Storm

Capitulo 4

 

“Nueva vida”

   Estábamos sentados en el sillón de aquella casa, yo sobre él, con mis piernas alrededor de su cintura, viéndonos el uno al otro.

- ¿Si pudieras ir a cualquier parte del mundo a dónde irías? - pregunto él jugando con mi cabello.

-Lejos, no importa dónde- respondí sin vacilar.

- ¿Por qué?

-Siempre he vivido en el mismo lugar, no como tú, no conozco más allá de Londres- dije jugando con su corbata- ¿y tú?

-Italia- lo mire a los ojos, unos ojos tan oscuros que fácilmente te perdías en ellos.

-Italia, pizza, el Coliseo, vino y da vinca - el solo se río.

- ¿Cuándo dejarás de dar datos sobre todo lo que digo?

-Nunca.

 

-Lía- habló Nicol tocándome el hombro- ¿estás bien?

   Me giré a verla y asentí, estábamos fuera del instituto en Turín, sí, así de fácil.

   Bueno, en realidad hubo mucho papeleo para llegar aquí, pero al final el dinero lo logra todo, nuestra estancia solo será de 9 meses aproximadamente, y luego regresaremos, Will ya podría irse a vivir, para ese momento será mayor de edad, a diferencia de Nicol y mía, ambas esperaremos en Londres por nuestros dieciocho, y luego decidiré si ir a la universidad o vivir la vida, antes de quedar al mando de la empresa.

   Will bajaba las maletas, no por caballerosidad, mejor dicho, bajaba las maletas para coquetear con el chico que salió a recibirnos. Era lindo, pero con una cara que gritaba “buenas intenciones”.

   El instituto constaba con un hermoso castillo, si mal no recuerdo, es el castillo de Moncalieri, el cual funcionaba de la siguiente manera, la zona central era para la escuela, y los costados funcionaba de residencias, en el fondo había una gran cancha de futbol, así también como una piscina y un comedor.

   Cada uno cargaba con tres maletas y dos bolsos de mano, por lo que una vez se bajó todo, seguimos al chico hasta el edificio, nos dijo que dejáramos las maletas en la entrada y luego nos llevó hasta la oficina de la directora.

   Todo el edificio está decorado con los colores de la institución, azul, rojo y blanco y claro su escudo, un lobo, no estoy muy segura del por qué, pero debe ser importante.

-Benvenutos – dijo la directora una vez estuvimos dentro, el chico que nos guió se quedó afuera por petición de la directora.

-Grazie – contesté por los tres.

- ¿Su viaje resultó ser ameno? – pregunto mientras buscaba algo en los cajones de su escritorio, y mientras Nicol y Will se sentaban.

   Yo preferí caminar por la oficina, ¿Qué?, no pierdo la costumbre.

-Sí, gracias – respondía Nicol.

   Sentía las miradas de los tres mientras tomaba una pieza de porcelana, está tenía la figura de un lobo, les dije, debe ser importante, (Y lo es, es un lobo italiano, uno de los animales nacionales, así como en México es un águila, o en escocia es un unicornio), espera, estas mal, los unicornios no existen, (tal vez sí, pero los esconden del mundo).

- ¿Cordelia?

- ¿Sí? – salgo de mis pensamientos para ver a la directora.

-Tengo entendido que eres la única que hablas italiano.

-Sí, no hubo tiempo para enseñarles – dije mirando hacia la figura.

-Bien, llevaran el idioma como una materia más – contesto mirando a Will y Nicol, tomó unos folders del escritorio y se los dio-. Sus horarios, Cordelia quisiera hablar contigo un momento.

   Ellos se levantaron, me vieron y yo asentí, caminaron hasta la puerta, pero justo al abrirla, entro un chico con cabello casi color zanahoria el cual chocó con Will y ambos cayeron.

- ¿Por qué siempre tienes que chocar con alguien? – pregunto nuestro guía al chico, mientras este se levantaba y ayudaba a Will.

-Scusa per il ritardo- se sacudió la ropa, tenía puesto un uniforme de futbol y su olor no era el mejor.

-Nick, lleva al chico a su habitación – dijo la directora, pasando por un lado de mí.

-Claro, ¿a cuál?

-A la tuya.

   Will no deja de verlo, creo que el golpe lo enamoró, cupido, pero con golpes, pobre chico.

-Y Michael - la directora se dirigió a nuestra guía-. Espera a que hable con Cordelia para llevarlas a sus habitaciones.

-Claro profesora.

   Ellos quedaron del otro lado de la puerta, por lo que ella, giró y cerró la puerta, paso por mi lado y se sentó en la silla frente al escritorio, esta mujer tenía algo que me hacía tenerle respeto.

- Estoy al pendiente de todo el proceso legal que implica que estén aquí – hablo seriamente.

- ¡Oh!, entonces está al tanto de nuestras vidas.



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En el texto hay: londres, italiana, lluvia

Editado: 23.04.2022

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