Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 23

Me sorprendió no ver a Julieta alrededor de Antonio.

- ¿y Julieta? - me sentía mas relajada con Antonio sin la presencia de Julieta.

Con su mirada me decía que me detestaba, sé que se contenía en decirme lo que pensaba por Antonio y Bruno.

- volvió a salir cuando vino Sébastien- fruncí el ceño, no era propio de Julieta dejar sólo a Antonio, desde que llegó se convirtió en la sombra de Antonio.

-¿Sébastien? Me sorprende que haya salido de su casa- Bruno ladeo la cabeza

Antonio se quedó pensativo un momento.

- Sébastien es como tú hermano, le gusta tener el control de todo y lo que más odia es depender de alguien.

Suspiró

- pero ya no lo hará por mucho tiempo.

Bruno se puso serio.

- ¿Cómo así?

- Julieta investigó a través de su editor que él puede recuperar la vista- Bruno sonrió, podía notar que ambos hermanos apreciaban mucho a Sébastien.

Cuándo Antonio mencionó al editor, mi mente hizo clic, recordaba a Sébastien, era un hombre sumamente guapo e impresionante y un reconocido escritor.

Pasó muchos veranos en la casa pero nunca interactuamos, si pude apreciar lo guapo que era pero yo sólo tenía ojos para Bruno.

- ¿Cómo así? - Bruno se inclinó en su asiento.

- con una donación de córneas - Bruno se puso serio.

- tiene que buscar un donante, lo triste seria que no lo pudiera encontrar.

Antonio me miró para luego dirigirse a Bruno.

- ya tiene al donante.

Mi esposo sonrió y pude notar la felicidad en su rostro al saber que su amigo volvería a recuperar la vista.

- ¿Cuando se opera? -

- cuando su donante fallezca - Bruno se quedó en silencio, creo que ya había llegado a la conclusión de quien era el donante de Sébastien.

- ¿Cómo se lo tomó? - Antonio hizo una mueca.

- nada bien, prefiere quedarse ciego para toda la vida a cambió de que yo sobreviva, dice que ya muchas muertes hay en su vida.

Bruno suspiró.

- ¿Aceptará la donación?

Antonio asintió

- te aseguró que fui muy persistente y no le quedó de otra que aceptar.

La puerta se abrió y entró Julieta, reparó en mi y clavo sus ojos en mi vientre, hizo una mueca de molestia y pude notar que Antonio y Bruno no pasaron por alto el desprecio de Julieta hacia mi embarazo.

- Bruno, me encontré con Carmen- sentí que me tensaba, había tenido tranquilidad todos estos meses al no saber de Carmen, suficiente tenía con la antipática de Julieta.

Bruno solo se encogió de hombros, quitándole importancia pero Julieta no dejaría estar el tema.

- está sufriendo mucho- se pasó la mano por su cabello rojo.

- Julieta te aseguró que a nadie en esta sala nos interesa saber si sufre de verdad o si sólo finge como lo hace siempre - Julieta miró molesta a Antonio.

- eres insensible Antonio, ella y yo nos sentimos engañadas y traicionadas - me dirigió una mirada llena de odio - quién debería de llevar a tu hijo soy yo Antonio, ¿Cómo crees que me siento al encontrarme por toda la casa a esta mujer con su gran panza donde crece tu hijo?-

Antonio desvío la mirada.

- si no quieres verme, regresa a tu casa - está mujer me tenia al borde.

- Te crees la dueña de la casa pero yo soy la pareja de Antonio así que también tengo derechos en esta casa - se puso de pie - les anuncio que esta noche para la cena tendremos invitados - se giró para marcharse pero Bruno la detuvo.

- eres pareja de Antonio y si tienes derechos pero la dueña y señora es Greta al ser mi esposa.

Julieta se giró hacia Bruno molesta

- Antonio también es heredero y el hecho que esté muriendo no significa que te apropiaras de la parte de él, no permitiré que te aproveches de Antonio - Bruno apretó los puños y al ver como un músculo saltaba en su mejilla sabía que estaba luchando por controlarse.

- no tengo ninguna parte en esta casa Julieta, cuando me iba a ir a recorrer el mundo, le cedí mi parte a Bruno pero él sólo aceptó si se la vendía así que se la vendí, así que mi querida Julieta se podría decir que tú y yo somos invitados de Greta, porque está es su casa. - Julieta apretó los labios.

- mudémonos a mi casa Antonio - estaba roja casi del mismo tono que su cabello.

Estaba sorprendida porque no sabía que la mansión era sólo de Bruno.

- Antonio no va a ninguna parte, está es su casa y aquí nadie lo está echando- Bruno avanzó hacia ella - te pido que si realmente amas a mi hermano trates de comportarte porque él tiene que estar tranquilo.

Ella apretó los puños molesta pero asintió.

- voy a darme un baño para estar lista para la cena.

Avanzó hacia la puerta pero Bruno la detuvo.

- espero tus invitados sepan comportarse ante mi esposa, porque en menos de un minuto conocerán la salida y no de la manera amable que nos caracteriza.

Ella no se giró nos daba la espalda.

- Antonio sube por el ascensor, pediré te suban la cena a la habitación, tienes que descansar.

- ya subo.

Ella al salir se giró para verme con la mirada cargada de odio y no pasé desapercibida la sonrisa malévola que me dirigió.

Era un hecho, Julieta me odiaba y algo me decía que tenía que cuidarme de ella.

 




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