33. Contigo lo quiero todo.

Se podía decir desde mí asiento que las cosas habían vuelto a la normalidad con la brisa del aire acondicionado golpeando de lleno en mí nuca pero desde que tuve esa charla con Sissy había una sensación que no podía quitarme de encima y era el pánico inmenso que crecía con cada segundo que pasaba.

Y micompañeras hablando sobre el tema en cuestión a mí lado no ayudaban demasiad.

-Es escandaloso lo que está sucediendo - comento la rubia a mí costado.

-Lo se- se mostró de acuerdo  inmediatamente su amiga-Una pensaría que eso solo pasaba en las novelas que veiamos con nuestras abuelas en las tardes o en los libros que leíamos de jovenes. La realidad superó a la ficción - bufo, tirando un mechón de cabello sobre su hombro.

Irónico que estuvieran en esta clase para defender al género y no hacer menos a las mujeres, sin importar sus acciones.

-Como crees que la haya conocido? En un curso? En un bar? En una conferencia?

Sus supociones y teorias las cuales me hubiese gustado que fuesen erróneas pero lamentablemente no lo eran

-No- respondio- Esas situaciones solo pueden originarse en sitios poco… Convencionales , debió de ser en una fiesta, seguro que si o en la barra de un lujoso hotel. Casi puedo verlo sentado en ella con un vaso de whisky en sus manos, su camisa desabotonada, dándole la labia para ganarsela y llevársela a la cama.

-Como fuese, y no es una sorpresa si lo que tu propones es cierto porque el tiene la pinta de ser uno de esos tipos que haría una cosa asi, la que está en desventaja aquí es ella. Cuan poco amor propio debes de tener para meterte en una relación consolidada?- inquirio- Por dios - exclamó - Que tan zorra regalada debes ser?

Esas palabras fueron como un puñetazo en medio del estómago, sin embargo me lo merecía, para que decir que no. Merecía lo peor.

-No estoy de acuerdo contigo- espeto la rubia- En mí opinión las dos partes comparten la culpa, él por no haberle dicho que estaba comprometido, por habersele insinuado, y por haberla buscado y ella por no haberse detenido al descubrir que no era un hombre que estuviese disponible. La única afectada es esa pobre muchacha, no me gustaría estar en sus zapatos, debe ser horrible enterarte de que el sujeto que amas con todo tu corazón, con el que te has comprometido y anhelas compartir tu vida es un “bragueta facil”.

-Y te cambia por una “pollera suelta”.

Okay era consciente de que no era el estandarte de la bondad y la moral, yo me lo había buscado a esto y en cierto modo estaban en su derecho de tratarme de esa manera, así fuese indirectamente, aún así ya me estaba hartando de su verborragia.

Afortunadamente Carter dio inicio a la lección en el momento justo porque si hubiese tenido que soportar esta tortura un minuto más no se que habría ocurrido.

O si. Seguramente con mí corto genio me habría ido contra ellas y esto se habría convertido en una escena de una película de terror.

Y sinceramente no podía arriesgarme a una nueva infracción que ponga en riesgo ni futuro.

Controlarme era la opción correcta.

-Ojala que en mí ausencia se hayan puesto  a tono con el material que he dejado- afirmo- He recibido sus exámenes y no estoy muy contento con los resultados- meneo su cabeza, enseñandonos su descontento -Me parece que tendré que poner mano dura con ustedes- bromeo.

Cada una de las personas que estaba allí río ante su chiste yo no. No podía cuando mi perversa mente me traicionó planteando una escena de lo más curiosa: yo en su falda, con lencería negra mientras el me daba azotes en mí trasero por haber sido una “chica mala”.

Tuve que cerrar mis piernas para contenerme e hice lo que pude para ignorar la sensación húmeda que se había formado entre ellas, en esa zona a la que él adoraba venerar.

Que podía hacer? El cuerpo quiere lo que el cuerpo quiere.

-Sin más preámbulos iniciaremos la lección de hoy y la elegida , gracias a Serena- me apunto- A quien necesito tener a mí lado ocupando su puesto de asistente, será Audrey Hepburn.De no ser por ella no podría estar aquí haciendo esto.

A mí me hubiese encantado poder explicarle que si él yo no podría hacer tantas cosas, no obstante no venían al caso.

- Pero hoy haremos las cosas de un modo distinto. Lo contaremos como un cuento- acomodo su corbata, la misma que le hubiese arrancado con los dientes- Se lo contaré como un cuento-aclaro su garganta Había una vez en Holanda una niñita llamada Audrey, que comía tulipanes.Pero no lo hacía porque amara las flores, sino porque tenía mucha hambre.

La vida en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial era dura: nunca había suficiente comida en la mesa y Audrey sentía a menudo el dolor del hambre en su estómago vacío. Los bulbos de tulipán no sabían bien, pero evitaban que muriera de hambre.Al crecer, Audrey se mudó a Inglaterra y se convirtió en actriz de cine.

Era admirada por todo el mundo por su figura elegante y su radiante belleza.

La buscaban los más famosos diseñadores y se convirtió en un ícono de la moda, distinguible por su vestidito negro, sus guantes largos y su tiara de diamantes. Tras el lanzamiento de su película más famosa, Desayuno en Tiffany’s, el «look Hepburn» se volvió tan popular que las mujeres solían vestirse igual, incluso visitaban la famosa joyería en Nueva York para pararse en el mismo lugar que ella.

-Y que más sucedió?- comento Jason que se destacaba por su roja gorra.

-Audrey quería hacer algo más que simplemente estelarizar películas y ser admirada por su ropa: deseaba ayudar a los demás, en especial a los niños pobres y con hambre, niños tan hambrientos como ella lo estuvo alguna vez. Dedicó su vida a apoyar a Unicef, la misma organización humanitaria que la ayudó cuando era una niña en medio de la guerra. Audrey creía que ningún niño debería pasar tanta hambre que tuviera que comer bulbos de flores.

Cuando murió, se nombró un nuevo tulipán blanco en su honor para celebrar el maravilloso trabajo que hizo con Unicef. Es una mujer digna de admiración - finalizó - Y su tarea para la semana que viene será ver alguna de sus películas y evaluar a sus personajes.