Storm

Capitulo 7

“HALLOWEEN”
- ¿Una rosa azul? -le pregunte intrigada tomándola de su mano.
-Es única y hermosa, así como tú - dijo con esa sonrisa que tanto amo.
-Yo no soy hermosa –dije mirando la flor.
-No, eres más preciosa que la diosa venus –lo mire.
-Y las rosas las venden en la esquina y tienen de todos los colores- dije riendo.
- ¿Por qué siempre me arruinas mis oportunidades de ser romántico? - dijo tomándome en brazos para después besarme.

   Me desperté desorientada, mi respiración estaba agitada, ya es la quinta noche que recuerdos se cuelan en mis sueños.
   Me siento y me recargo en la pared, afuera aun esta oscuro, Nicol aun duerme, pero a mí se me ha ido el sueño, con cuidado salgo de las cobijas, camino a mi armario, tomo unas botas y una chamarra, y salgo de la habitación con cuidado.
   En el corredor hace algo de frio, me cierro la chamarra y camino hasta las escaleras, pero en lugar de bajar, subo hasta llegar al techo. He pasado aquí bastante tiempo, vengo cada noche desde que los recuerdos comenzaron a afectar, al llegar, busco la mochila que he dejado aquí y de este saco un pequeño cigarro, algo pequeño para ser tabaco, pero este ayuda más que el tabaco.
   Me subo a la cornisa y me siento, saco de mi chamarra un encendedor, prendo el cigarro y le doy una cala, al mismo tiempo que el frio viento me azota en la cara.

- ¿No dormiste verdad?
-Dormí, pero me desperté en la madruga y ya no pude –dije acostada en mi escritorio.
- ¿Por qué no me hablaste? –me pregunto.
-No quería molestarte –dije bostezando.
-Pero no molestas, solo a mi compañero –dijo sonriendo.
   Estoy en clase de literatura, pero el profesor parece que se ha puesto la meta de dormirnos, más a mi contando que no he dormido muy bien. Michael me vio medio adormilada y luego de eso, me cubrió para que me durmiera un rato durante la clase.
   Pude descansar un poco, luego de esa clase Michael me acompaño hasta el comedor, según él porque temía que me callera dormida, la verdad no me molestaba, su presencia era tranquila y de alguna manera estando así, me sentía segura con él.
   Extraño dormir de corrido.
-Te ves mal –dijo Will mientras me sentaba.
-Cállate, no he podido dormir.
-Eso explica que no estuvieras cuando desperté –dijo Nicol con la vista en su teléfono.
- ¿Y tú por que no traes un libro en las manos? –le pregunte perpleja con Nicol.
-Porque ha estado hablando con quien sabe quién –dijo Will antes de tomar agua.
- ¿Él galán misterios? –pregunte jugando.
- ¿No que estabas cansada? –pregunto guardando su celular.
-No tanto para pasar por alto eso.
   Es la primera vez en mi vida que veo a Nicol en el teléfono y no metida en un libro, ella no es de las que pasan todo el tiempo en redes sociales ni nada, ya verán que tan raro es.
   Comemos tranquilamente, Nicol no regresa a su teléfono en lo que resta del rato, y Will nos cuenta cómo es que anoche se desveló con Nick porque este le dijo que nunca había visto “Yo antes de ti”, lo que para Will es considerado traición.
   Se ve tierno mientras habla emocionado de Nick, cuando debemos volver a clases, mis energías han subido algo, así que logro poner atención al resto de las clases, y de la misma manera puedo ir al entrenamiento.
   No les conté, entre al equipo de porristas, hoy es mi primer día, así que ahora toca ir a entrenar, camino junto a Will hasta los vestuarios, él también tiene entrenamiento.
- ¿Averiguaste algo del oso?
-No, nadie me contesta.
- ¿No es raro?, recibes el oso, y solo tiene la firma de la secta.
-No es una secta, pero admito que es extraño.
   Le contamos a Will sobre el oso, y posteriormente me comunique con alguien que podía decirme si el oso lo mandaron ellos de parte de él, pero hasta ahora nadie ha contestado, temo que se haya roto la conexión, o que el mensaje no haya sido recibido, no sé nada de ellos desde que paso lo que paso, todos se han mantenido escondidos.
   Llegamos a los vestuarios, estaban debajo de las gradas curiosamente, entre al de mujeres y busque mi casillero. Al llegar abrí la puerta, y ahí estaba mi uniforme y los pompones, pero no solo eso, arriba de esta había una rosa azul con una nota amarrada.
   Una sola rosa azul, trate de que no me afectara y me cambie, al terminar, guarde mis cosas dentro del casillero, dejando la rosa arriba de estas. La entrenadora llego rato después, había diez chicas más, y luego de que presentaran a las nuevas, salimos al entrenamiento.
   Algunos calentamientos, ejercicios, y prácticas de rutina, así puedo describir todo el entrenamiento, cuando regresamos a los vestidores, aprovecho para bañarme y cuando regreso para cambiarme, veo la nota, dentro una sola línea y de nuevo la firma, me cambio rápido y recojo mis cosas, guardo la flor en el interior de mi mochila y salgo de los vestidores.
   Corro de regreso hasta la picana e interrumpo en el vestidor del lugar, encuentro a Nicol conversando con la chica de la fiesta, parece feliz, pero su cara cambia cuando me ve.
- ¿Qué haces aquí?, ¿Pasó algo? –pregunto a cercándose, yo asentí, me quité la mochila y la abrí, ella miro dentro -. ¿interrumpes el vestidor por una flor?
-No por la flor, por el mensaje –digo apenas reconociendo mi voz. Ella me miro como si estuviera loca, pero ella saca la flor y lee la nota.
-Sigo aquí –dice en voz alta -. Sigo aquí, ¿a qué se refiere?
-No lo sé, encontré la flor en mi casillero cuando llegué, no la leí hasta que acabo el entrenamiento.
   El lugar se estaba vaciando, me senté en una de las bancas del lugar, Nicol aún con su traje de baño se sentó a un lado de mí.
- ¿Crees que…
-No, él no haría esto, no así, él no es de mandar mensajes así –termine de decir poniendo mis brazos en mis piernas.
- ¿Y los demás?, se sabe que ellos quedaron con órdenes de que te vigilaran.
-No, ellos no harían esto.
   Pero, ¿y si realmente si lo harían?, Abel amenazo de un nuevo golpe durante la corte, por eso las personas dentro se desaparecieron como el humo, si antes era complicado rastrear el movimiento, ahora lo, es más, tal vez Abel regresara, pero, ¿Por qué avisarme a mí?, a mí los chicos no me contestan.
   Nos quedamos calladas, ella se levantó para cambiarse y yo solo recogí mi mochila, no sé cómo termino en el piso, vuelvo a guardar la rosa, y luego nos vamos, somos las ultimas en el lugar.
   Regresamos a la habitación, al llegar saco la flor y la pongo a un lado del oso.
   Decido que necesito otro baño, tomo mi toalla y salgo de la habitación, voy al baño y entro buscando una regadera vacía, al encontrarla solo me meto, dejo la toalla a fuera y abro la llave. No se cuánto tiempo me quedo ahí adentro, pero cuando salgo mi piel parece de viejito, solo me amarro la toalla alrededor de mi cuerpo y tomo mi camino de regreso.
   Justo al salir del baño, veo a Nicol a fuera de la habitación, con la chica de la fiesta, no recuerdo su nombre, están charlando, así que quito la mirada de ellas, y una vez he llegado a mi habitación y entro, ella se ha ido, pero Nicol ya hace en su cama, no digo nada y me pongo mi pijama.
- ¿Qué vas a hacer? –pregunta preocupada.
-Lo llamare.
- ¿Hablas en serio? –pregunto Nicol.
-Sí –conteste en un susurro -. Nicol ya es mucha coincidencia, Sully y la flor, ¿Qué sigue? ¿mandarnos el álbum de fotos?, llevo días sin dormir –termine con la voz rota.
   No podía seguir así, simplemente no se podía, quería enterrar todo lo que estuviera relacionado con él, pensé que en Italia podría comenzar a sanar, pero no ha sido así.
   Lagrimas han comenzado a salir y no sé en qué momento Nicol me abrazo, trato de tranquilizarme, pero la desesperación me abordo, y todas las cosas que llevaba dentro de mi explotaron.

   Me quede dormida luego de llorar y cuando despierto Nicol no está, no hago nada, solo me quedo en mi cama, esta vez no hubo sueño, no hubo recuerdo, ni nada que me obligue a sentir algo, pero, aun así, siento como si estuviera ausente, como si no perteneciera aquí. Decido que mejor saldré a dar la vuelta, tal vez vaya a donde Michael.
   Cuando abro la puerta, un paquete me obstruye la salida, con el miedo a flor de piel, lo recojo y lo meto, lo pongo sobre el escritorio y lo abro, hasta arriba hay una nota, “los van a necesitar”, quito el papel que esconde lo que lleva el paquete y en el interior encuentro ropa, parecen vestidos medievales, y al sacarlos, queda confirmado, tres vestidos medievales.
   Los tres son de diferentes medidas, y al sacar todos, un pedazo de hoja se cae, lo recogí y en este viene un numero de celular con unas iniciales, “O. M”, las reconocería donde fuera. Con el numero en la mano y el celular en la otra, salgo corriendo de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí, y son cuestión de minutos los que hago para llegar hasta la azotea, una vez arriba, llamo al número.
Un timbrazo, dos timbrazos, tres timbrazos…
- ¿Les gustaron los disfraces?
- ¿Cómo sabes dónde estamos? –pregunte sorprendida y emocionada.
-Dejo en claro que debíamos cuidarte y claro contigo a Nicol y Will, fue fácil rastrearlos.
- ¿Cosas de hackers?
-Sí, y meternos a tu Instagram –solté una risita.
-Pero, ¿Princesas?, es muy tu –escuche su risa al otro lado.
-Fue lo primero que se me ocurrió realmente, ¿Cómo estás?, me dijeron que trataste de ponerte en contacto.
-No muy bien, los chicos me mandaron a Sully y una rosa hoy –conteste.
- ¿Quién? –sonaba extrañado.
-Los chicos, o alguien de ahí pasándose de gracioso.
   Del otro lado todo parecía en silencio, temí que por un momento todo hubiera sido imaginación mía, luego volvió a hablar.
- ¿Estas seguras que fuero los chicos?
-Nadie más tiene los sellos y nadie más tiene conocimiento de donde vivía.
-Es que, aquí sabemos dónde estás, pero ninguno ha pisado Inglaterra en meses, cuando fue su juicio, la mayoría ya se habían ido, solo quedábamos unos pocos, y mi último día, la pase con cierta chica de ojos tristes, en un edificio y en plena tormenta.
-Entonces no fueron ustedes –el miedo me había pegado aún más, no sabía que pasaba entonces, si ellos no fueron, ¿Quién fue?
-Podemos investigar, si quieres, rastrearemos paquetes que hayan salido de Londres, pero, ¿hay algo más que debamos saber?
-No.
-Bueno, ten una linda noche.
-Tu igual –estaba a punto de colgar, cuando él hablo.
- ¿Lia?, no le digas a Will que los disfraces son de mi parte, ni de esta llamada, por favor.
-Tranquilo, no lo sabrá.

-Princesas, ¿Quién te metió eso en la cabeza? –dijo Will viéndose en el espejo.
-Creí que sería divertido –dije poniéndome los tacones.
   Es noche de Halloween, en Londres iríamos a fiestas y luego a recoger lo que sobro de dulces a las casas, para finalizar en la casa de alguno de los tres, incluso hace un año hicimos eso, solo que ninguno llego a su casa.
   La fiesta será en el comedor, así se pueden dar una idea de lo enorme que es, y prácticamente Nicol ya está allá, se fue desde hace como tres horas, ya que, si entro al comité escolar, ama vivir entre estrés, así que vino Will para vestirnos, y que él me maquille, siempre le salieron todas las cosas esas de maquillar.
   Mientras bajamos, Will no para de quejarse de que tiene frio, y no lo culpo, todo el día llovía, y los vestidos no son muy cálidos, aun así, el frio es mental. Cuando llegamos todo está decorado al puro estilo de noche de brujas, en la entrada una enorme araña, pobres de los aracnofobicos, en las ventanas telarañas, humo en todos lados, un inmenso candelero y como la invitación decía, decenas de personas con máscaras en la cara, Will y yo nos pusimos la nuestra y entramos.
   Todos nos miraron a ver, pues creo que éramos de los últimos en llegar, Will me tomo del brazo y entramos, casi en automático encontramos a Nicol.
- ¿Cómo le atinaste a las tallas? –me pregunto al llegar.
-Eso es secreto de estado.
   En serio no se ni como le atino, los tres vestidos no solo nos quedaron, sino que además eran totalmente a nuestro gusto. 
   Luego de regresar a la habitación, iba a recoger los vestidos, y al agarrar la caja, note una bolsa de tela que pase por desapercibida, dentro tres máscaras, de alguna manera me alegro de que estén al pendiente, nosotros planeábamos usar cualquier cosa.
   La fiesta pasa tranquila, música, comida y alguien echo alcohol al ponche, nada nuevo, después de un rato, algo llamo la atención de Will, y yo me encontré con Michael y sus amigos, entre Christopher y un par de chicas, Brenda y Samanta.
- ¿En serio nunca tuviste un baile escolar? –me pregunto divertida Sam.
-No, nunca íbamos a esas cosas, preferíamos ir a alguna fiesta en casa de alguien, o quedarnos en las nuestras.
-De niños Michael y yo salíamos por dulces, hasta que me gane una beca aquí –dice ella.
-Siempre me llamó la atención la cultura mexicana –dije tomando de mi vaso.
-No es la gran cosa, pero tenemos buena comida.
   Me contaron muchas cosas, tanto de México, como Colombia, de donde es Alison y Christopher y también un poco de Argentina, de donde es Brenda. De un momento a otro, las chicas recibieron un mensaje y se fueron, quedándome con los otros dos.
-Parecen perritas falderas, siempre detrás de Alice –dice Michael.
-No pienso defenderla, ha estado más insoportable de lo usual –contesto Chris.
- ¿Por?
-Nick y Alison se han estado peleando demasiado, ella cree que Nick la engaña, Nick le dice que esta paranoica, ella se desquita con las chicas y las chicas solo dicen que ella está mal, pero no creo que sea una buena razón para las trate así –respondía Chris.
-La queremos, llego aquí al mismo tiempo que ellas, pero justo ahora no se soporta ni ella.
-Tienes razón.
   Cambiamos de tema y luego los convencí de bailar un poco. Ya entrada la noche, ambos me acompañaron a mi habitación, ya que nunca volví a ver a Will y Nicol, vimos a las demás chicas, incluso a Alison, ella parecía que iba llorando.
   Al salir, caminábamos de regreso, cuando mirando a todos lados, di con una pareja que estaba algo cariñosa, reconocí el vestido y sabía, o suponía saber quién estaba en el traje.



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En el texto hay: londres, italiana, lluvia

Editado: 23.04.2022

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