Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 36

Creo lo más difícil fue dar el último adiós a Antonio, todos nos quebramos, no podía creer que no escucharía más "mi dulce Greta", no habría más el abrazo y el beso en las mañanas.

Bruno el hombre duro, se quebró y lloró amargamente, me abrazó fuerte y ambos llorábamos como niños.

Ese día el cielo amaneció gris, como estaba nuestro corazón, sentí que hasta el cielo lloró por la marcha de Antonio cuando comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia.

Llegamos a una casa vacía, cada quien se encerró en su cuarto a lidiar con su dolor, menos Bruno que nos dejó en la casa y se marchó sin rumbo.

El llanto de Julieta llegaba hasta mi cuarto, sentía pena por ella, no de apartó de él en ningún momento desde que llegó a la casa.

Y así pasaron los días todos sumidos en el dolor y aún sin aceptar la pérdida.

Bruno se alejó tanto que casi no lo veía, sólo encerrado pasaba en el estudio, la única que veía a mi esposo era Alejandra, a quien no dejaba de visitar a su habitación, trataba de acercarme a él pero no me dejaba y decidí dejarlo sanar sólo sus heridas.

En la madrugada me levanté para verificar si Alejandra estaba bien, vi la luz encendida en su habitación y me detuve en la entrada de la puerta, Bruno estaba de rodillas enfrente de su cunita, llorando.

- lo hicimos feliz mi pequeña, él me lo dijo- me mordí el labio- no puedo creer que ya no esté...

- Bruno... -el levantó el rostro bañado en lágrima, me dolía verlo así.

Sus ojos estaban rojos h cansados, me daba cuenta que ni estaba durmiendo.

Caminé despacio hacia él y quise tocarlo pero se apartó.

- perdona se que quieres ayudarme, pero necesito estar solo, necesito entender porque lo perdí, él merecía vivir, merecía cumplir sus sueños, si hubiera podido hubiera cambiado de lugar, lo amo Greta, era mi hermanito.

Me sentía impotente al verlo llorar y no poder abrazarlo.

- Antonio estaría molesto al verte así - el levantó el rostro y me vio, pude darme cuenta que había bebido.

- él no se molestaba conmigo, por ser su hermano mayor él creía que yo hacia lo correcto - se pasó la mano por el pelo - aún cuando me porte como un maldito mentiroso.

-¿de qué hablas Bruno?- el me miró sorprendido era como si hasta ese momento hubiera notado que no estaba hablando sólo.

- de nada en particular, sólo que yo no era perfecto pero mi hermanito así me veía.

Sonreí

- él sabía que no lo eras Bruno, ve a darte una ducha y descansa.

El me ignoró y se acercó a la cunita, sus ojos estaban clavados en Alejandra quien dormía plácidamente.

- es lo único bueno que he hecho por mi hermanito, hacerlo feliz, aún cuando me dolía el haber renunciado pero mi corazón me decía que era lo correcto.

Fruncí el ceño no entendía de que hablaba mi esposo.

- ¿Bruno? - me giré y vi a Julieta en el marco de la puerta - creo deberías descansar, no creo estés en la mejor condición para hablar con Greta - los vi a ambos.

- ya no importa nada - se tambaleó, me apresuré a sostenerlo.

- si importa, no olvides a Alejandra, la asustarás con tu escándalo- cuando Julieta le habló de mi hija, él se quedó quieto, sus ojos se volvieron q detener en mi hija y las lágrimas escaparon de sus ojos.

- ¿Crees que ella algún día me perdone? - no entendía de que hablaban y la curiosidad me mataba- lo hice por amor.

Julieta se acercó a la cunita y miró a mi hija.

- lo entenderá cuando lo sepa.

-¿de qué hablan? ¿Es de Alejandra que hablan? - Julieta me miró y se mordió el labio.

- no te preocupes Greta- apretó mi mano, aún no me acostumbraba al cambio de Julieta.

- Ayúdame a llevar a Bruno a la habitación, tiene que descansar - ella asintió y se posicionó al lado de él, pasándole el brazo por la cintura.

El no se movió, no quería separarse de la cunita.

- cuando estoy con Alejandra siento que estoy cerca de Antonio.

- Bruno, la niña tiene que descansar y apestas a alcohol, no es sano para Alejandra.

El asintió y empezó a caminar.

- la amó, aún antes de que naciera ya la llevaba aquí- se señaló el corazón

- lo sé -murmuré.

Entramos a la habitación y lo sentamos en la cama, Julieta me ayudó a quitarle los zapatos.

Lo acostamos y cuando iba a enderezarme, él tomó mi muñeca.

- no te merezco, tú me dejarás y acabarás conmigo si me la arrebatas, la amó Greta - fruncí el ceño, no entendía la actitud de Bruno.

- todo está bien Bruno - me quedé a su lado mientras dormía.

Apague la luz y me dirigí a apagar la luz del cuarto de Alejandra.

Julieta estaba a la orilla de su cunita.

- es preciosa - me miró.

Asentí

- mañana me marchó a la casa de la playa - me quedé en silencio - es lo único que le pedí a Antonio, ahí fuimos felices, y quería conservarla, si necesitas descansar en algún momento, puedes llegar, ambas son bienvenidas.

- ¿Porqué cambiaste si me odiabas?- me crucé de brazos.

- no te odiaba, te tenia celos por llevar a su hija- se mordió el labio - cuando te vi en el suelo rota, tuve miedo de que lo único que quedaría de Antonio, muriera -sonrió - perdóname.

La miré

- sé que es difícil pero me gustaría que llegáramos a ser amigas, ustedes son la familia de Antonio - me acerqué y la abracé, era tiempo de comenzar de nuevo y Antonio estaría feliz al hacer las paces con la mujer que el amaba.

- me gustaría Julieta.

Ella se secó las lágrimas

- no te preocupes por Carmen, no volverá a molestarte, ella realmente no ama a Bruno, sólo su dinero y conoció a un árabe que nada en dinero así que los dejará en paz.

Sonreí y la vi marcharse del cuarto de Alejandra.

- Antonio donde quiera que estés espero te sientas feliz porque hicimos las paces.

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Kgerals ❤




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