Siento la mirada de cierta persona quemarme la nuca, sé que está con los brazos cruzados esperando a que seda. Pero no me importa darle una respuesta y simplemente sigo guardando mis libros, mis ojos estaban llorosos desde que me levanté como si se tratara de una alergia.
Me paso el dorso de mi suéter por ellos para quitar la humedad que no me deja ver bien y aspiro mi nariz, la mano de la persona que me vigila se estrella estrepitosamente contra mi casillero y su cara está hecha una furia. Lo admito, si salte un poco del susto.
—En serio necesitas descansar, te miras de la mierda, faltan algunas clases creo que deberías irte a tu casa.
Volteo a ver a Andra y antes de hablar vuelvo a sorber mi nariz.
—Ya perdí casi dos días de clases con los entrenamientos extras y la competencia de la semana pasada, estoy atrasada con las tareas pendientes. A ti puede que no te importe mucho, pero a mí sí.
—¿Aún si tu salud está disminuyendo?
—Si, mi salud donde quiera mejorará, pero una mala nota se queda en el expediente de por vida.
—Ese puto expediente me importa un carajo.
—Y es por eso que estás yendo mal en sistemas.
—Esa clase es inservible. —Vuelvo a meter mi cabeza en mi casillero— Yo tengo las tareas de la semana pasada, puedes copiarlas de mi y mientras tú descansas hoy y puede que mañana también, yo haré las que nos dejen para que no te retrases.
Vaya que apreciaba el gesto que mis amigas tenían para conmigo, pero solo obtener las copias y ya, no era propio de mí. Es como si yo no hubiera hecho nada, nada más que valerme de alguien más.
—No quiero —El timbre suena dando inicio a la siguiente clase— Tienes algebra y yo biología. Deberías ir yendo.
Cierro mi casillero y me voy por el pasillo contrario, Andra y yo éramos igual de obstinadas, cuando peleamos sobra decir que nadie ganaba y todo queda en empate.
ALEC
Maldito horario, ¿Porque los viernes es cuando no coincido en ninguna clase con ella? Que estúpido. No la había visto y quería hacerlo, de alguna extraña manera no verla por un tiempo prolongado me hacía sentir... La sensación más cercana para describir mi emoción es: me sentía enfermo.
Salgo hacia mi auto cuando el timbre da por finalizado está semana de clases, alterno mis ojos en todas las chicas que se me asemejan de espaldas a ella, pero ninguna tiene cara de querer matarme como solo ella la sabe poner. Miro a Emily venir hacia adentro desde el estacionamiento, corro hacia ella para alcanzarla y le tocó el hombro para que voltee a verme.
—Emi que bien que te alcanzó.
—Oh si, estaba buscando a Jake. Supongo que no sabes dónde está.
—No, no lo sé. Lo siento.
—No te preocupes, pero dime qué querías.
—¿Sabes si Valesca ya se fue? No la encuentro.
—Creo que sí, hoy solo compartía la primera clase con ella, Andra estuvo casi todo el tiempo con ella, pero acabo de ver a Andra y no estaba con Vale. Perdón.
—Está bien, gracias por la ayuda.
Ella asiente y la dejo seguir con su camino y yo con el mío. Me subo a mi auto y conduzco hacia el gimnasio. Entro y voy directo a ponerme el traje de baño, si no la pude ver en la escuela al menos la vería aquí, aunque estaba pensando que ya estaba llegando tarde y Valesca se enfada de sobremanera cuando me tardo más de un minuto.
Tomo mis gafas de agua y voy caminando hacia la piscina que siempre usábamos para los entrenamientos, empujó las grandes puertas y cuando entro me sorprendo al ver la piscina vacía y a Noemí acomodando unas toallas en las escalinatas.
—¿Valesca aún no llega? —pregunto mientras me acerco a ella.
—Llamo una hora antes del entrenamiento y dijo que no podría hoy, tiene tareas que son prioridad, prometió entrenar el doble mañana. Pensé que te lo habría comunicado a ti primero.
—No, no lo hizo. Está bien, ya me hacía falta entrenar solo.
Me pongo las gafas y me tiró al agua, empiezo con el entrenamiento, mi cuerpo está flotando en el agua, pero mi mente viaja por las nubes. ¿Me está evitando? Es eso. Oh simplemente se le atravesó algo, que paranoico me había vuelto.
No me sorprende que no me lo haya dicho, parece ser que soy la última persona en su lista siempre. ¿Será así siempre? Puede que yo no haya hecho lo suficiente para merecer más de ella, solo la molesto y la fastidio sin parar, ya me dijo que no me odia, pero aún no me considera cercano. No puedo cambiar mi forma de comportarme con ella, porque con ella es la primera persona que en verdad soy como soy por dentro y por fuera. Ella no lo sabe, pero solo cuando estoy frente a ella y sus ojos me miran hasta ahogarme en el mar de su mirada es donde el verdadero Alec se para frente a ella. No el que todos miran.
VALESCA
El día se me hizo un suspiro, ni siquiera pasar la noche en vela me había servido para llegar a estabilizar mis deberes. El reloj frente a mi escritorio marcaba el medio día, era sábado. Mamá estaba en la iglesia con papá y mis hermanas. Era obvio por qué no había ido, le prometí a mamá dormir un poco, pero, aunque los ojos estuvieran cansados mi mente era un tren sin parada.