28. La despedida.

De todas las locuras que había hecho en el pasado y créanme que eran muchas y todas las fantasías que había tenido durante la adolescencia las mismas que anotaba en un libro que decoraba con recortes estaba superaba a todas esas.

Y me duele admitir que así  era como habia imaginado mí beso perfecto sería solo faltaba que la lluvia comenzará a caer y estaría la imagen completa.

Mientras su lengua repasaba a la mía los sabores de los helados que habíamos probado con Georgina y la charla vinieron a mí mente haciendo que mis manos presionaran  su pecho y lo empujaran  pero ese cuerpo que tantas veces me mantuvieron presa de colchones y otras superficies se inclino hacia mí y sus labios se agarraron a los míos como si su vida dependiera de ello por lo que en un destello de lucidez no tuve mejor opción que hacer algo que me recriminaron por el resto de la eternidad le aseste una bofetada que lo hizo retroceder.

-Qu…Que fue eso?- inquirió, masajeando la zona afectada -Que te sucede? - añadio-Te has vuelto loca?

-En serio tienes el valor para preguntarme que es lo que pasa conmigo? Y si, puede que lo haya hecho, a esta altura creo que si, que me he vuelto lunática, que he perdido la cabeza sin embargo no es por mí culpaz es por la tuya, es porque tu me plantaste ideas absurdas, me engañaste, me metiste en tus redes y me hiciste pensar que te dignarias a hacer las cosas bien. Jamás te exigí que la dejaras y vinieras corriendo a mí, simplemente necesitaba que eligieras o ella o yo y ni eso fuiste capaz de hacer- gruñó, dándole un golpe al suelo, descargando mí furia en el- Tu no puedes hacer eso, te gusta tenerla a ella y a mí comiendo de tu mano. Saber que nos tienes a tu entera disposición para que cuando te aburras de una vayas a la otra. Tu no pierdes, nosotras si. Más de lo que te imaginas.

-Por favor, Serena, permíteme que te explique- respondió, la súplica palpable en su voz- No…No es lo que p..

-No es lo que pareció?- masculle - Oh, estás insinuado que ver como ella te devoraba como si fueras un delicioso panecillo, como tu la sujetabas de la cintura o como acariciabas su rostro, fue una jugarreta de mí mente? Una alucinacion- agregué, dejando que el sarcasmo ganase terreno- No tengo tiempo para esto- farfulle, e intenté rodear su cuerpo para salir de allí.

Lamentablemente mí cometido no llego a concretarse, estuvo sumamente lejos de hacerlo cuando el me sujeto con cuidado de mí brazo, manteniéndome allí con él. Sin poder escapar.

-No, no puedes irte- murmuró, su dulce aliento chocando contra mí cara, las palmas de mí mano y cada fibra de mí ser morían por tenerlo cerca, piel con piel-No permitiré que eso suceda , cuando algo tan maravilloso y único como tu aparece en mi vida, no hay chance de que lo deje ir, y confia en mi, he probado cada metodo que existe, hasta medite- sonrió, como si me estuviese contando un divertidísimo chiste - Tristemente para mí cuando cierro mis ojos, tu apareces, cuando quiero dormir no puedo dejar de desear que estés ahí a mí lado en la cama y no Hanna, quiero sentir tu cabello en mí nariz, molestándome en el mejor de los sentetidos, tus manos, tocarte, sentirte, olerte, hacerte de comer , proteg…

Mí cerebro en un mecanismo de defensa bloqueo esto,en otras circunstancias habrian sido oro puro y las habria creido .

-Por favor, ven conmigo a tomar un café así te puedo explicar mejor todo…

Asenti a la par que una lágrima se desbordase por mí mejilla, excibiendome como la criatura débil que era.

Cómo podrán adivinar estaba desierto descuidado y viejo no había mucha concurrencia y era evidente que hacía mucho que esté lugar no tenía vida había tenido épocas más sobresalientes.

🧁🧁🧁 

-Te traje uno, se que son tus favoritos -comento dejando un muffin delante mío junto a una taza de café.

El olor hizo que mis tripas gruñeran en respuesta. 

Dios odiaba la manera en la que me conocía tan bien.

 -El  de Hanna también? - dije-  Porque  últimamente parece que coincidimls en mucho.Ambas estábamos enamorada del mismo tipo.

En cuanto dije eso quise arrancarme la lengua y arrojarla hacía el rincón de la esquina, que tan estúpida podía ser para exponerme así?

No sé que dolió más. El haberlo confesado o que él hubiese ignorado por completo mí declaración de amor.

-Esa mañana habíamos estado desayunando normal, manteniendo una charla corriente, del montón, me había despertado temprano, le prepare su platillo favorito, fue mí forma de disminuir el golpe, el que le daría cuando le anunciara que ya no quería estar con ella. Comimos en paz pero a ella le disgusto que no hubieran flores sobre la mesa y eso fue lo que inicio una pelea. Lo que justamente no quería.Por eso me ofrecí a ir al jardín a cortar algunas gardenias que eran sus favoritas - hizo una pausa, y escondió su incomodidad detrás de su taza- Al llegar la encontré con un trozo de su florero favorito ensangrentado en su mano y mí móvil en el otro, había encontrado el borrador que había escrito donde te informaba que lo nuestro había terminado.

Un grito ahogado salió desde el fondo de mí garganta.

-Afortunadamente llegue a tiempo y los vecin

os me ofrecieron ayuda para transportarla al hospital donde le hicieron unos cuantos puntos de sutura ya que la herida no era muy profunda, no para matarla aunque si para llamar mí atención - peino su cabello hacia atrás - Por eso mismo este fin de semana viajare a su pueblo para hablar con sus padres e insistirles que internar…

-Esto es mí culpa - susurré- Toda mí culpa.

-No lo es - afirmó acariciando mí mano con la suya-Esto viene de hace mucho.

-Me da igual que haya empezado ayer u hoy o hace dos años, yo acentúe está situación - sentencie y me solté de su agarre- Esto tiene que terminar, Carter- dije, condenandome a un profundo dolor - Hasta que tu y yo resolvamos nuestros asuntos debemos estar lejos el uno del otro. Tu no eres bueno para mí y tu no eres bueno para mi- me puse de pie y me acerque a él para besar su mejilla- No podemos continuar así…Adios- añadí con la voz estrangulada y el corazón hecho añicos.