólo mira, esos tipos estuvieron apunto de asesinarla por estupideces tuyas.
—¿Tienes algún puto problema con eso?
—Me apoyó desde el principio y me gustaría verla bien, no muerta por tus tonterías.
Podía sentir la sangre hervir por cada rincón de mi cuerpo.
—Si sigues hablando mierda, el único muerto serás tú.
El resto del camino permaneció callado como si mi ofensa realmente lo hubiese puesto alerta. Pasaron horas hasta poder llegar a la primer avenida de Los Ángeles.
—¿Dónde se supone que se quedarán?
—Andy debe ir de vuelta al hospital, necesita recuperarse por completo de su herida —respondió Mike.
—A la mierda, déjame en casa de papá.
Revisé mi celular, marcaba casi las cuatro de la madrugada, por lo que las calles estaban completamente vacías.
—¿Cómo se supone que deba saber dónde vive tu padre? —preguntó Jordan.
—Entonces déjame en el departamento de los chicos.
Justo después de decir eso, sentí un fuerte golpe en la nuca que me impulsó hacia adelante causando que mi cabeza golpeara fuertemente el asiento del copiloto. Mi cuello estaba casi inmóvil del dolor que provocó dicho impacto, sin embargo aún así pude ver que Mike estaba en perfecto estado y Hailey estaba despertando mientras llevabas sus manos a la nuca. Confundido miré a Jordan quién estaba completamente inconsciente mientras su cabeza reposaba en el volante del coche. Habíamos chocado, los vidrios estaban hechos añicos al igual que la parte delantera del auto.
—Jordan —golpeé su hombro.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Hailey adolorida.
—¿Estás bien? El imbécil de Jordan ha chocado.
Entre los tres intentamos moverlo para que reaccionara, sin embargo él no lo hacía.
Editado: 18.11.2018