Storm

Capitulo 14

“Nuevo año”

   Es víspera de año nuevo y yo he tenido que estar en la empresa familiar, es aburrido estar aquí, cuatro paredes sin poder hacer nada, hay una pared de cristal que da vista a la ciudad pero eso no le quita lo aburrido, lo único que me entretiene es hablar con Nick, me está contando que su familia tiene la casa patas arriba, yo le estoy diciendo que hoy iremos a una fiesta, y que me gustaría que él estuviera aquí, él solo dice que ya nos podremos ver, y si, en tres días ya lo tendré frente a mí de nuevo.

   Mi padre lo único que ha hecho es estar en juntas, algo por lo cual no quiero aceptar la empresa, ni siquiera sé que hago aquí, me odia, podría haberme quedado en casa, practicando maquillajes, o pintando o simplemente horneando galletas con mamá.

-William, levántate -dijo mi padre al entrar a lo que yo obedecí-. Ella es Elena -Dijo señalando a una chica de tez, no sabría describir, no era blanca pero tampoco morena, parecía que hubiera estado en la playa y luego con el bronceado, se subió a un avión, tenía ojos oscuros y su cabellera era negra con puntas moradas, a su lado estaba un señor, el mismo que salió de la oficina de mi padre cuando llegue, así que ella era.

-Hola –dijo incomoda y un poco ida.

-Hola -conteste amablemente.

-Tenemos una junta, háganse compañía -dijo mi padre antes de salir, con aquel hombre -. No tardamos.

   En cuanto cerraron la puerta, me volví a tirar al sofá para poder hablar con Nick, ella se puso a recorrer toda la oficina, lo que me venía importando un carajo, claro hasta que vi que tomo un folder y lo revisaba detenidamente.

- ¿Qué haces? –pregunte bajando el celular, ella no hizo nada por responder -. Oye, te hice una pregunta.

-Y yo no quise responderla –contesto bajando el folder para verme.

   Me levante y camine hasta el escritorio, ella había subido sus pies al escritorio, me recordaba a Lia, una extraña versión de Lia, le arrebate el folder a lo que ella se quejó. No podía creerlo era un hermoso contrato para una alianza entre empresas, ¿el acuerdo?, una boda.

-Están locos –tire el folder al escritorio, ella me miraba -. ¿Qué?

-Nada –dijo levantando las manos, se veía rara.

-Estas drogada –le solté sonriendo.

­-Que observador –contesto mirando un punto fijo, la ignoré y volví al sofá.

   No era incomodo, de alguna manera ambos estábamos en nuestro mundo, ella literalmente, pero viéndola así, me recordó totalmente a Lia en aquellas épocas donde no dejaba que nadie la ayudara, así ella, perdió el equilibrio varias veces, cosa que me estaba poniendo de los nervios, ya que no solo iba por la oficina, se había subido al otro sillón, la mesa de centro, al escritorio y a la silla, solo no se subía a los estantes porque no podía poner bien el pie. Pero llego a mi limite cuando saco un cigarro, ¿de dónde lo saco?

   Camine hasta ella, me subí al escritorio para estar a su altura y se lo arrebate.

- ¡Oye! –se quejó tratando de tomarlo.

-No, te dejo hacer todo menos esto, llenaras la oficina del olor –conteste bajando del escritorio.

-Oye, pero eso es mio, no estoy haciendo nada malo –decía, hasta que escuche un golpe que me hizo girar, estaba ahí tirada, en el piso.

   Se comenzó a reír, e intento pararse, cosa que no logro totalmente y volvió al piso, fui hasta ella para ayudarla a pararse, y note que le salía sangre de la nariz, que no sea fractura, que no sea fractura. La tomé y la saqué de la oficina de mi padre hasta los baños de las oficinas, esta drogada así que no creo que le importe entrar al baño de hombres.

   No dejaba de reírse, decía que exageraba, mientras tanto, trataba de limpiar toda la sangre que le salía, su playera quedo arruinada por lo que tuve que tirarla, realmente no parecía una fractura, solo se mete demasiado por la nariz. Luego de parar su sangrado y limpiar todo, le di mi sudadera, tenía otra en la camioneta así que no importaba mucho, ella la acepto y fuimos por algo de comer a la cafetería. Ventajas de ser el hijo del dueño, la comida era gratis.

   Tomamos unos sándwiches y jugos, nos sentamos en una mesa cerca de la ventana. El comedor quedaba sobre el piso diez, por lo que la vista era hermosa, todo Londres bajo nieve para nosotros

   Comíamos en silencio, mirando por la ventana.

- ¿Te sientes mejor? –le pregunté.

-Sí, solo un poco mareada –sonrió -. Cuéntame de ti.

- ¿De mí? ¿Qué quieres saber?

- ¿El de tu fondo es tu novio? –señalo mi celular, yo giré a verlo, encontrándome una foto que Lia nos tomó, fue cuando nos despedimos, no pude evitar ponerla ahí.

-Sí, es mi novio –le respondí sonriendo.

-Debe ser lindo tener a alguien que te quiera –mencionó con aire nostálgico, no sabía que debía decir.

- ¿De dónde eres? –preferí cambiar de tema.

-México, ¿tanto se me nota?

-Solo el acento, ¿Qué te ha parecido Londres?

-No lo he recorrido, mi padre me lleva para todos lados, no he tenido oportunidad.



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En el texto hay: londres, italiana, lluvia

Editado: 23.04.2022

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