Su nombre es Lisa West

Capítulo 48

Estado de Miami Florida.

5 de noviembre del año 2017.

Police Department-Crime Laboratory Miami Florida las pruebas que se habían tomado del cuerpo de Lisa son enviadas a que se analizaran, con suerte encontrarían algo.

El detective se había contactado con los padres de Lisa y los de Lucas.

El detective buscaba sospechosos, pero aun las pruebas no llegaban de los laboratorios. Ellos revisaban todo lo que pudieran. Los padres llegaron para hacer sus declaraciones, donde solo dijeron lo que sabían.

—Lisa, solo hablamos la vez que la visitamos a su casa. Ella estaba perfectamente bien, estaba entusiasmada, alegre, estaba cumpliendo uno de sus deseos. Tenía empleo, una casa, vehículo. Todo, todo lo que deseó por un largo tiempo.

— ¿Qué le decía ella? ¿Hablaban por teléfono?

—Duró mucho sin llamarme, ella solo me llamó unas pocas veces y solo hablaba, de que le gustaba esto aquí, de que era muy lindo. De su trabajo, como le iba y esas cosas eran así con ella. No era muy detallista a la hora de hablar. Ella nunca le gustó dar detalles, siempre fue así y nunca cambió.

—Bueno, ¿No sabían de alguien que no le agradara?

—No —contesta Ana—. Ella siempre tuvo los mismos amigos, nunca mencionó a alguien más, solo era Lucas, Margaret…

—Tiene que haber algo, algo más tiene que haber —dice mientras la mira.

— ¿Quién les avisó a ustedes de lo que pasaba?

—Él levanta la mirada —su vecino, él la conocía bien.

— ¿Su vecino? —Frunce el ceño.

—Sí, su nombre es Anderson Smith, ¿Usted lo conoce? —La mira interesado.

—No, no sabemos quién es —mira a su esposo para confirmar.

—Bueno, ese hombre conoce bien a su hija, pues él llamó al servicio del 911 y nos dijo que su hija había estado en su casa discutiendo con Lucas y luego se fue. Él la vio salir de la casa junto con su amigo y nunca volvió. Él nos informa que ella le había dicho el propósito de su mudanza, él lo sabía todo…

— ¿Cuándo conoció este sujeto? —Pregunta indignada.

—Cuando se mudó, parece que tenían una relación muy estrecha entre ellos dos. Esta amistad se formó muy rápido, quizás le dio a demostrar confianza en él, no sé, su carisma, algo.

—Mi hija no haría algo así, ella no tendría tanta confianza con una persona en tan poco tiempo —dice él.

—Pues, parece que esta vez fue diferente —él los mira.

Un aire denso se apodera de la habitación, nadie sabe que más decir en ese momento, nuevos nombres fueron agregados a la lista. Ya sabemos de la existencia de Margaret, quien es una amiga de Lisa.

La visita culmina con una despedida, el detective busca contactarse con ella, de esta manera sabrá si su amiga le había comentado de alguien o de algo. Él tenía que buscar la manera de terminar este caso, había que buscar pruebas, involucrados, sospechosos, pero no había nada, en absoluto lo cual lo volvía frustrante. Era como buscar una aguja en un pajar, aquí las cosas estaban muy sueltas y él tenía que reunirlas lo más rápido posible, sentía esa necesidad de saber quién lo hizo, quien lo había hecho, aunque tiene a su testigo estrella conectado a un monitor cardiaco en un hospital, pero eso no importaba, ellos no sabían si iba a despertar o no y necesitaban avanzar. El caso estaba en esos momentos casi atascado, si Margaret no tenía ningún tipo de información valiosa esto quedaría sin resolverse, al menos que las pruebas del laboratorio pudieran lanzar algo a la luz, que los haga poder tener a alguien en la mira. Esta sería una de las posibles razones por el cual el caso estaría resuelto. De lo contrario, este se estancaría y no encontraríamos respuestas de qué pudo haber pasado aquel día, que para ellos era un día normal y corriente, al igual que los demás.

 Él obtiene el número de teléfono de Margaret, ella estaba en Manhattan y trató de descubrir qué tanto sabía la chica de la nueva vida de su amiga Lisa vía telefónica.

—Lisa no me comentó mucho, solo la llamé en los primeros días, ella estaba feliz de su nueva casa. Era más que un logro para ella, claro, sus padres le ayudaron a pagar la camioneta, pero ella compró su propia casa, lo cual la enorgullecía mucho. Ese lugar la llena de ilusión.

El detective siente, que esta no era la actitud esperada, de alguien que acababa de perder a su mejor amiga. Su tono de voz era calmado y cereño, no había quejidos y la vos parecía totalmente normal. Hasta que él no tuviera pruebas de nada no iba a poder culparla de haber formado parte de aquel hecho brutal, que se había cometido aquel día.




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