Stay With Me

Capítulo 5

Capítulo 5

Me emocioné al pensar que mi noche terminaría en tranquilidad. Poco después de leer aquel mensaje y responderlo, sentí un escalofrío; era la primera vez que contestaba desde que comenzaron a llegar esos mensajes hace un mes. Ese mensaje en particular me dejó una sensación extraña en el cuerpo. Todo dejó de ser anónimo cuando apareció un número al que podía llamar; antes solo decía “Desconocido”. La idea de que alguien, más allá de los límites de la ciudad, intentara sembrar dudas sobre las ausencias de Preston me inquietaba profundamente. Pero confiaba en mi novio.

La persona que enviaba los mensajes era “valiente” solo porque se escondía detrás de un móvil. Si realmente tuviera valor, habría dado la cara sin rodeos. Quienquiera que fuera, tenía miedo de que pudiera reconocer su voz; por eso se ocultaba.

No descartaba por completo la posibilidad de que se tratara de una broma de mal gusto que ya había durado demasiado tiempo. Pero conocía a mis amigos; ellos no serían capaces de hacer algo así. Si alguno hubiera estado detrás de esto, ya lo habría descubierto.

Sin embargo, la pregunta persistía: ¿Por qué alguien estaría tan interesado en mi relación con Preston? Todo comenzó cuando Preston pospuso su viaje hace un mes. No era la primera vez que lo hacía, así que no me pareció extraño en su momento. Pero ahora, con estos mensajes, no podía evitar atar cabos.

No podía permitir que mi mente siguiera divagando; sabía que eso solo complicaría las cosas. Resolver misterios no estaba en mi lista de prioridades esa noche. Lo único que quería era descansar y olvidar aquella necesidad de llamar a Preston para contarle todo, para que me tranquilizara.

Pero era demasiado tarde, y probablemente él ya estaría dormido. No quería parecer una novia tóxica ni darle la impresión de que desconfiaba de él solo por un mensaje sin importancia. Confiaba en Preston, y eso debía ser suficiente.

Sin embargo, Morfeo olvidó pasar por mi habitación esa noche, y perdí valiosas horas de sueño. Pensé con ironía que Papá Noel aún tenía espacio en su lista negra y que probablemente no tendría problemas en añadir el nombre de quien enviaba los mensajes. Reí para mis adentros mientras cepillaba mi cabello.

Ni siquiera escuché cuando mis tíos se marcharon, así que la casa estaba completamente sola, salvo por el suave murmullo del lavavajillas. Todo iba bien hasta que el sonido de una notificación me sobresaltó. Mi primera reacción fue ignorarlo, pensando que podría ser otro mensaje inquietante. Pero cuando insistió por segunda vez, desbloqueé mi móvil solo para descubrir que se trataba de un mensaje de Devin avisando que llegaría tarde y otro de mi primo Zachary.

“Zack: Nos vemos este fin de semana. Pórtate bien.”

Sonreí al leerlo. Estaba segura de que Zack me arrastraría a correr con él.

Mi amigo y yo vivíamos a solo quince minutos de distancia, y solíamos ir juntos a clases. Quizás se había quedado despierto hasta tarde jugando videojuegos. Tal y como prometió, Devin llegó, y después de eso, fuimos al Perkin Wood, nuestro ritual matutino. Ese tiempo me hacía bien, y hoy lo necesitaba más que nunca para no pensar tanto en el mensaje de anoche.

La manta alrededor de mis hombros me protegía del frío de la mañana. Devin también llevaba otra manta. No hubo palabras por un rato, y eso era reconfortante. Apoyé mi cabeza en su hombro, disfrutando del silencio compartido y de su compañía.

—Ayer no tuvimos tiempo de hablar —dijo de repente—. Tengo curiosidad… ¿cómo fue la tutoría con…?

Sabía que le costaba decir el nombre de Keith. Devin solo quería saber cómo me había ido, aunque su interés parecía un poco extraño.

—Estuvo bien, esto solo es el inicio —respondí. Era todo lo que estaba dispuesta a compartir con él.

Todos en la escuela estarían atentos los próximos días para saber quién tomaría la posición de capitán del equipo de natación. No quería que Devin se sintiera presionado, así que decidí cambiar de tema.

—Esto… —empezó, pero aún tenía mi cabeza en su hombro, y noté un ligero cambio en su tono de voz—. Tiffany dijo que te vio subir al auto de Keith… ¿es cierto?

¿Esto no podía estar pasando? No había hecho nada malo, solo acepté que me llevara al Kell’s. Pero, claro, Tiffany ya había dejado su “regalo” al sembrar dudas en Devin. Así era Tiffany Barrett.

—Perdí el autobús, y Keith se ofreció a llevarme —dije con sinceridad—. Solo fue amable.

—Una llamada y hubiera ido por ti —su voz era seria, y un leve reproche se asomaba en sus palabras.

Sentí un nudo en el estómago. No había mentido, pero tampoco esperaba que esto se convirtiera en una conversación incómoda. Lo último que quería era discutir con Devin.

—Dev, te llamaré si vuelve a suceder, ¿vale? —Me puse frente a él para que pudiera ver mi cara, para que supiera que hablaba en serio.

Él sabía que siempre lo llamaba cuando necesitaba ayuda. No podía imaginar qué más le habría contado Tiffany, y sinceramente, tampoco quería saberlo. Si ella estaba intentando causarme problemas con Devin, no iba a conseguirlo.

—Solo… no deberías pasar tanto tiempo cerca de ese tipo. —Su tono era serio, casi frío.

Rodé los ojos sin poder evitarlo. Keith no era “ese tipo”. Solo me había dado un aventón, nada más. ¿Por qué tenía que ser tan complicado? Ni siquiera había elegido ayudar a Keith; simplemente me lo asignaron como parte del programa de tutorías.

—No fue para tanto, Dev. Solo me llevó al Kell’s porque perdí el autobús. No voy a empezar a evitar a alguien solo porque Tiffany tiene la lengua suelta.

Lo sentí apenas lo dije, pero no me arrepentí. Alguien tenía que decirlo.

Su mandíbula se tensó, y por un momento pensé que iba a seguir insistiendo. Pero luego suspiró, como si se obligara a dejarlo pasar. Tiffany no tenía idea de que Devin estaba bajo presión por la llegada de los reclutadores y venía a causarle más estrés… y eso que se supone que le importaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.