Lo miré y me mordí el labio, me puse de pie y pasé a su lado.
-¿Greta? -me acerqué a mi hija.
- Bruno, sé que amas a Alejandra pero ¿estás dispuesto a vivir tu vida entera conmigo sólo por estar con ella? - no lo escuché caminar hacia mi sólo sentí sus brazos rodearme por detrás y su aliento en mi nuca.
- no lo has entendido, yo te amo, desde que aceptaste ser la madre del hijo de Antonio, te admiré por tu valor y cada día te empecé a amar más - sentía que mi corazón latía fuerte de felicidad - ¿ Crees que algún día podrás amarme? Si no consigo enseñarte a amarme, te doy mi palabra que te dejaré ir.
- Bruno yo no - sentí que se tensó y me soltó, me giré y vi su rostro, sus ojos me miraban atormentado - yo no puedo aprender a amarte, porque te amo desde hace mucho tiempo, creo desde que te conocí - me tiré en sus brazos, lo extrañaba.
- mírame -levanté el rostro y le sonreí - ¿es cierto? - asentí y cerré los ojos al sentir el roce de sus labios.
Ambos nos besamos con ternura, era nuestro primer beso de amor.
- no vuelvas a dejarme -apoyo su frente con la mía - he vivido las horas más difíciles sin saber de ti y mi hija, me enteré que te buscó Renato y tenía miedo que les hiciera daño.
- te amo Bruno- él cerró los ojos - y te perdono, entiendo tu amor por Antonio y los motivos que tuviste para hacerlo, tomaste la mejor decisión gracias a ese sentimiento hoy tengo a Alejandra - abrió los ojos y por primera vez desde que murió Antonio, él volvió a sonreír.
- no mas mentiras Greta, te doy mi palabra - escuchamos el llanto de Alejandra y no me moví, él me vio con ansias.
- carga a tu hija Bruno, creo se ha dado cuenta que su padre está aquí- él se dirigió a la cuna y con suavidad cargo a Alejandra.
- no sabes cuánto anhele poder llamarte hija sin ser a escondidas - besó su carita.
Le di de comer a Alejandra y su padre se encargó de acostarla, por primera vez entendí lo difícil que debió ser para Bruno estar en segundo plano en la vida de Alejandra pero él todo lo aceptó por amor a Antonio.
- mañana nos vamos - levanté el rostro y vi paz en el rostro de Bruno.
- debo hablar con Julieta - salimos del cuarto.
Julieta estaba en la terraza con una bebida en su mano, nos miró y sonrió, puso su bebida en la mesita y se puso de pie, me acerqué a ella y la abracé.
- Gracias por ayudarme y llamar a Bruno
- somos familia y la familia se ayuda - sonreí ante su sinceridad- también te la debía por todos los malos ratos que te hice pasar.
Los tres nos sentamos en la terraza.
- Antonio me entregó esto para ti - extendió un sobre - me dijo que yo sabría el momento en que te lo debía de entregar.
Asentí y vi su letra en el sobre, conversamos de todo por un rato hasta que nos sentimos cansados y nos fuimos a la cama.
Desperté cuando estaba amaneciendo y miré a Bruno que dormía profundamente, él desde antes que se marchara Antonio había dejado de dormir bien, y me sentía feliz al verlo que por fin estaba descansando.
Me levanté y me puse la bata, tomé el sobre de la mesita y me senté enfrente del ventanal.
Leí el sobre
Para Greta.
Rasgue el sobre, y saqué el papel arrugado que sabía que era la lista de deseos de Antonio, acompañada de una carta.
Solté el aire, me sentía nerviosa, decidí revisar la lista de deseos primero.
"Mis últimos deseos pero los más importantes de toda mi vida".
1- Ser padre ✔
2- elegir a la mujer que será una excelente madre para mi hijo✔
3- ayudar a que Bruno y mamá sean felices.✔
4- hacer las paces con Julieta.✔
5- volver a acampar bajo las estrellas.✔
6- nombrar a mi hijo como mi heredero universal en mi testamento.✔
7- donar las corneas de mis ojos a mi mejor amigo.✔
8 - R̶e̶̶v̶̶e̶̶l̶̶a̶̶r̶̶ ̶̶la̶ ̶̶v̶̶e̶̶r̶̶d̶̶a̶̶d̶̶ ̶✔
9- ̶ ̶P̶e̶̶d̶̶i̶̶r̶̶ ̶̶p̶̶e̶̶r̶̶d̶ó̶n̶̶ ̶ ✔
10- p̶̶e̶̶r̶̶d̶ó̶n̶̶ ̶✔
"cumplido mi propósito".
Sonreí y doble la lista me alegraba que ningún punto a un los tachados habían quedado sin arreglarse.
Era momento de leer la carta, me acomodé mejor en el sillón y eche un último vistazo al horizonte al ver como nacía el sol para este día.
Mi dulce Greta, si estás leyendo esta carta es porque ya sabes la verdad, perdóname por callar pero entendí lo que Bruno hizo por hacerme feliz.
Te acabas de marchar de la habitación con mi pequeña Alejandra, ella es mi hija también y te pido que le hables de mi pero sobre todo no olvides contarle del sacrificio que hizo su padre por mí.
Mi dulce Greta la vida se está escapando de mi cuerpo pero me voy tranquilo porque viví mi vida como debía ser en este año y medio desde que supe que tenía esta enfermedad.
Es triste empezar a valorar cada detalle de tu vida y lo que te rodea hasta que sabes que cada día puede ser el último, fue mi caso, viví intensamente pero hubieron detalles que los dejaba para unos 5 años más, sin saber que ese tiempo ya no existiría para mí.
Hoy me siento feliz, Bruno me confesó que te ama, él merece ser feliz, siempre supe que me tocó un gran hermano pero con su acto de amor me di cuenta que cuando él ama, da lo mejor de sí por él ser amado, así que sé, que ambos serán inmensamente felices, nuestra madre, se que así la consideras pero nunca se lo has dicho, estará bien protegida por Jacinto, te preguntarás como le dirán la verdad de la paternidad de Alejandra, no te preocupes, si tú ya estás leyendo esta carta eso significa que la que escribí para mi madre ya está en sus manos.
Es mi deseo que Bruno pueda reconocer a Alejandra como suya, por mucho tiempo le robe su lugar de padre, te escribí a ti porque pasaste valiosos años de tu vida encerrada en ti misma por la tragedia de tus padres, mírame a mí, sin más esperanzas y con muchas cosas que hasta ahora me doy cuenta quise hacer, no desperdicies tu vida mi dulce Greta, vive como si fuera el último, ama, ríe, perdona nunca sabrás si volverás a ver a la persona que te lastimó, y sobre todo sé feliz mi dulce Greta.
Editado: 30.12.2021