Su nombre es Lisa West

Capítulo 49

Anderson estaba en cama, estaba muy abatido por lo que había visto. ¿Qué rayos le estaba pasando? Estaba teniendo alucinaciones, estaba viendo a Lisa, ya era la segunda vez que le pasaba algo así. Casi llama a esa chica por el nombre de Lisa. Esto no tenía ningún sentido.

Se había pasado el día completo acostado en la cama, no tenía animo de pararse y hacer algo productivo. Se despertó a las 7:09 de la mañana, ya eran las 10:32 y él aún no se había siquiera cepilladlo. Solo repetía un y otra vez el recuerdo de cuando su vecina se giró y él vió la cara de Lisa o como cuando estaba en el supermercado y vio aquella chica en el mostrador y creyó que era ella.  Cansado de tanto pensar en eso se acomoda a un lado de la cama y mete sus manos debajo de la almohada y cierra sus ojos, deseando poder quedarse dormido y poder dejar de pensar en ella. Algo dentro de él le susurraba que se estaba volviendo loco, loco porque aun la puede ver. Parecía todo una completa locura, se sentía como fenómeno, le daba hasta pena contarle algo así a Jason, pues realmente sentía que algo en él no andaba bien.

¿Sería verla en la morgue? ¿Sería verla allí sin vida lo que causó esto? ¿Será que su cerebro no quiere entender que ella ya no está y le hace creer a él que aún está en su mundo, haciendo las cosas que hacen los demás diariamente? ¿Qué es? ¿Qué ocurre con él?

Todas esas cosas pasaban por su mente y él tan solo trataba de evitarlas y no pensar en esas cosas que en realidad no aportaba nada bueno a su vida. Lisa ya no estaba, su amor por ella ya no valía, ya no importaba. Era todo un desperdicio, y realmente era tonto aferrarse a algo que ya se escapó de sus posibilidades. Ahora solo tenía que recuperarse de la perdida y seguir adelante, continuar y ver que viene después. Así eran las cosas. Se encontró que había perdido mucho tiempo con ella tratando de poner a Lucas celoso, no tuvo esa oportunidad de hacerle saber lo que él sentía por ella y que realmente le parecía absurdo cuando tenía a alguien que de verdad la quería y la apreciaba. Solo, él solo quería que ella olvidara esa absurda idea que tenía y que solo le diera la oportunidad de decirle lo que sentía, pero nunca pudo hacerlo, todo el tiempo era Lucas o sino cómo poner a Lucas celoso o qué hacer para que Lucas la tome en cuenta. Eso era todo., era terrible su obsesión con él.

Él se mantiene en la misma posición inicial, todas estas cosas le pasaban por la cabeza y solo quería detenerlo por un momento y ya. Él trata de mantenerse relajado, de evitar pensar en eso y simplemente tomar una cómoda siesta y claramente solo se sentía agotado y dormir un poco le haría muy bien en estos momentos. Cuando está a punto de quedarse dormido de espalda a la puerta, siente que algo cae de golpe en su cama, haciendo que esta se estremezca. En medio de un sobre salto, él se gira, con el corazón golpeando tan fuerte que podía sentir las palpitaciones en su pecho. 

—Amigo, ¿Aun no te has levantado de ahí? —Dice Jason.

—Amigo, eres un tonto, casi me matas del susto. Te di las llaves de la casa y no era para entraras libremente. Estaba durmiendo aquí —dice mientras se acomoda, dándole la espalda.

—Oye, no te alteres. Vine a invitarte a que vayamos a comer —se pone de pie —necesitas salir de esta pocilga —mira a su alrededor.

—Viejo, no quiero, ni tengo deseos de pararme de aquí. Déjame sufrir y superar este estado de depresión.

—Sí sigues así no conocerás a nadie, además… —levanta una funda de papitas del suelo—. ¿Estabas comiendo esto? Amigo estas mal…

Se gira y lo mira.

—Terminaras ahogándote en tu propia grasa si sigues ahí acostado y comiendo este tipo de cosas —Continúa diciendo.

—Deja de fastidiar y déjame comer mis papitas —se las arrebata de las manos.

—Eres un cerdo y un imprudente. Párate de esa cama, me iré a duchar y cuando salga del baño espero verde duchado y cepillado que hasta aquí me llega tu olor —hace una mueca de repugnancia.

Anderson se lleva a la boca un puñado de papitas.

—Te lo advierto, que no venga y que tu aun estés ahí tirado con tu pecho al aire apestando.

—Sabes que no haré nada de…

—Esa boca, te lo advierto quiero verte listo para salir, sino te sacaré yo mismo de la cama —dice mientras sostiene la puerta.

Anderson se ríe mientras continúa comiendo sus papitas.

Jason se entra al baño, deja que el agua acaricie su piel mientras su cabello estaba lleno de espuma. Anderson por otro lado aún permanecía acostado en la cama y no daba señales de querer ponerse de pie, darse una ducha para salir de allí.




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