Su Hijo [serie Arévalo #1]

Capítulo 38

Me sentía la peor mujer del mundo, no olvidaba la mirada de dolor que me dedicó Clarissa, no tuve el valor de contarle la verdad, solo le dije que necesitaba desestresarme, me dolía el corazón y el alma, amaba a Bruno pero él me había mentido.

Miré a mi hija que dormía en mi pecho, tan inocente, la hija de Bruno, el hombre que había amado toda la vida.

Me bajé del taxi y me acerqué a la terraza, el taxista me seguía molesto por cargar las pocas pertenencias que llevaba, esperaba que Julieta estuviera en casa, en mi deseo de salir de la casa, olvidé llamarla, lo menos que deseaba era andar con un bebé de un lado hacia otro.

Toqué la puerta y me alegré de ver a Julieta cuando abrió la puerta, ella me miró y luego al pequeño equipaje, si se sorprendió lo disimulo muy bien.

- Greta, pasa - se apartó y nos dio lugar para que entráramos a su casa.

El taxista puso mi equipaje y extendió la mano para que le pague, le pagué y se marchó.

- ven, acuesta a Alejandra en la habitación de invitados- la seguí- le pediré a Ramón que armé la cuna portátil que traes para que Alejandra esté cómoda.

Acomodamos a la niña en la cama de manera que no se cayera, Ramón quién creo era el jardinero de la casa, se llevó la cuna para armarla, nos sentamos frente a un ventanal que daba al mar, estaba pendiente de Alejandra.

-¿quieres un refresco? - asentí.

Julieta se levantó y salió del cuarto, me quedé sumida en mis pensamientos, no podía creer que todo este tiempo estuve viviendo una mentira.

Julieta entró con una jarra de refresco y dos vasos, me sirvió y se quedó en silencio.

Luego de respetar mi silencio no aguantó y habló.

- ¿dónde está Bruno?- cerré los ojos por un momento, escuchar su nombre me dolía.

- yo...-suspiré - lo dejé

Ella abrió los ojos como platos

- ¿de qué hablas? - no sabía si era correcto hablar con Julieta del tema, hasta hace poco ella era declarada mi enemiga.

- no quiero hablar de eso - ella me miro y luego desvió la vista hacia el horizonte.

- No te obligaré a hablar, solo déjame decirte que espero tú no cometas los mismos errores que yo cometí con Antonio, el orgullo hizo que perdiera casi un año lejos del hombre que yo amaba y él me amaba a mí, Greta, si él no me hubiera buscado yo estaría viajando, disfrutando de la vida y él hubiera muerto.

- Julieta... - quería que callara, no quería escucharla.

- ¿sabes? Antonio me dijo antes de morir que él estaba agradecido contigo porque le aconsejaste buscarme para arreglar nuestras diferencias, solo te pido que sigas tu propio consejo Greta - apreté los labios.

- lo que sea que hizo que tú y Antonio se hallan alejado te aseguro no es comparado a lo que estoy viviendo con Bruno.

Ella sonrió y tomó mi mano, se sentía extraño sentir muestras de afecto de Julieta.

- Greta, confía en mí y cuéntame, puede que yo te ayude aunque no lo creas.

Me quedé en silencio, no sabía que reacción tendría Julieta al saber que la niña que le costó aceptar no era hija de Antonio.

Me encogí de hombros, no tenia con quien hablar y ya no perdía nada con contarle la verdad.

- yo... - me pase la lengua por los labios - descubrí que Alejandra no es hija de Antonio - la miré esperando su reacción pero ella solo me miro y sonrió.

- ¿así que ya lo sabes? - fruncí el ceño, no podía ser que Julieta conociera la verdad.

- ¿tu lo sabías? - ella asintió y tomo mi mano entre las de ellas - ¿quién mas sabe de esto? - intenté soltar mi mano, parece que solo Antonio y yo vivimos engañados.

- Greta, no te soltare hasta que me escuches - ambas nos miramos - por tu pregunta me doy cuenta que no hablaste con Bruno.

Negué con la cabeza.

- él me mintió, no tengo nada que hablar con él - Julieta me miró y me sujetó más fuerte.

- él solo te omitió la verdad - me sentí molesta porque lo defendía, ella debería estar feliz porque al final, otra mujer no había tenido el hijo de Antonio.

- mintió Julieta, desconozco el motivo por el que nos hizo creer a Antonio y a mí, que Alejandra era hija de Antonio.

- Greta, es tan simple, Antonio era estéril - abrí la boca sorprendida.

- pero, no entiendo, si él era estéril, ¿porque me pidió que tuviera un hijo de él?

- él no sabía que era estéril, antes que interrumpas - levanté una ceja, no me dejaba hablar - déjame decirte que Antonio sabia que Alejandra no era su hija.

 




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