Stiles' Sister |libro I|

03| Kate Argent

 

03| Kate Argent

 

—Bueno, Miguel... ¿Cuál dijiste que era tu apellido? —preguntó interesado el señor McCall, mientras pinchaba con su tenedor un rollito de huevo.

Los cuatro estábamos sentados en la mesa degustando comida asiática, que debo admitir, estaba exquisita. En la punta de la mesa se encontraba el padre de Scott, mientras que yo me encontraba a su lado izquierdo frente a Stiles y con Derek a un lado mío. Según yo, el agente McCall sólo trataba de hacer conversación porque un incómodo silencio presidía en la habitación.

Me atraganté con el agua que estaba bebiendo. Aquella pregunta me había tomado por sorpresa, y a juzgar por la cara de mi hermano mayor, también a él. El señor McCall me dio unas pequeñas palmaditas en la espalda para que la tos se calmara y yo pudiera seguir respirando. Me ardía la garganta y a cada bocanada de aire que daba, un frió estremecedor arrasaba con todo a su paso pero de todas formas me las arregle para susurrar un "gracias" hacia el padre de Scott.

Quien, por cierto, aún me seguía cayendo mal.

Derek estaba por decirle su apellido pero Stiles lo interrumpió una vez más. Esperaba que interceptar al muchacho de ojos verdes no se convirtiera en un hábito, pues no creía que Derek reprimiera sus deseos de machacar la muñeca de mi hermano otra vez.

—Juarez...Cinqua... Tiago. —replicó Stiles pausadamente, él me observó con una expresión extraña en su rostro. No sabía qué hacer, literalmente. Ni siquiera sabía si aquel apellido existía.

—Suena complicado. —dijo el padre de Scott. —¿Cómo se deletrea? 

Dios, si este hombre seguía preguntando cosas sería cuestión de tiempo para que Stiles metiera la pata.

Una sonrisa burlona por parte de Derek fue dirigida hacia Stiles. Se había metido en un lío del que no podría esconderse tan fácilmente. Sin embargo, conocía a Stiles desde que tenía memoria, sabía que algo se le ocurriría. Pasaron unos segundos más hasta que Stiles decidió hablar.

—Fonéticamente.

La mirada de Derek se fijó en la placa de agente del FBI del padre de Scott. De un momento a otro, su mirada se tornó extraña.

—Señor McCall, ¿es del FBI? —preguntó con fingida indiferencia.

—Él es de un nivel bajo. —le respondió Stiles, evitando que el hombre de pelo azabache lo hiciera, en un intento de desviar las verdaderas intuiciones del muchacho. —Un nivel muy bajo. Ni siquiera tiene voz. —agregó.

—Así que, investiga asesinatos. —Derek afirmó, ignorando las palabras de mi hermano como si él nunca hubiera abierto la boca.

Yo sólo me limitaba a observar la escena sin ninguna expresión.

—A veces, sólo cuando se trata de un crimen federal. —explicó McCall mientras masticaba otro rollito de huevo que hacía unos segundos había entrado en su boca.

—¿Qué pasa con los incendios?

—¡Dios mío! Me pregunto dónde esta Scott. —dijo Stiles, tratando de cambiar el tema. Me lanzó una mirada fugaz, haciéndome comprender al instante. Quería que lo ayudara a evitar que Derek y el padre de mi mejor amigo siguieran hablando sobre el pasado de la familia Hale.

—¿No debería estar Scott aquí ya? Deberías llamarle, Stiles, para saber cómo está.

—¿De qué tipos de incendios estas hablando? —preguntó el padre de Scott, pasando de nosotros.

—¿Sabe algo de la familia Hale?
 

[...]

Cuando Derek se enteró de que toda su familia había muerto en un incendio no se puso para nada contento. 

Enterarte de que toda tu familia había desaparecido de un minuto a otro no es nada lindo. A mi familia y a mí nos costó muchísimo superar la muerte de mamá porque era una persona a la que nosotros estábamos acostumbrados a ver y a amar todos los días. Imagínate lo que debe ser perder a tus hermanos, a tu padre, hermanos, y hasta incluso tíos en tan sólo unos efímeros minutos.

Derek agarró a Stiles de su playera y lo empujó escaleras arriba llevándolo al cuarto de Scott. Yo, como toda una metiche, los seguí hasta la habitación. Derek no me dejó pasar pero aún así se podía escuchar de lo que hablaban detrás de la puerta. Un fuerte golpe resonó en la misma y luego le siguieron algunas palabras que se escuchaban como susurros para mí.

—Okey no mentí, omití algunas verdades. Verdades vitales ahora que lo pienso. —escuché hablar a Stiles. Por el sonido de su voz pude deducir que le daba miedo, tal vez era la mueca de enfado que tenía Derek en el rostro.

—No quiero hablar contigo. Quiero hablar con el alfa. Hablaré con Scott. —gritó Derek.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.