Streaming de corazones

capitulo 1: La mudanza

Hoy lunes llegué al departamento con dos maletas y mi mochila, una de las dos maletas llena de libros y la otra toda la ilusión de empezar mi vida universitaria en paz... en realidad es mi ropa. Aunque, la verdad, quiero que este año esté lleno de paz y no de caos.

Arrastraba mi maleta como si pesara media tonelada. No es que llevara tantas cosas, sino que el ascensor estaba dañado y me tocó subir al quinto piso a pie.

“Nuevo comienzo”, me repetía una y otra vez, aunque la verdad mi entusiasmo se estaba evaporando con cada escalón.

El anuncio había sido claro: “Ambiente tranquilo, compañera de cuarto organizada, no fiestas”. Exactamente lo que necesitaba para sobrevivir mis años universitarios sin perder la cordura.

Metí la llave en la cerradura y sonreí con alivio. Por fin, un lugar donde todo estaría bajo control.

Empujé la puerta.

—¡Gente hermosa, bienvenidos a mi transmisión! —gritó una voz masculina desde el centro de la sala.

Me congelé. Frente a mí había un chico alto, despeinado, con una sonrisa tan grande como el aro de luz que iluminaba su rostro. Tenía el celular frente a él y hablaba directo a la cámara, como si fuera el protagonista de un show que yo no había pagado para ver.

Y entonces pasó: giró un poco el teléfono y, sin querer, yo aparecí en la transmición.

—¡Oh, sorpresa, tenemos visita inesperada! —dijo él, apuntándome con la cámara. Me acerqué al teléfono con la intención de tapar la cámara con la mano; sin embargo, fue una pésima idea.

Los comentarios comenzaron a llover en la pantalla:

¿Quién es ella?

La nueva novia del Noah

¡Roomie alert!

Se ve tímida, jajaja.

—¿Qué… qué es esto? —balbuceé, y me tapé la cara con la mano para no ser vista por la cámara del telefono.

Él me sonrió como si todo fuera normal.

—Soy Noah, tu nuevo compañero de depa. Y tú… acabas de hacer tu debut en mis redes.

Mi ojo derecho empezó a temblar. Esto no podía estar pasando.

—No. No, no, no. El anuncio decía que viviría con una chica tranquila. Una chica, ¿me entiendes?

Noah se encogió de hombros.

—Error de imprenta, supongo. Pero tranquila, soy ordenado… la mayor parte del tiempo.

Yo quería gritar, huir, devolver la llave. Pero algo en la sonrisa burlona de ese chico me hizo pensar que este sería el peor error de mi vida. No podía devolver la llave ¿A dónde iría? No tengo familiares en esta ciudad.

Y lo peor de todo es que, mientras lo fulminaba con la mirada, más de cinco mil personas estaban siendo testigos en vivo.

El universo se estaba riendo de mí. No había otra explicación.

***

Después de ese… momento incómodo, ahora estoy sentada en el sofá, con los brazos y las piernas cruzadas, lo más lejos posible de su celular, esperando a que termine su transmisión en vivo. No pienso desempacar mis maletas hasta que aclaremos el asunto.

—Nos vemos luego, Gente hermosa. No olviden darle like y suscribirse. ¡Nos vemos en el siguiente live!

Apagó su celular y lo dejó en la mesa de centro del sofá antes de sentarse justo frente a mí. Yo, toda seria; él, con una sonrisa de oreja a oreja. Entrecerré los ojos porque, de repente, me dí cuenta de algo: ¡se parecía al gato de Alicia en el País de las Maravillas! Y lo peor es que, mientras más lo miraba, más esperaba que desapareciera dejando solo esa sonrisa flotando en el aire.

—Tengo papeles que dicen que este lugar me pertenece —dije, rompiendo el hielo. Saqué el contrato doblado de mi mochila y lo agité como si fuera un escudo

Noah se encogió de hombros con una calma irritante.

—Pues tengo papeles que dicen lo mismo

Un silencio incómodo se instaló entre nosotros. Yo parpadeaba incrédula; él parecía estar disfrutando del caos.

—Debe ser un error administrativo —dije, tratando de sonar racional aunque el corazón me latía a mil.

—O una señal del destino —me guiño un ojo.

Quize gritar, pero solo suspiré.

Bienvenida a tu nuevo comienzo, Camila.

Estoy con bloqueo de escritor con mis otras historias. Soy una escritora de brújula y por el momento no tengo ideas para continuar mis historias, mientras busco inspiración, escribiré esta novela ligera de romance, ya que sin escribir no puedo vivir. Esta novela si la tengo organizada, no será largo, pero si entretenido.

¡Démosle la bienvenida a Camila y a Noah!




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