María
-Mari vas a venir mañana a la fiesta de Tomás? - pregunta Sofía mi amiga, cuando nos disponemos a salir del instituto.
-Si, esta tarde te llamo para que veas el increíble vestido que me compre ayer - le dije emocionada, Tomás era el chico que me atraía e iba ha hacer una fiesta ya que sus padres no iban a estar.
-Vale, adiós ten cuidado.
-Sii, adiós- nos despedimos y me encamine hacia mi casa.
Caminaba por mi barrio y observo que no había nadie por la calle pero lo tomo como algo normal, no es una calle muy transitada que digamos y a las tres de la tarde en verano, el nivel de gente disminuye aún más. Solo quedaban dos calles cuando un chico llega a mi lado corriendo.
-Hola, perdona has visto un chico pasar por aquí corriendo?-pregunta. Me fijo que es muy guapo de cara y de cuerpo no está nada mal, puedo ver tras su camiseta blanca que tiene brazos fuertes.
-Mm, por ahora solo tú, pero tampoco he visto a nadie más-le respondo.
-Eh bueno gracias espero que no se pierda.- eso último lo dijo más para él que para mi.
-Espero que lo encuentres.
-Adi...-de pronto alguien lo empuja y a mi me pegan a la pared acorralandome con su gran cuerpo logrando que me golpee fuerte la cabeza.
-Te encontré -fue lo ultimo que escuche, una voz varonil pero a la vez aterradora.
Jake
Ayer me llamó mi abuelo para discutir unas normas de la manada antes de que el alpha, mi padre, me pasara el puesto al igual que Ian mi mejor amigo y próximo beta.
Después de desayunar tuvimos que empezar el largo viaje hasta la cuidad de mi abuelo algo retirada de la manada por un problema que surgió hace años con mi padre según lo contado por mi abuelo, ya que yo aun sigo en contacto con él, pero mi padre no quiere ni escuchar su nombre.
Cuando ya estábamos en la ciudad paramos de correr, no nos convertimos porque sería luego difícil volver a vestirse sin ropa de repuesto. haciendo memoria desde la última vez que vine a este lugar empezamos a caminar rumbo a la casa de mis abuelos.
-¿Cuánto queda?-Ian no para de quejarse.
-Poco- estamos a unas cuantas calles cuando me paro en seco y vuelvo a inhalar aire. En el aire hay un aroma espectacular.
De pronto Matt mi lobo interior grita- MATE!- y sin yo esperarlo ya estoy corriendo hacia donde proviene ese aroma cautivador dejando atrás a un Ian confuso.
Luego de un minuto veo a una chica parada hablando con Ian. No puede ser, es ella. No lo pienso y cuando me doy cuenta Ian está en el suelo y ella es acorralada por mi- te encontré- pronuncié, pero escucho un golpe. Ha echado su cabeza hacia atrás y se ha golpeado quedando inconsciente y dejándome con un dolor en el pecho.
Ian se levanta y yo agarro a la chica para que no se caiga - que ha pasado?- interroga aún más confuso al ver a la chica en mis brazos.
-Es ELLA.- me mira- Se ha desmayado -lo único que se me ocurre es cogerla en brazos pasando un brazo por sus piernas y otro por su espalda y llevarla a casa de mi abuelo que está dos calles más adelante.