Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 5

Me moví en la cama y abrí los ojos de un golpe al sentir un cuerpo a la par mía, me tranquilicé al ver a Antonio profundamente dormido.

Y sobre su regazo el álbum que estábamos llenando, idea de él.

Desde el resultado del examen de embarazo, la primera ecografía del bebé, fotos de mi estómago plano, cuando empezó a hincharse.

Antonio quería registrar cada cambio de mi cuerpo en el embarazo.

Sabía que él hacia videos para el bebé pero no le preguntaba nada porque creo que él los guardaba para cuando ya no estuviera con nosotros y el bebé pudiese ver a su papá.

Me levanté despacio para no despertarlo, salí de puntillas del cuarto para dirigirme al mío, me sobresalte al escuchar pasos y al girarme me encontré con Bruno en vaqueros con el dorso descubierto, no pude evitar tragar saliva al admirarlo.

El desvío la mirada y sentí vergüenza al haber sido tan descarada.

- ¿Está bien Antonio?- se apoyó en la pared cerca de la puerta de mi cuarto.

- sí, está dormido - me acomodé un mechón de pelo detrás de la oreja.

- ¿el bebé está bien?- puse los ojos en blanco, al día me hacía la misma pregunta cómo mil veces y en la noche las hacia el doble.

- sí, el bebé está bien- me moví para abrir la puerta - quiero descansar.

- ¿Quieres algo? ¿Algún antojo?- no pude evitar sonreír.

- no quiero nada aún- mis antojos por el helado se hacían muy fuertes en la madrugada y le había tomado la palabra a Bruno literalmente, así que tocaba su puerta y él abría la puerta ya vestido, sabía que le tocaría salir a comprar lo que se me antojara.

- bien, descansa, ya sabes que me avisas lo que necesites- se dio la vuelta pero se detuvo- ¿Antonio va a ir a la ecografía?

- sí, ya por fin mañana sabremos el sexo del bebé.

No veía su rostro porque seguía de espalda.

- esperó no te moleste pero yo los acompañaré, quiero estar cerca de Antonio porque sé que será muy emotivo para él.

- no te preocupes eres bienvenido, eres su tío y sé que lo amas mucho así que puedes estar con nosotros.

- sí, soy su tío -camino hasta perderse en el camino.

Entre en mi cuarto y me acosté, me sentía cansada.

Desperté al sentir que me movían suavemente, abrí mis ojos y me encontré con el rostro cansado de Antonio pero con una gran sonrisa.

- Buenos días Greta, arréglate, mientras nos sirven nuestro desayuno.

- Buenos días Antonio, por tu sonrisa puedo ver que estas feliz- me alegraba verlo animado aunque Antonio siempre estaba sonriendo aún en los peores días que le tocaba vivir sobre todo después de la quimioterapia.

- hoy sabremos si tendremos una preciosa niña como su madre o un guapo varón como su papá.

Me levanté y lo abracé, ya era parte de mi día a día, abrasarlo fuertemente y tomar yo de su fuerza porque a veces sentía que por dentro me derrumbaba, cada día vivíamos temerosos que él se fuera antes.

Me separé de él y me fui a duchar.

Todo el camino a la clínica lo hicimos en silencio, Antonio observaba maravillado todo por la ventana creo que él saber que ya no podría estar más aquí lo hacía apreciar hasta lo más mínimo, yo miraba por la ventana y veía lo normal, árboles, gente, coches etc. pero Antonio se maravillaba con todo.

Desvíe la vista al toparme con la de Bruno en el espejo retrovisor, él iba conduciendo en total silencio pero pendiente de nosotros.

Nos sentamos en la salita a esperar que nos llamara el doctor y Antonio no dejaba de sonreír y moverse impaciente en su silla.

- Greta, buenos días, pueden pasar - el doctor nos hizo pasar amablemente.

Ambos se levantaron y Bruno pasó un brazo sobre los hombros de Antonio.

Pasamos, me puse una bata y me acosté en la camilla, ambos hermanos estaban a la par mía.

El doctor aplicó el gel en mi pancita me estremecí por lo helado e inmediatamente Antonio sujeto mi mano, cuando comenzó a mover el aparato por mi pancita empezamos a escuchar los latidos del corazón del bebé.

Antonio clavó sus ojos en el monitor y veía emocionado, el doctor nos sonrió.

-¿listos para conocer el sexo de su bebé?- el doctor se dirigió a Bruno.

Fruncí el ceño y apreté fuertemente la mano de Antonio.

- Antonio y yo estamos listo para saber el sexo de nuestro hijo.

El doctor asintió y dirigió su mirada al monitor.

Siguió moviendo el aparato en mi pancita y se aclaró la garganta.

- es una niña- Antonio sonrió y se agachó para depositar un beso en mi frente - gracias por mi hija.

- es una nena - Sonreí de alegría - tendremos una hermosa hija.

- me gusta el nombre de Alejandra - asentí con la cabeza, no iba a negarle el derecho de darle el nombre a nuestra hija.

- así se llamará Antonio.

Bruno se me acercó y abrazo a Antonio por la espalda.

- Felicidades por su hija - me sentía emocionada al saber que una personita crecía dentro de mí.

- Gracias Bruno - murmuré.

Antonio me ayudó a levantarme y en sus ojos cansados pude notar una chispa de alegría.

Salimos de la clínica y subimos al auto, Antonio iba absorto en sus pensamientos, pude notar que fruncía el ceño.

Cuando llegamos a la casa, Bruno iba a regresar a su auto para ir a su trabajo pero Antonio lo detuvo.

- necesito hablar con ustedes - se sentó y su expresión era sería.

Me senté y me preocupé al ver que Antonio no sonreía.

- desde que supe que sería padre ese ha sido mi motivo para seguir luchando - Bruno sólo metió las manos en su bolsillo y permanecía en silencio - pero hoy he pensado que mi hija no puede quedar sin padre - se movió en su asiento - sé que me has prometido hacerte cargo de mi hija y de Greta pero no es suficiente para mí.

Ambos nos quedamos viendo a Antonio.

- ¿qué quieres decir? - pregunté.

- se que Alejandra es real porque desearon hacerme feliz pero ahora la preocupación me está embargando.

- no tienes por qué preocuparte sabes que te di mi palabra y siempre la cumplo - murmuró Bruno.




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