Storm

Parte II

El inicio de algo

31 de octubre del 2018.

   La música sonaba a todo volumen y más de cien cuerpos se movían al ritmo de esta, haciendo fluir el alcohol vertido en sus sistemas. Había princesas, vampiros, dioses, personajes de videojuegos y demás. Todos juntos siendo una misma alma.

   Halloween llego inesperadamente entre el frio viento de otoño y manifestaciones contra el gobierno. Luego de lo ocurrido en Brixton, varias hordas de protestantes invadieron Londres, mi padre solo los tachaba de imbéciles que no lo dejaban llegar a su trabajo, yo me reía en voz baja, pues esa era la intención de las marchas. Abel dice que muchos de los daños son provocados por los grupos de choque, lo demás surge por accidente, que no todo puede ser evitado, que hay cosas que simplemente deben pasar.

   Como hoy, tuve que asistir a un estúpido y aburrido baile escolar, para poder escaparme con Nicol y Will a la verdadera fiesta de Halloween. Luego de mi día con Abel, terminé reprendiéndolo cuando lo volví a ver, debo admitir que tenía miedo, bueno, me sigue dando miedo si les soy sincera, pero ahora entiendo todo lo que hacen, cuidan a las personas, les dan una voz a aquellas que no la tienen, son como una especie de Robín Hood.

   Todos parecen divertirse, hay parejas que necesitan un hotel, alcohol y escuche que están vendiendo algunas cosas para escapar de la realidad, yo no necesitaba nada de eso para divertirme, ni siquiera el alcohol, eso solo lo bebía porque se me antojaba, aunque después odiara lo que me provocaba.

   Regresaba a donde los chicos estaban, Will desde arriba de una mesa cantaba a todo pulmón la canción que estaba, mientras que Nicol y una bolita de chicas borrachas lo veían.

- ¿Ya te avergüenzas de él? –pregunte dándole uno de los vasos, cosa que me rechazó -. Es refresco, yo misma me fije de que lo acabaran de abrir.

-Nunca espero nada de ustedes y aun así logran avergonzarme –contesta mirando a Will.

-Al menos alguien se divierte.

-Lia, sabes que no le veo sentido a tomar y terminar vomitando, además, un paso en falso y Will en lugar de acabar entre las piernas de alguna chica, terminara de cara contra el piso –me río de lo que dice al tiempo que una nueva canción suena, haciendo que Will baje de la mesa y se acerque a nosotras.

   Le doy su bebida y se la toma como si fuera agua, Nicol y yo lo vemos extrañadas, Will no solía beber tanto.

- ¿Qué?

-Bájale a la bebida o terminaras de cara contra el suelo –lo regaña Nicol.

- ¿Por qué la trajimos? -me pregunto Will.

-Porque necesitábamos una niñera, o eso dijo ella- dije riendo a lo que Will me siguió y Nicol parecía a punto de golpearnos cuando algo llamo su atención.

-Vean nada más quien está aquí -dijo señalando a algo detrás de mí con la cabeza.

   El tiempo pareció detenerse por un momento, me gire y él estaba ahí, con Oliver y Erick, los tres vestidos de ángeles negros, contrastando con nosotros, mire a Abel notando que él ya me estaba viendo, le sonreí y en dos segundos comenzaba a poner realmente nerviosa. Se veía realmente bien vestido de negro, nunca lo había visto con algo que no fueran los uniformes.

-Haznos el favor de ir y saltar a sus brazos, para después besarlo como si no hubiera un mañana-  se burló Will, a lo que yo gire para enseñarle el dedo de en medio.

-Lia, ve con él, no creo que se haya disfrazado y venido aquí solo por alcohol- dijo Nicol.

-Tarde, están en tres, dos, uno…

   Acabo de decir Will cuando sentí su presencia, me giré, encontrándome de frente con sus ojos, ¿ya había mencionado antes que te puedes perder fácilmente en ellos?

-Sabía que estarías aquí- dijo y yo me puse aún más nerviosa.

-No sabía que estabas buscándome.

-Si bueno, quería verte, pero resulta que nunca te pido tu número- dijo y no pude evitar sonreír-. No la pasamos juntos la mayor parte del tiempo en la escuela, pero nunca se me había ocurrido pedírtelo hasta que quise invitarte a salir.

   ¿Dijo lo que creo que dijo? (creo que te iba a invitar a salir, no sé tú que crees que dijo), lo decía por la sorpresa, idiota.

-En fin, decidí ir a buscarte al baile ya que habías mencionado que irías con tus amigos de ángeles y pues, junte a los míos y los obligue a disfrazarse –dijo rápidamente, terminando con una sonrisa más que perfecta, ¿yo dije eso? -. Pero alguien al llegar me dijo que ya te habías ido y recordé esta fiesta, así supuse que vendrías.

-Y ¿por qué supusiste que vendría aquí? -pregunte lo más tranquila que pude.

-Tal vez no te conozca mucho, pero sé que nunca te perderías algo así -no pude evitar reír -. Te ves linda cuando sonríes, no supe que decir, solamente desvié la mirada.

-Debemos hablar de tú disfraz Cordelia, no combina con tu personalidad.

-En primera deja de decirme Cordelia y ese es el chiste de Halloween, ser algo que no somos.

-Bien Lia, ¿no te gustaría salir de aquí? –preguntó, pero antes de que pudiera responder, alguien más lo hizo por mí.



#7924 en Thriller
#4564 en Misterio
#29751 en Novela romántica

En el texto hay: londres, italiana, lluvia

Editado: 23.04.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.