Jungkook
No podía más, no con ella aquí.
Su presencia se había vuelto insoportable para mí. No podía estar tranquilo si ella se encontraba en la misma habitación que yo, no podía centrarme en las cosas importantes de mi día a día, no podía encontrar ninguna manera de conseguir apartar mi mirada de ella, dejar de seguirla cada minuto del día, no podía, y eso me tenía demasiado frustrado para poder pensar con claridad.
Necesitaba alejarla de mí, pero parecía ser algo imposible de que sucediera.
¿Qué diablos tenía que hacer?
Agregándole también el hecho de no poder lograr controlar las sensaciones de rabia y celos que me invadía cada vez que la observaba con alguno de los chicos de su equipo, con los que parecía llevarse muy bien, algo que en el pasado era muy difícil de ver con alguien más que no fuéramos los chicos y yo, algo que parecía no poder soportar en lo absoluto, no tratándose de alguien más que no fuese yo se le acercase de esa forma tan intima en la que todos parecían hacerlo no solo los chicos de su equipo sino el resto del Staff, cosa que parecía ser inevitable al estar rodeado de muchos hombres, hombres a los que se les podía notar el interés por ella en cada momento, cosa que sabía que debería de importarme una mierda al tratarse de ella con quien no había tenido un excelente final, pero que no podía evitar que sucediera.
Esa era razón suficiente para que mi estadía en Indonesia no estuviera siendo la mejor de todas, no con ella merodeando de un lado al otro todos los días sin una pisca de incomodidad en sus acciones.
¿En verdad no le incomodaba mi presencia, tanto como la suya me incomodaba a mí? ¿Había dejado de importarle? O ¿Había logrado deshacerse de aquellos recuerdos que aun seguían impregnados en mi piel?
—Debería ir a hablarle si tanto quieres hacerlo —La voz de Jimin se cuela entre mis pensamientos, suficiente para regresarme al presente, observándolo tomar asiento en la silla a lado de mí, mientras los demás chicos gritan, brincan y cantan con diversión frente a nosotros —Los he notado un poco diferentes a cómo eran antes, ¿sucedió algo entre ustedes? —Su pregunta me toma de sorpresa, negando con la cabeza sin apartar mi mirada del resto de los chicos, quienes parecen estar pasándola de maravilla, algo que no podía compartir por más que desease hacerlo —¿Entonces que paso? —Lanza una pregunta que no podía responder por más que deseara hacerlo —Recuerdo que ustedes eran muy unidos desde que se conocieron, no había cosa o lugar que no fueran acompañados del otro —Me recuerda tiempos que deseaba no recordar por mí mismo —Ahora ambos parecen completos desconocidos —Yo también podía notarlo, claro que lo había hecho, desde el momento en que nos habíamos vuelto a rencontrar sabía que nada volvería a ser como antes.
Porque había muchas cicatrices irreversibles entre ambos.
—Tienes razón —Asiento con una sonrisa en mi rostro, intentando no apegarme a cosas que no deberían de tener interés —Antes éramos muy unidos —Me pongo de pie, listo para unirme al resto de los chicos, intentando alejar todos aquellos pensamientos y sentimientos que me ataban a ella, como todos estos años lo había conseguido —Pero ya sabes lo que dicen por ahí... nada puede ser lo mismo dos veces en la vida —Paso mi mano sobre mi cabello intentando acomodarlo lo mejor posible —Parece ser verdad —Es lo último que digo al rubio que parece no comprender mis palabras y mucho menos mi actitud, una a la que ni yo podía entender, pero que era la única manera en la que todo parecía ser menos asfixiante.
Tal vez la única manera de poder sobrellevar todo esto, era de la misma manera en la que ella lo hacía.
Haciendo como si nunca hubiese existido un "nosotros".
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La noche ha caído sobre todos nosotros, desde hace un par de horas atrás los chicos han empezado a caer en diferentes partes de la enorme y hermosa sala de la mansión en la que nos estaríamos quedado, completamente dormidos, siendo Jimin y yo los únicos en seguir de pie después de haber bebido demasiado alcohol, terminando así en la entrada del lugar para obtener una mejor vista del hermoso panorama que teníamos.
Tener la oportunidad de observar los paisajes que nos rodean cada vez que viajamos, era algo que él y yo teníamos en común, era algo que me agradaba y me sentía en suficiente confianza como para hablar con la persona más amable y cariñosa del grupo, con el que siempre me había sido fácil comunicarme a pesar de nuestra edad. Era sin duda una experiencia demasiado agradable para aquellos que teníamos la oportunidad de conocer a una persona tan especial como sin duda lo era Jimin.
—Nunca logran sobrevivir hasta el final —Señala con diversión en dirección a Yoongi y Hoseok, quienes duermen de una forma rara sobre el sillón detrás de nosotros, al otro lado del gran ventanal —Siempre se pierden la belleza de noche —Suspira con melancolía antes de continuar observando la hermosa vista a nuestro alrededor, consiguiendo una paz increíble por un par de minutos.
—¿Puedo preguntarte algo? —Rompo un poco el silencio al no poder dejar de pensar en la castaña a causa de la notable ebriedad en mi sistema, a la que no había vuelto a ver desde hacía horas, pero que estaba completamente seguro de que estaría en algún lugar de la enorme isla.
—Claro.
—¿Hay alguna forma de borrar el amor que podamos sentir por alguien más? —Lanzo la pregunto sin pena alguna, después de todo ambos estábamos lo bastantes ebrios como para no tomarle la importancia que se debía a nada que habláramos, además de que nada de lo que habláramos saldría de entre nosotros como siempre lo siempre lo hacíamos.
—Es imposible hacer eso —No tarda en responder como si no hubiera necesidad de pensarlo tanto —No puedes luchar contra el amor, ni mucho menos con aquella persona a la que le pertenece ese sentimiento —Luce tan sincero que me es imposible cuestionar sus palabras —¿Te paga algo? —Desearía responder esa pregunta con toda sinceridad, desearía que alguien pudiera apoyarme más de lo que hasta ahora lo hacían, deseaba en verdad poderme abrir a ellos como ellos lo había hecho, algo a lo que seguía resistiéndome con cada año que pasaba, algo que no quería que nadie más que yo lo supiera, hasta que pudiese superarlo por completo.