Arreglarme ahora que estaba a pocas horas de ver a Theo y Susan me confundía
No me gustaba lo que sentía, es más, ni siquiera lo sabía, ya no podía identificar mis propias emociones y sentimientos, esto era demasiado para mí, además no quería lastimar a Susan con nada de esto y tampoco lastimarme a mí misma.
Todo era tan confuso
- ¿A dónde iras? – cuestiono mi madre apareciendo por mi puerta
- A la plaza, cerca de aquí – dije sin dejar de aplicarme el protector solar
- ¿Con... Mikhail? – con su pregunta no pude evitar volver la mirada. Ella se veía ¿feliz?, supongo que Mikhail le caía demasiado bien, y la idea de nosotros juntos le agradaba
- No – dije claramente sin poder seguir mirándola – iré con dos amigos diferentes
- ¿Demi? – preguntó aún más curiosa que antes
- No – volví a responder, no tenia ganas de mencionar a Theo – son nuevos amigos, te prometo que te hablaré de ellos luego
- Bueno – aceptó sin dejar de mirarme
No dije nada y continue, pro era consciente de que ella quería saber algo más, algo que seguro yo no quería responder
°°°
Sali al fin de casa y me fue, y a poco de llegar me sentía mas que nerviosa, no podía dejar de jugar con mis pulseras y anillos, traté de controlarlo, pero no podía, me era imposible y para cuando quise dejar todo, escapar de aquí o no sé, ya estaba mirándolo, y él estaba mirándome a mi...
Traía su hoodie preferido, aunque era un día fresco. Camine un poco mas despacio y el hizo lo mismo
Él, porque Susan no estaba aquí
- Hola Theo – saludé con recelo
- Halley – saludó el, besando mi mejilla como era habitual en él, solo que ahora, me sentí incomoda
- ¿Y Susan? - pregunte buscándola con la mirada
- Me dijo que le salió algo, un imprevisto, no pudo llegar – informó.
Eso fue algo que yo no había contemplado, y la situación se tornó para mí menos amena.
- Podemos dejarlo para otro día entonces – ofrecí, sintiéndome en conflictos
- No – me detuvo – podemos..., podemos estar bien, los dos, somos amigos ¿no?
¿Lo somos?
Asentí dudando un poco
- ¿Vamos por un café? – yo no estaba bien con esto - ¿o prefieres un granizado? – ofreció seguramente para aplacar mi silencio
- Un granizado mejor – acepté
- Ambos caminábamos juntos, las personas a nuestro alrededor resultaban muy interesantes hoy.
O quizá Theo estaba menos interesante hoy...
Pedimos nuestras bebidas y seguimos caminando por algunos de los pasillos
- ¿Querías hablar conmigo? – pregunté esta vez
- Bueno... quería que pasemos tiempo juntos – reconoció y no pude evitar mirarlo extrañada y desconcertada – y con Susan por supuesto – añadió – pero ahora podemos recordar lo bien que la pasábamos antes de tener pareja
¿De qué estaba hablando?
- Y ¿Cómo estas con Mikhail? – preguntó, pero no era una duda normal
- ¿Mikhail? – pregunte pensándolo
Y en este precioso momento mi celular me avisó de una llamada
- Es Mikhail – le avisé para contestar.
No tenía idea de por qué podía estar llamándome, y aun así ya estaba atendiendo
- Halley ¿Dónde estás? – preguntó de inmediato de forma que no pude descifrar. Sonaba bastante agitado
- Hmm -pensé que debería decir – estoy en el mall mas cercano a mi casa, el del valle – avisé
- ¿Estás sola? – sonaba preocupado
- No – conteste rápido – estoy con... un amigo
Theo me miraba a la distancia, me había alejado para atender.
- Vine a tu casa - avisó
¿Qué?
- Tenia que darte algo, es urgente – avisó – iré para allá
- No – dije rápido – puedo ir a casa – intenté sonar más calmada
- Espérame ahí – fue más una orden
- Mikhail estoy con Theo – avisé entonces, con algo de pesar.
Un silencio ensordecedor se apropió de la llamada
- Voy para allá – sentencio y colgó
¿Qué podía hacer yo? Sólo esperar
- Mikhail viene hacia acá - avisé a Theo
- ¿Qué? ¿tu amiguito no puede esperar? – cuestionó sin ocultar su fastidio
- Es por algo importante – lo justifiqué
- ¿Están juntos? – preguntó
- ¿Eso es de lo que querías hablar? – respondí con otra pregunta
- Está todo el tiempo encima de nosotros, no nos deja en paz, es bastante pesadito, déjame decírtelo
- No quiero hablar de esto ahora, quiero que hablemos de lo que querías hablarme ¿Por qué metes a Mikhail? - empecé a perder la paciencia
- Porque quiero que hablemos de él - confesó
- Entonces no quiero - dije
Respiró profundo, era notorio que estaba algo exasperado
- Vamos a sentarnos - me llevo a una de las bancas que había aquí.
Aunque honestamente yo ya no quería hablar más.
- Creo que tú amigo nos está distanciando - la idea me pareció ridícula
- Creo que estás exagerando - fui clara - tu tienes a Susan - le recordé - tienes que darle tiempo a ella, no quiero estar en medio.
- Tu y yo hemos sido amigos hace mucho tiempo - recordó - ¿Por qué un tipo como Mikhail tiene que estar en medio? Tu y yo tenemos una conexión especial, siempre la hemos tenido.
Por algún motivo eso me dolió
- ¿Tu crees? - pregunté, no podía creer lo que había escuchado.
- Tu me entiendes, y yo te entiendo, nos necesitamos - dijo más despacio.
Recorrió mi cabello con su mano y luego acarició mi rostro, me quedé perpleja con eso.
- No déjemos que nadie lo arruine - lo tenía muy cerca, casi podía sentir su respiración, me quedé totalmente inmóvil, no era capaz de reaccionar
Hasta que escuché carraspear a alguien detrás de mi, y volví a la realidad, volví la mirada también, era Mikhail.