Jungkook
Agradecía el descanso que la empresa no solo nos había dado a los chicos y a mí, sino al resto de nuestro personal, el mismo que de ahora en adelante Xia Lin pertenecería, algo que por más que yo me esforzara en impedir que continuara, sabía que nada podría ser de esa manera.
Ya no.
Aunque sea la semana me había servido para volver a ser yo mismo, para volver a recordar las razones que me había llevado a tomar las decisiones que nos había traído hasta este momento, regresando a ser el mismo de siempre desde que ella se había ido. Los largos días lejos de ella me había servido para hacerme a la idea, de una vez por todas, que de ahora en adelante ella y yo compartiríamos más tiempo juntos del que me gustaría, pero sin ser absolutamente nada, creando una barrera alrededor de mi corazón, quien parecía estar perdiendo otra batalla contra ella, intentando alejar todos los recuerdos y los sentimientos que me hacían amarla cada vez que mi mirada se encontraba con la de ella, preparándome para la verdadera batalla que estaba por venir.
Una que ahora no estaba dispuesto a perder.
No contra ella.
Me sentía mentalmente preparado para cualquier situación a la que pudiera enfrentarme, pero honestamente, no estaba seguro si mi corazón estaba lo suficiente preparado para este momento.
—Has estado muy pensativo los últimos días —Jin me codea un poco para llamar mi atención, observándolo terminar con sus ejercicios de estiramiento habituales —¿No estas feliz por las nuevas coreografías? —Pregunta al ver que no he sonreído ni un poco desde que habíamos llegado a la empresa, donde estaríamos dando comienzo a las nuevas y anheladas coreografías que había esperado hace mucho y que justo ahora no me parecían la cosa más emocionante del día.
No al saber que ella no tardaría mucho en entrar por aquella puerta frente a mí.
—¡Claro que sí! —Suelto de la forma más alegre que puedo, desviando la mirada de esa dirección, sonriendo lo suficiente para convencer a Jin, quien asiente contento antes de correr en busca de Taehyung, quien se encontraba a una distancia bastante grande de donde yo me encontraba.
Y es que después de lo sucedido, nada había cambiado entre nosotros, ninguno había hecho nada para arreglar cualquier conflicto que siguiera existiendo entre nosotros y todos tenían en claro que ninguno de los dos estaba dispuesto a torcer el brazo primero, tal vez era nuestro propio orgullo el que nos impedía disculparnos o el hecho de que pudiera estarnos atrayendo la misma chica, eso era lo suficiente para que las cosas fueran mucho más complicadas de la que alguna vez habían llegado a ser entre nosotros.
Pues no podía permitir que le hiciera algo así a Da-son después de todo lo que ella había hecho para estar con él, y mucho menos podría dejar que lo hiciera por la única chica que había amado de verdad en toda mi vida.
La simple idea me enfadaba en extremo.
—¡Tienen diez minutos para hacer lo que necesiten antes de que comience el ensayo! —Grita nuestro coreógrafo en la lejanía, dándonos luz verde a todos de comer, beber o ir al baño mucho antes de que nos exprimiera como a un par de limones.
Aprovecho el par de minutos que nos dan para ir en busca de mi celular, el cual había dejado en uno de los cuartos de estudios, apresuro mis pasos para poder tener oportunidad de ir y regresar a tiempo, pues no me gustaba llegar tarde a ningún lado y mucho menos a los ensayos. Mis pasos se detienen al percatarse de que la puerta se encuentra entreabierta dejándome ver a Jimin dentro de ella, sentado en uno de los grandes sofás con su mirada perdida en el techo.
¿En qué momento había llegado aquí? ¿Qué estaba haciendo aquí solo?
Estoy a punto de entrar para averiguar qué era lo que lo que tenia de esa manera, pero me detengo en cuando la observo sentarse a lado de él, quien despega su mirada del techo solo para regalarle una tierna sonrisa, que me hace fruncir el ceño.
¿Qué estaban haciendo ellos dos solos?
Los celos me carcomen en cuando observó su notable cercanía, quedándome sobre el mismo lugar para escuchar aquello que tenían por decirse.
Algo que no debería de ser de mi interés, pero que no podía detenerlo, no si se trataba de ella.
Jungkook: 0 – Xia Lin 1
—No sabía que conocías a alguien como Kim Hyun Joong —Empieza la conversación Jimin, quien no parece perder su sonrisa —Digo yo he hablado con él en un par de ocasiones, pero no con tanta confianza como tú —Sus palabras me hacer recordar la manera tan cercana en que todos ellos se había dirigido hacia él dentro del aeropuerto, me hacía cuestionarme lo mismo que el rubio.
—Somos buenos amigo —Sonríe Xia Lin de una manera que despierta una sensación extraña en mí.
¿Amigos?
¿Qué tipos de amigos debían de ser para que alguien sonriera de esa manera?
—¿Cómo fue que se conocieron? —Hace una pregunta que a mí también me hace eco y sé que lo mejor que podría hacer en estos momentos seria irme y darles un poco de privacidad o ignorar el tema, pero mi parte masoquista, me hace quedarme escondido solo para poder seguir escuchando la conversación.
—Trabaje para el —Escucho con detenimiento las palabras que salen sin complicación de ella —Me dio la oportunidad de ser una de sus bailarinas principales en su gira por Australia hasta que me fue imposible seguir, durante su estadía en Australia nos volvimos a ver y contrató a mí equipo para un par de mini documentales que estuvo grabando durante su estadía en el país —Termina por contar algo que no tenía idea de que había sucedido, como había sido desde que se había ido, algo que parecía ser bastante significativo para ella.
Lo podía notar con solo ver la manera en que su rostro se iluminaba al relatar un simple recuerdo, la conocía tan bien, como para notarlo en seguida.