Su nombre es Lisa West

Capítulo 66

Él va de camino al hospital, la adrenalina corría por todo su cuerpo y hacia que pisara a fondo el acelerador. Podía sentir como su corazón latía fuerte y golpeaba su pecho, yendo a un ritmo acelerado, más de lo usual. En su trabajo casi siempre se emocionaba de esta manera cuando estaba a punto de resolverlo. Ya no podía salir nada mal, todo estaba siendo perfecto, casi un mes tras una constante investigación había agotado todos sus recursos de energía. Honestamente, después de esto necesitaría un descanso, por lo menos de un par de días. Llegar hasta este punto no había sido fácil para él, nada fácil, pero como a él le gustan los retos llegó hasta el final, donde saldrá exitoso. 

 

Anderson y Annie van de camino a la casa, él va en silencio, en él sentía una paz que antes no había sentido. Mientras camino cada vez se va sintiendo más calmado, más ligero, más relajado, casi era como si no tuviera que preocuparse de nada. La sensación realmente era fantástica.

—Oye, de verdad necesitaba ese abrazo —él se gira lentamente hacia Annie mientras van caminando: Lisa había vuelto.

Siente un tirón en el estómago cuando se da cuenta de que era ella, ¿Desde cuándo estaba allí? No se había dado cuenta de su presencia, ¿Su sensación tenía algo que ver con Lisa, se preguntaba él?

Anderson se detiene y la ve como se aleja de él mientras va caminando, al parecer ella tampoco se había dado cuenta de que él se había detenido. Él se mantiene allí parado, ella mira hacia el lado y no lo ve, Lisa se detiene y se da media vuelta, buscando el cuerpo de Anderson.

Ellos se miran en un encuentro entre sus miradas. Ella se mantiene inmóvil allí parada mientras lo miraba, él trata de que aquella sensación que antes había experimentado volviera a él, pero era su presencia, saber que ella estaba allí lo inquietaba de una manera que solo ella podía hacerlo. Realmente era escalofriante para él.

—Lisa, ya es tiempo de que me lo digas, terminaré loco —grita él.

—Ella camina despacio hacia él—. Ya casi lo sabrás, sabrás qué es lo que ha pasado.

—Anderson, algo pasa con Lucas. Y sabrás qué es lo que está pasando, solo espero que cuando sepas todo tu no me odies. Quiero que sepas que yo te quiero y que fuiste importante para mí. No me había dado cuenta hasta aquellos últimos minutos que tenía de vida. Por favor, persóname por no haberme dado cuenta antes de lo que `pasaba. Estaba detrás de alguien que solo quería mi amistad, nunca tuvo otra intención conmigo y yo me aferré en que él si podía llegar a sentir algo por mí.

—Lisa, ¿De qué me estás hablando? —Tu sabías que te quería, te lo dije, pero nunca le diste importancia —dice él con ojos entristecidos.

—Perdóname Anderson —dice ella en medio de un susurro.

—Lisa, yo no tengo nada que perdonarte —contesta él con la voz entre cortada.

—Quizás ahora no, pero luego entenderás de qué me estoy disculpando.

Lisa lentamente se va desvaneciendo en la naturaleza del lugar hasta que se ausenta su presencia allí. Cuando Anderson no la ve más se da cuenta de que Annie estaba sentada en un banco, muy próximo a él.

—Annie —dice él.

— ¿Ya volviste? Te quedaste como sonámbulo, aparte de que estabas hablando solo, hablabas con Lisa —se pone de pie.

—Él sorprendido la mira —. ¿Qué escuchaste que dije? —Pregunta él sorprendido y a la vez avergonzado.

—Estaba caminando contigo y te detuviste, te pregunté que por qué te detuviste y gritaste: de que necesitabas que ella te dijera de qué se trataba todo esto. ¿A qué te referiste a esto? no comprendo. Estabas hablando sobre que necesitas que te diga qué ocurre, ¿A caso ves muertos? Estabas hablando con Lisa, ¿La puedes ver? —Pregunta ella mirándolo fijamente.

—No, no es nada de eso.

— ¿Y qué es? No comprendo por qué hablaste así. Anderson, sé que apenas sabes mi nombre y que nunca nos hemos tratado tan de cerca, pero puedes contar conmigo si algo pasa. Te escuchabas muy preocupado, cuéntame qué ocurre. Quizás pueda ayudarte.

—No, no puedes hacerlo —asegura él mirándola.

—Ella se detiene junto a él—. Sé que has visto a Lisa.

Él la mira intrigado.

— ¿Por qué me dice esto? —se da vuelta hacia a ella quedando frente a frente.




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