Capítulo 94

Esto no era una casa, no. Esto era una mansión.

El gran portón se abrió permitiéndonos entrar, mientras yo observaba detalle a detalle por la ventana como si fuera un perro que sale por primera vez de paseo.

Había una gran y lujosa fuente en el centro, y en sus extremos habían espaciosas áreas verdes. El camino hacia la mansión estaba perfectamente delimitado por el verde césped. El señor Stone se estacionó justo enfrente de los escalones que daban hacia la puerta. Andrew bajó después de su padre y me abrió la puerta para que yo también lo hiciera.

—¿Por qué estabas viviendo en el apartamento teniendo una casa así?

—Stephen lo alquiló para que aprendiéramos a estar juntos, a convivir, a trabajar. Además, viviendo juntos no era necesario tener que reunirnos cada que tuviéramos un proyecto nuevo. Creéme, prefiero el apartamento que este lugar, pero bueno, da igual, ahora Jordan ocupa mi habitación.

Recordar eso no me hacía sentir nada bien, lo cual era ilógico ya que antes de conocer a Andrew era justo lo que quería.

Subimos los escalones que guíaban a la entrada principal de la casa y finalmente entramos. Lo que había en el interior me dejó sin palabras, todo era tan lujoso que parecía un cuento de hadas. Mientras yo caminaba detrás de Andrew comenzamos a avanzar y yo no podía creer como una casa podía ser tan grande y bella. Subimos las grandes escaleras para llegar a las habitaciones del segundo piso; Andrew me indicaba que lo siguiera mientras podía notar como sus botas hacían contacto con el suelo alfombrado.

—Dormirás en esta habitación —dijo antes de abrirla y entrar.

Me quedé boquiabierta al ver tal cosa. Esa habitación era tres veces más grande que mi antiguo dormitorio.

—Andrew... no, es muy grande para mí.

Nunca había estado sola en un lugar así, si tan solo Amber estuviera aquí las cosas estarían mejor. Al parecer Andrew notó mi nerviosismo, por supuesto, ¿quién no lo haría?

Tomó mi rostro entre sus manos y unió su frente con la mía.

—Yo estaré a lado, cariño —susurró antes de posar sus labios sobre los míos.

Se fue, y yo entré a la habitación. Era increíble, Andrew me convenció de decirle a mi madre que volví al departamento que Amber y yo habíamos rentado. Olvidaba que mamá nunca se enteró que vivimos con los chicos. Lo que estaba seguro era que Andrew haría lo imposible para impedir que estuviera cerca de Jordan.

Estaba tan cansada, después de todo el desastre, por fin había algo de tranquilidad, por lo que en menos de veinte minutos ya estaba completamente dormida.