Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 32

Nos quedamos contemplando un buen rato a Alejandra.

La enfermera en jefa, la sacó de la incubadora y la depositó en mis brazos, Antonio y Bruno estaban a la par mía, uno a cada lado podía ver la emoción en sus rostros al ver esa personita tan perfecta que la amábamos con todo nuestro corazón.

Estreche a mi hija en mi pecho y sentí una inmensa felicidad, amaba ser madre.

Miré a Antonio, agradecía que su deseo de ser padre, me permitiera tener en mi vida a Alejandra.

- sostenla - le pedí, estaba un poco nervioso pero no dudo en ocupar mi lugar y sostener entre sus brazos a su hija.

El cuadro me produjo un nudo en la garganta, mi hija llegaba al mundo y Antonio estaba por despedirse de él.

Julieta se acercó a ellos y sacó su móvil para tomarles una foto, sin querer ella había cumplido mi deseo que la primer foto de Alejandra fuera con Antonio.

Me extrañaba su comportamiento no era la misma antipática que había vivido en mi casa todos estos meses, quería pensar que era el efecto de mi pequeñita en su duro corazón.

Bruno miraba con anhelo a mi hija pero se mantuvo al margen estos momentos eran de Antonio y nadie quería robárselos.

Le habían hecho unos últimos estudios a Alejandra y pedía a Dios que fueran buenas noticias y mi pequeña estuviera ya fuera de peligro.

Acaricié su cabecita, Antonio la contemplaba con amor, tristeza, alegría, dolor eran tantas emociones que él reflejaba que no sabía definir exactamente lo que él sentía en ese momento.

- Antonio tienes que descansar - Julieta depósito un beso en la cabeza de Antonio y miraba con ternura a Alejandra.

Esperaba que su cambio no fuera momentáneo producto del susto que vivimos y aceptará a Alejandra como parte de la vida de Antonio.

Bruno ayudó a incorporarse a Antonio y me miró como pidiendo permiso en cargar a Alejandra, asentí y el la cargó con mucho cuidado, la besaba y sonreía mostrando los dientes.

Le susurró algo en su oído pero no alcance escuchar, el me miró con recelo asegurándose si no había escuchado.

Me encogí de hombros, si él no deseaba compartir conmigo lo que le dijo a mi hija, yo no lo presionaría.

La acomodamos en la incubadora y nos quedamos ambos a su lado, yo no quería separarme de mi hija, la paz llegaría a mi corazón cuando nos dieran los resultados de los últimos estudios.

No supe en qué momento me quedé dormida sosteniendo la diminuta mano de mi hija.

Escuché a Bruno hablar en murmullos y levanté la cabeza esperando que fuera el Dr. para darnos las buenas noticias.

Mi corazón de madre me decía que mi pequeña estaría bien.

Bruno y el Dr. se despidieron, se acercó con una gran sonrisa en su rostro, miró a Alejandra y sin dejar de verla me dio la maravillosa noticia.

- Alejandra esta fuera de peligro, nuestra pequeña lo logró.

Incline mi rostro y le dije " gracias a Dios "mi bebé lo había logrado, su llegada a mi vida fue fuera de lo común, una petición de cumplir el deseo de Antonio de llevar en mi vientre a su hijo, hoy me convertía en la mujer más feliz del mundo por ser la madre de Alejandra, nuestro milagro.

 




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