No podía creer lo que me estaba diciendo Renato.
Alejandra fue planeada para ser la última felicidad de Antonio y él soporte de Clarissa y Bruno, jamás huiría causándoles mayor dolor, Renato no lo sabía y días atrás había pensado decirle la verdad pero ahora no pensaba lo mismo.
No me dejaría tranquila argumentando que me habían convencido por haberme acogido cuando me quede huérfana y se volvería un total fastidio, hasta podría arruinar la boda, le conocía.
No entendería que nadie me obligó que fuera una decisión que tomé por mí misma.
Negué con la cabeza y me separé de él, su actitud me desconcertada.
- yo quiero casarme - apretó las manos en un puño y apretó los dientes.
-¿Porqué un hijo de él?, ¿por qué no un hijo mío? - enarque las cejas.
- tú nunca quisiste un compromiso, no te gustaban los niños y a mí siempre me encantaron - encogí los hombros quitándole importancia al asunto.
- por ti hubiera aceptado, pensé que confiabas en mi, que me amabas - baje la mirada, Renato se notaba bastante dolido como para anunciarle que a la única persona que había amado había sido a Bruno.
- tú estás así por la lectura de manos, antes que te dijeran eso solo me veías como tu amiga con quien compartiste una historia.
Me miró molesto
- te amo Greta, entiéndelo - se me acercó y fue más rápido que yo.
Me sujetó entre sus brazos - creo que estas confundida, puedo hacerte recordar lo felices que fuimos juntos.
Me quedé quieta no quería lastimar a mi hija y no creía que Renato me hiciera daño.
- terminamos porque nos veíamos más como amigos que cómo pareja, no lo olvides y no confundas la realidad con lo que tu mente a creado producto de una adivina.
Me apretó más fuerte.
- se que no me mintió y no dejaré que mi felicidad me la arrebate un maldito que nunca notó que existieras hasta ahora.
Eso dolió, me iba a casar con Bruno pero por un compromiso que él tenía con su hermano, no porque él me amara.
- puede que hasta ahora me haya notado pero no necesitó que le leyeran el futuro para pedirme que me casara con el- se que fui cruel pero tenía que hacer reaccionar a Renato.
- suelta a mi hija - Renato aflojó su agarré cuando escuchó a Clarissa, estaba desprevenido y me solté.
Caminé hacia Clarissa quien no apartaba su mirada de Renato.
- estoy hablando con Greta - enfrentó a Clarissa - ustedes le están lavando el cerebro - Clarissa dio un paso al frente.
- nadie le está lavando el cerebro a mi hija- su rostro estaba rojo, sabía que Clarissa estaba muy molesta.
- como explica que de la noche a la mañana esté embarazada y a punto de casarse con un completo extraño.
- Greta es una persona adulta que toma decisiones por sí misma, y Bruno jamás ha sido un extraño, se conocen de toda la vida, en mi opinión el extraño en esta historia es otro.
Renato apretó la mandíbula y molesto miraba a Clarissa, ya esto se estaba saliendo de control.
- ¿señora? - el chófer de Clarissa
se había acercado, se suponía que nos esperaba afuera, aunque podía ser que Bruno tuviera algo que ver.
- Jacinto- mi casi suegra me tomó del brazo - me alegra que estés aquí.
-¿algún problema? - miré a Jacinto el cual le llevaba una cabeza a Renato y era un hombre corpulento, aunque ya su cabello negro estaba surcado de hebras de plata, no dudaba que en un enfrentamiento Renato saldría perdiendo, aunque parecía no importarle al susodicho.
- acompáñanos hasta el auto, lleva nuestras bolsas - Clarissa se puso delante mío, cuando Renato dio un paso hacia mí, Jacinto lo miró con el rostro imperturbable.
- si yo fuera Ud. no me acercaría a la Sra. - Renato hizo el intento de acercárseme e hice un movimiento con mi mano para que se detuviera, ya esto se estaba saliendo de las manos.
- te pido que me dejes en paz, estoy embarazada y estas perturbando mi tranquilidad, me casó por voluntad propia, nadie me está obligando, mientras tengas esta actitud que no es propia de ti, no me busques y acepta que no soy tu destino.
Su rostro cambio, hizo un gesto de dolor, sentí pena por él, pero no podía basar su futuro y su felicidad a lo que le dijo una adivina, respetaba que él era muy creyente de esas cosas pero no podía permitir que siguiera insistiendo en que yo era para él, lo menos que quería era que esta situación llegará a oídos de Antonio, él tenía que estar tranquilo.
Se apartó, avanzó como tres pasos para detenerse y mirarme.
- se que no serás feliz con ese hombre - Jacinto dio un pasó molestó hacia Renato, el cual ni le dirigió la mirada - así que yo estaré esperándote y seré un padre para tu hijo.
Clarissa me miró con recelo.
- mi hija ya tiene padre, Renato y no puedes predecir el futuro, así que no creo que sea infeliz - crucé los dedos esperaba que aunque no fuéramos felices tuviéramos una vida agradable.
- sabes dónde encontrarme, no te deseo que seas feliz porque es algo que no siento, estoy seguro que él único que te puede hacer feliz soy yo.
Clarissa me tomó del brazo y me instó a caminar, no pude evitar mirar hacia atrás y fijarme en Renato que nos observaba con las manos en los bolsillos de su cazadora, nunca pensé que Renato se fuera a obsesionar por las palabras de una adivina.
De una cosa estaba segura, esta historia no terminaba aquí, sabía que Clarissa y Jacinto le comentarían a Bruno este incidente y conociéndolo, él haría un gran problema.
Kgerals ❤
Editado: 30.12.2021