Capítulo 7

Si ser un sex simbol no había servido debería intentar otra cosa, ni siquiera he podido entablar una conversación decente contigo, huyes cada vez que te hablo o te espanto, no lo sé. Creo que no sirvo para esto.

Bien la meta de hoy sería intentar sacar temas de conversación, debemos tener algo en común, ¿o no elocuente Sam?

Pero no sé nada de ti, bien, introduciré mis dotes frikis para buscar información de tus distintas redes sociales.

Te preguntaras de donde he sacado tus redes sociales, veras; he buscado a absolutamente todas las chicas llamadas Samanta Johnson y si, te encontre.

Okey, Sam no tienes absolutamente nada de información.
Una que otra foto, algunas etiquetadas, frases motivadoras, gustos musicales varios y muchas frases de libros. Sigo a ciegas.

Y si no quedara simplemente decirte "Hola" he intentar que no huyas o más bien que yo no me acobarde.
Llegue temprano como siempre para verte, aunque esta vez llegue una hora antes y para mí sorpresa tú estabas ahí, sentada, leyendo como siempre.

No quise molestarte así que en silencio di unos pasos deje mi mochila en el piso y me senté detrás de ti, miraba tu cabello y como tu cuerpo se removía en el lugar. De repente soltaste el libro de golpe y te diste vuelta de un salto, quedando en frente de mí, con tus ojos bien abiertos.

— ¿No te parece que el amor está sobrevalorado? A mi ver todos lo pintan más grande de lo que es, la palabra amor, ¿No está demasiado usada? Yo puedo amar a mi planta, a mi gato, a mi perro, a esta silla, pero hay veces que en los libros lo describen tan bien. — Alargaste el tan y apoyaste tu cara en el escritorio, maldición, quería besarte- Dan ganas de experimentarlo, lo malo es que ningún amor es como uno lo lee, o lo imagina. ¿Alguna vez te has enamorado?, ¿Le has dicho “te amo” a alguien?, ¿Eso sale de la nada? No es lo mismo que decir "te adoro." 

La miré, si antes hacía que mi mundo estuviera de cabeza ahora lo reafirmo.

— Mierda, disculpa, lo hice de nuevo. —  Te moviste a tu pose original. —  Lo lamento, suelo tener esos ataques de preguntas, debe ser un efecto secundario de leer demasiados libros.

— Me gustan tus preguntas. — Reí levemente—  No creo que la palabra amor este sobrevalorada, el amor que sientes por una planta o por tu gato es distinto a ese "amor" que relatan los libros, en este las personas se complementan, y supongo que esa palabra solamente sale cuando uno lo siente. — Nos quedamos mirándonos un momento. — Espero no haber sonado tan cursi. — Reí.

— Y decir que detrás de estadísticas y números hay un poeta, eso me gusta.

Sonreíste como siempre, y… mierda, me vuelves loco.