Su alumna favorita

59. Las consecuencias del amor

Podría haber dicho que estaba aliviada, que por fin las cosas estaban saliendo como yo quería, era como si después de tanto tiempo las piezas de este extraño rompecabezas fuesen ocupando el lugar que les correspondía, pero lamentablemente no era así. 

Habría sido bastante ridículo asumir que de hoy en adelante saldría de la cama y una melodía alegre me acompañaría dónde fuese mientras los colores en el exterior serían tan brillantes como el fuego que ardía en mí corazón.

No era tan boba, confíen en mí, si algo había aprendido con mis malas experiencias es que cuando algo bueno ocurre es solo momentáneo y era como un breve respiro que me daba la vida antes de someterme a una nueva tortura.

Y los indicios mostraban que está situación no sería distinta a las demás.

Entre por la puerta de la cafetería con la impresión de que si mis latidos se detenían de un instante al otro yo caería dura contra el suelo y no se si despertaria a pesar de tener aquí al principe encantador quien podria despertarme con un beso de amor verdadero pero... eso funcionaria? 

Se suponía que esto era algo que involucraba a las dos partes sin embargo con los últimos acontecimientos tenía la sensación de que estaba solo yo en este barco, el había saltado por la proa hacía mucho, solo que yo no lo quería ver.

-No tienes idea de cuánto me alegra que estés aquí-dijo sin quitarme la mirada cuando corrí la silla y tome asiento delante de él . 

-Que ?- pregunte -Acaso si no acudía me hubieses seguido al hospital? O la residencia? Puedo avisarte cuando tenga ganas de ir al baño para que te quedes fuera de la puerta . 

El esbozo una leve sonrisa la cual me dejaba muy en claro que en lugar de molestarle esto para él era de lo más divertido. 

-Lo haría -asintió -El único problema es que si el recinto sanitario se encontrarq vacío yo no podría contenerme y me metería allí mismo para recordarte que eres mía y demostrarte lo bien que me la paso siendo tuyo.

 Esto debía de ser una condenada broma. Es que hoy se había levantado con el único propósito de ponerme de los pelos? Si era así lo felicito, lo estaba consiguiendo. 

-Tuya? Mio? Disculpa pero eso ya no me es familiar. 

-No comprendo- dijo mientras bebia de un trago lo que quedaba en su taza de café. 

-Con qué autoridad puedes decirme eso si después tengo que enterarme de que andas por las calles paseando con una mujer y actuando como si ella fuese el amor de tu vida -masculle. 

Sus cejas se elevaron a la vez que sus ojos se abrían como si se tratara de un condenado búho. 

-Ahhh, ahora lo entiendo. 

-Entiendes que - bufé. 

-El porque fuiste a ese bar la otra noche con ese sujeto e ignoraste por completo mí mensaje, dejándome parado en el medio de la pista, observando como todos se iban con alguien a casa y yo permanecía solo. 

-Por lo que he escuchado eso no es 100% cierto. Además estás insinuando que yo tendría que haber dejado a ese pobre chico allí, solo, para escaparme contigo. 

-Si, básicamente es eso lo que yo deseaba. 

-Y por qué? Para que te rías de mí con tu nueva conquista? Por qué tendría yo que renunciar a la posiblidad de conocer a alguien más? 

-No es como si te la estuvieses pasando de maravillas -afirmó. Pude atestiguar en varias ocasiones como tu sonrisa no era ni de cerca genuina o como tu vista repasaba los cuadros en la pared intentando identificar a cada famoso que había pisado ese sitio. En este tiempo que hemos pasado juntos he aprendido a reconocer algunas... tendencias, si se les puede llamar de ese modo, y cuando te aburres sueles hacer eso, disociarte de la realidad con lo primero que se te cruce en el camino. Por lo que cualquiera se podría dar cuenta que no estabas interesada en ese sujeto y hasta me animaría a decir que estabas allí por obligación. 

-A ti que te importa -gruñi sin poder contenerme ya.

Su cuerpo se tiró hacia atrás como si realmente no hubiese estado esperando tal respuesta o comportamiento de mí parte.

-Deberias tener más  cuidado con esa  boca-me advirtió.

 Un comentario que me parecía tan ridículo y a la vez atractivo, posiblemente por el tono que estaba ocupando para hacer esa advertencia. 

-Por qué? Que es lo que haras -espete.

Quizás estaba loca ,y  fuese  probable que mí cordura hubiera abandonado el tren a esta altura pero cuando se inclino hacia mí tuve la sensación de que sus pupilas se habían oscurecido. 

-En serio te gustaría saberlo?

-Si señor repetitivo. 

-Okay escúchame con atención , si no estuviéramos aquí, y tuviésemos la chance de estar en nuestra propia burbuja de paz simplemente por tu comportamiento rebelde te llevaría a la cama y te pondría en mí falda para adorar y azotar ese bello trasero que tienes , mí palma ardería pero no tanto como la sangre en mis venas al escucharte soltar esos gritos que tanto amo, y que me vuelven loco, con los que he soñado todo este tiempo que hemos estado alejados y cuando aprendieras tu leccion te acostaría sobre mí colchón y te haría mía, no del modo en el que hemos estado haciéndolo-aclaro-Uno que extraño como loco si puedo confesar - añadio-No, no sería así te  torturia y te forzaria a pedir piedad, una que solo obtendrias a traves de mí po…

-Vale, lo capte-lo interrumpí-Creo que cualquier ser adulto lo haría…No  me deberías estar haciendo esta proposición a mí sino  a la muchacha con la que andabas paseando por las calles- plantee haciendo un gran esfuerzo para que mis celos no salieran a la luz . 

-Sobre eso es de lo que te quería hablar -informo con solemnidad.

-Lo siento, no estoy interesada en absoluto en lo que tengas para  decime.

-Pues, se que eso es pura patraña. Se nota que estas molesta por ello y desconozco quien ha sido la persona que te ha llegado con ese chisme -hizo una pausa- Existe una chance de que eso haya sido lo que te llevó  a aceptar la cita con el tipo con el que te encontré?




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