30. Al final el amor triunfará.

El primer día de mí nueva vida no estaba siendo del todo sencillo no cuando al regresar a clases todo parecía haber cambiado, el aire de familiaridad ya no era el mismo posiblemente porque el rostro al que todos aquí nos habíamos acostumbrados se encontraba ausente. 

-Yo soy la señorita Delton - anunció una mujer que estaba en sus cincuenta años -La razón por la que yo estoy aquí y no el señor Princkett es porsue el tuvo que realizar un viaje de último momento.

-Y nos traerá souvenirs?- pregunto Claude, sacando a flote su rasgo más característico, el de ser el payaso de la clase.

-Lo dudo bastante, señor. Ha sido por motivos familiares y la urgencia aparentemente es a causa de un motivo grav…

Mí cerebro se desconecto porque honestamente no tenía sentido seguir oyendo su explicación en especial porque yo sabía la verdad detrás de su desaparición.

La culpa, un sentimiento tan habitual en mí vida comenzaba a cobrar fuerza dentro de mí.

-Aun así y a pesar de que él no esté aquí, mí colega me dejó en su despacho una nota informándome que había dejado preparado para ustedes un examen sobre la vida de Emily Dickinson, el cual debe ser tomado con carácter urgente .

Adivinen que? Claramente no o había estudiado para este, por lo que cómo podran imaginar, volque lo poco que recordaba sobre ella en la hoja de papel y me fue imposoble no sentir empatia por ella al pensar en cuan duro fue su pasar  por este mundo al no poder ser quien quería ser. 

Quien diría que tendría tanto en común con la famosa poeta.

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Cansada, con la mente agotada  y horas más tarde regrese a la hermandad la cual permanecía tranquila comparada con la actividad que tenía habitualmente y aprovechando la soledad y calma que me rodeaba, además de corroborar que permaneceria así por un buen rato tras,me senté en el porche con mí copia de Romeo y Julieta y una taza de café.

Estaba determinada a aprender mí parte libreto cuando el almohadón de al lado se hundió y Luna hizo su aparición , poniéndole fin a mis planes  aunque se lo agradecía porque honestamente no sabía si quería estar sola.

-Que estás haciendo?- inquirió, apoyando su cabeza sobre su rodilla, adoptando una pose bastante infantil.

-Hace unas semanas atrás y alentada por Sissy me anoté para las audiciones de la obra escolar, estoy detrás de un objetivo claro- sentencie- Obtener puntos para poder cambiarme de clase.

-Acaso no te gusta la que escogiste?- murmuró, confundida y diria que también un poco compungida por la circunstancia y la idea de mí abandonando un posible sueño.

-Mmmm, si. Algo asi- respondí sin entrar en más detalles.

Obviamente no me pondría a explicarle que me hacían falta para irme del salón que compartía con mí… Amante? Dudaba mucho que a ella le agradará enterarse que mí relación con el profesor iba mucho más allá de lo que sucedía entre esas cuatro paredes y que habíamos extendido nuestra interacción a ambientes no habituales  como la … Cama.

-Suena genial. Yo particularmente soy una gran fan de los romances - confesó, tocando su pecho.

-Y quien no?- suspire- El amor mueve al mundo y si se que es un comentario trillado y una concepción gastada que no puede ajustarse demasiado a los tiempos violentos en los que nos encontramos no obstante para mí lo hace. Te da ganas de levantarte de la cama, tiñe la ciudad de un color particular y te motiva a mejor y a prosperar.

-No podría estar más de acuerdo contigo- sentencie- Es por eso que amo las historia con feliz, esas que lo alcanzan  luego de que los personajes atraviesanciertas adversidades que los ponen a prueba y determinan si están hechos  el uno para el otro.

-En eso tengo que disentir contigo- conteste- Yo soy de las adeptas a la tragedia como la que envuelve a esta famosa pareja-sostuve el libro que había tomado prestado de la biblioteca en alto.

Y vaya que sabía de eso. Primero Jeffrey y luego Carter. Cualquiera podria decir que yo era de todo menos afortunada en el departamento del romance.

-Me gustaría juzgarte por ello, lamentablemente me toca sentirme identificada con ellos, hace unos años estuve en el lugar de la joven Julieta. Quizás no lo sepas pero Sol y yo venimos de  una familia acaudalada, muy rica , y si bien no tendría que quejarme de ello el dinero que tenemos como la posición económica que ocupamos no ha hecho más que trarme dedicha.

-A que te refieres?

-Cuando tenía 16 años me enamoré  de un chico que venía del Bronx, una zona sumamente marginal, su pasar no era el mismo que el mío y esto podría haber sido un factor determinante para condenarnos al fracaso sin embargo no fue así, nuestras diferencias nos unieron, nos hicieron inseperables. Bromeabamos con que era  como ese musical que marcaba las diferencias entre clases sociales.

- Hairspray?

-Amor sin barreras-  me corrigio.

-Nunca la he visto- afirme, sintiéndome como una farsante ya que me consideraba una gran fan de los musicales.

-Si te apetece el próximo viernes podemos verla juntas , se que las chicas irán a una fiesta en el club.

-Por que no irás?

-No es mí estilo- admitio- De hecho soy una muchacha bastante casera, prefiero quedarme en casa y atiborrarme de palomitas a estar  rodeada de cuerpos sudados y cerdos que se creen con el derecho de tocarte- puso los ojos en blanco.

Un gesto que me hizo reir.

-Pense que era la única rara que opina eso.

-Pues nos convierte en dos- rio- Tenía el presentimiento de que tu y yo nos llevaríamos de perlas , no por nada te estoy contando esto- agregó guiñandome juguetonamente- Mí sexto sentido intuía que eras alguien en quien podía confiar.

Mis mejillas se ruborizaron y un nudo se formó en mí garganta al tomar consciencia de que ella estaba abriéndose ante mí y no podía hacer lo mismo con ella.

-En fin, como tenía que suceder en estos casos en cuantois padres se enteraron de que yo andaba con él pusieron el grito en el cielo y se encargaron de usar cada recurso que se le cruzaba en el camino con tal de separarnos lo que conllevo a que yo escapase por el tejado, mintiera y engañara… Que puedo decir- se alzó de hombros - No me avergüenzo cuando uno está enamorado comete locuras y nosotros pensamos que ningún impedimento ninguna prohibición nos detendría hasta que lo hicieron… Demás está aclarar que esté cuento no tuvo un buen final.