Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 11

El día había llegado, ¡mi boda! y aún no podía creer que me casaría con Bruno.

Sé que él lo hace por la palabra que le dio a Antonio, pero eso mi corazón no lo entendía, se hacía el sordo a las razones que mi cabeza le daba.

Me di un relajante baño y me puse mi sencillo vestido que era blanco por insistencia de Clarissa, le concedí su deseo de comprarlo blanco porque sabía que aún le dolía que no me incliné por comprar el tradicional vestido de novia, aunque nuestra boda sólo sería por lo civil, iríamos al registro.

Tocaron a la puerta y entró un sonriente Antonio, me mordí el labio al recordar que cuando llegue no hice lo que me pidió, que le mostrará el vestido y no había ido a verlo.

Se acercó y me entregó un delicado ramo de rosas rojas.

- estas bellísima - puso su mano en mi mejilla - cuando éramos niños, te veía como un ángel, tan preciosa y delicada.

Mis ojos conectaban con los suyos, Antonio transmitía paz.

- y hoy puedo asegurar que si eres mi ángel, tú me has dado una razón para luchar y siempre te lo agradeceré mi bello ángel- depósito un beso en mi mejilla- debemos irnos, Bruno se fue primero con mamá y esperó no te molestes pero quiero ser yo quien te llevé de la mano hacia mi hermano.

¿Cómo me iba a molestar por su deseo? Si era por él que el día de hoy sería la esposa de Bruno, por Antonio mi sueño de tener a Bruno a mi lado se estaba cumpliendo.

Le sonreí, tomé sus manos y las besé.

- tú eres mi ángel Antonio, tu sueño de ser padre se convirtió en el mío, amó a tu hija con todo mi ser y te prometo que la cuidaré y ella siempre sabrá de ti y te amará como te lo mereces.

- necesito me prometas algo - se puso serio - quiero pedirte que le enseñes a Alejandra desde que nazca a decirle papá a Bruno y que lo amé como a su padre.

Mi asombro sé que estaba reflejado en mi rostro, Antonio y sus peticiones siempre me asombraban aunque al final cedía ante lo que él pidiera.

Asentí, creo que eso era algo que iba a pasar por sí solo, la única figura paterna que mi hija conocería sería a su tío Bruno.

- se feliz Greta y hazlo feliz - me acercó a su cuerpo y me abrazó fuerte - no dejes que nada ni nadie destruya tu felicidad sobre todo yo. - fruncí el ceño, él me sonrió y se encogió de hombros.

Su móvil sonó y el sonrió al ver la pantalla

- ya saldremos hermano - lo escuché decir - no seas impaciente, la espera valdrá la pena eso te lo aseguró.

Colgó y guardo su móvil en su saco, tomó mi mano y sus ojos me miraban penetrante.

- hoy comienzas una nueva vida Greta, depende de ti que este matrimonio funcione, a mi hermano le aburren las mujeres rápidamente porque nunca le dicen no, son demasiado complacientes, aunque hubo una que yo tenía miedo fuera ella la elegida para ser su esposa.

Suspiró

- Carmen es una mujer vanidosa, caprichosa, egoísta y más cosas - se encogió de hombros - me alegra que seas tú quien se case con mi hermano.

Sonreí pero ahora me daba cuenta que a lo mejor Bruno la amara y por haber dado su palabra había tenido que renunciar a ella y yo estaría construyendo mi felicidad sobre el corazón roto de la pobre mujer.

 




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