A la hora de la cena, me sentía ansiosa, sospechaba que Julieta me la haría pasar mal.
Bruno me observaba desde el balcón pero permaneció en silencio.
Cuando estuve lista, él se levantó y se acercó a mí, sostuvo mi rostro en sus manos, desde el fatídico día de nuestra boda no habíamos tenido contacto.
- espero con ansias el nacimiento de Alejandra- sonreí porque sabía que él deseaba tener entre sus brazos a mi hija.
- no es solo porque quiero conocer a Alejandra, quiero hacerte mía.
Me pase la lengua por los labios
- eh, no es peligroso para el bebé, que nosotros... suspiré.
A Bruno se le oscurecieron los ojos, no resistí y le pasé los brazos por su cuello y lo atraje hacia mí, entreabrí los labios y suspire de satisfacción, al sentir sus labios.
Nos perdimos en el beso, sentí las manos de Bruno posarse en mi trasero y pegarme a su pelvis, sentí su erección y involuntariamente se me escapó un gemido.
El me levantó entre sus brazos y camino hacia la cama sin que ni uno de los dos rompiera con el beso.
Dejó mis labios para besar mi cuello, sentía que mi cuerpo ardía por él ,desabrocho mi blusa y contempló mis senos grandes y llenos debido al embarazo, pude notar que le gustaban y me hizo sentir irresistible .
Bruno apretó los labios de frustración cuando tocaron la puerta, quise llorar de frustración.
Él se levantó y me ayudo a hacerlo yo, me abroche la blusa bajo la atenta mirada de Bruno.
Se dio la vuelta y abrió para encontrarnos con Julieta al otro lado de la puerta.
Nunca llamaba a nuestra habitación y precisamente en el mejor momento con mi esposo tuvo que ser inoportuna.
- la cena ya estará lista, tu madre ya está con nuestra visita.
Bruno sonrió con ironía.
- será tu visita Julieta, por nuestra buena educación los acompañaremos.
El extendió su mano para tomar la mía, miré a Julieta quien sonreía, algo que no hacía muy común, si no fuera porque conocía desde niña a la cocinera no hubiera probado la cena, no confiaba en Julieta.
Avanzamos detrás de Julieta que caminaba muy segura.
Cuando entramos a la sala me fijé en el caballero que conversaba con Clarissa pero mi mirada viajó a la figura enfundada en un vestido rojo que estaba segura había practicado la pose de mujer fatal, Carmen me recorrió de arriba abajo para sonreír burlonamente.
Se movió como una pantera cada movimiento que hacia gritaba sensualidad, desvíe mi mirada a mi esposo que no quitaba la mirada de Carmen, sentí como los celos me carcomían.
Vi a Julieta de reojo y la sonrisa de satisfacción me decía que se sentía ganadora en esta batalla, busqué a soltarme de Bruno, no quería ser testigo en primera fila como mi esposo se babeaba por su ex novia, pero el apretó mi mano para que no me soltará.
Levante la vista y me topé con su mirada interrogante, Carmen se puso enfrente nuestro y muy seductoramente se dirigió a Bruno.
- querido me alegra verte- se acercó más a Bruno y puso su mano en su brazo- me gusta que lleves puesta la camisa que elegí para ti.
Inmediatamente miré a Bruno y la camisa que desde ya la odiaba, él frunció el ceño.
- no lo recordaba - el señor se acercó a nosotros con una gran sonrisa y extendiendo su mano.
-Bruno, me alegra verte, cuando Carmen me dijo que estábamos invitados esta noche a cenar a tu casa me alegre mucho, tenemos que reunirnos, se qué acabas de adquirir un nuevo hotel, podemos discutir que tienes en mente, si quieres conservar la fachada ó... -Bruno lo interrumpió.
-Augusto, déjame presentarte a mi esposa, Greta Williams - el señor me miró sorprendido por su reacción nos podíamos dar cuenta que él desconocía el matrimonio.
-¿esposa?- miró a Carmen con el ceño fruncido-¿desde cuándo?
- desde hace 3 meses - le contestó Bruno.
El señor se puso serio.
- ¿y mi hija que papel ha jugado estos tres meses en tu vida? -su mirada era fría.
Bruno miró a Carmen y luego a su padre.
- ninguno, no la he visto en todo este tiempo.
Carmen tenía apretado los labios, su padre le lanzaba miradas de reproche, no entendía la razón.
- comprendo- Augusto se movió hacia mí y extendió su mano - es un gustó conocerla señora, su esposo es un amigo muy querido para mi, para cualquier cosa puede contar conmigo.
Asentí cuando le estreche su mano, padre e hija eran diferentes, él era alguien amable.
- pasemos a la mesa - anunció Clarissa.
Bruno avanzó conmigo pude notar que Carmen se adelantó para sentarse a la izquierda de Bruno, él que era mi lugar, Clarissa ocupó su silla, sabía que Julieta y Carmen me querían lejos de Bruno, me moví para sentarme a la par del padre de Carmen pero Bruno me detuvo.
-como dueña y señora de esta casa, dirigí tú la mesa- movió su silla y me ayudó a sentarme, la furia en el rostro de ellas era épico.
Por primera vez decidí actuar como ellas, las miré a ambas con una sonrisa triunfante.
Julieta me vio con odio y pude notar una promesa, le devolví la mirada y esperaba que entendiera el mensaje: cualquier cosa que ella hiciera para destruirme, yo estaría esperándolo y no saldría derrotada.
Amaba a Bruno y no iba a permitir que los juegos malévolos de ambas me ganaran.
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Kgerals💟
Editado: 30.12.2021