Llegue temprano a la oficina como de costumbre y supuse que mi jefa ya estaba en su oficina, es la que mas temprano llega y cuando tiene trabajo acumulado es cuando se pone muy mandona, no la juzgo, pues yo mismo me pondría igual si tuviera una responsabilidad tan grande como lo es manejar una empresa... la sra Corine fue la que me dijo que eso le pasaba a la srta Walter, aunque la otra la veía un poco relajada, pero al mismo tiempo incomoda, quería que la incomodidad se le fuera alejándola de mi hermano, pero no pude hacer eso, por lo que platique con ella hasta que se relajara un poco.
Después de mi llegada los demás empleados llegaron, la sra Corine ambient llego y me dio algunos consejos para llevar a cabo algunas tareas que tenia que hacer. Tambien me ayudo con algunas cosas como los correos electrónicos que debía y los que no debía responder, me enseño a organizar algunos de los documentos mas importantes que la empresa tenia, lo cual lo agradezco, porque no sabia como hacerlo.
La mañana se me paso super rápida, me la pasaba aspidistra en las reuniones a las que Courtney me llevaba, sin embargo ella no parecía muy contenta con estas, se que se estaba aburriendo con lo que uno de los inversionistas estaba diciendo, me agradecía cada vez que le aclaraba alguna duda o cada vez que no entendía lo que decía... creo que voy a tener que enseñarle el lenguaje de los hombres de negocios para que pueda entender, así si ella tiene que ir a una reunion y no requiere de mi presencia sepa de lo que están hablando y que opinar.
Como dije anteriormente, la mañana se me estaba llego super rápido ya que había visto la hora y eran las diez y quince, pero ya es casi medio día. Vi a los hermanos de Courtney entrar a su oficina de reojo, no les tome importancia y continue con unos papeles que tenia que archivar. Permanecí algunos cinco o tal vez mas minutos leyendo y archivando papeles, cuando vi mi reloj de mano me levante de mi asiento y toque a la puerta de mi jefa.
-Pase- escuche que ella decía.
-Srta Walter, esta...- me calle al ver a sus hermanos allí con una lunchera, al parecer ella comería con ellos- Oh, veo que esta ocupada, ya me iba a comer.
-No- dijo al instante por lo que pensé que necesitaría algo antes de que me fuera- Quiero decir, no estoy ocupada, solo estaba terminando algo aquí en mi computadora, ya iba a salir para que fuéramos a comer.
-Tu...- intento decir su hermano Sebastian, pero antes de que continuara Carlo le tapo la boca con su mano.
-Es cierto, nosotros solo vinimos a comer juntos a la oficina de nuestra hermana, siempre lo hacemos incluso si ella no esta en la oficina, es una costumbre nuestra porque amamos a nuestra hermana- dijo Carlo haciendo que me confunda un poco pero sin darlo a demostrar- Estará bien si ella sale a comer con alguien mas que no sea nosotros o que no sea algún familiar.... te confiaremos a nuestra pequeña hermana, no la dejes comer ninguna comida que sea dietetica, todo tiene que ser con suficiente grasa y con mucho gluten, no quiero que mi hermanita enflaque tanto, ya es lo suficientemente delgada y eso afectaría su salud.
-No voy a desaparecer por delgada- dijo tomando sus cosas para luego acercarse a mi, yo aun sostenía la puerta para mantenerla abierta- Total, yo no soy la que tiene que ir al Gimnasio a rebajar las libras demás que subí... porque no engordo por mas que coma.
Auch.
Eso hasta a mi me dolió, porque incluso yo tengo que ir al gimnasio a hacer ejercicios. Salimos de su oficina escuchando las quejas de su hermano Carlo sobre que era mejor hacer ejercicios y no se cuantas cosas mas, la verdad es que era gracioso que ellos actuaran de esa manera, eran tan unidos que daba envidia, sus padres no tenían favoritismos con ninguno de ellos por lo que eso no le generaba ningún conflicto, y si lo tenían era con ella.
Llegamos al restaurante Familia Feliz, siempre me gustaba venir a este lugar, cuando yo era un niño no tenia el segundo nivel donde los adultos podían ir a pasar un buen rato, todo eso fue apareciendo cuando yo comencé a invertir dinero... después de que comencé a trabajar en una empresa, claro esta, porque de adolescente yo ahorraba mi dinero para cosas vanales, pero luego lo invertí en el restaurante y desde entonces estoy contento con ello ya que algunas veces trabajo en el, cuando hay días muy ocupados, por ejemplo.
Entramos al restaurante y la anfitriona que siempre me atiende cuando vengo con alguien ya sea por negocio o solo por pasar un rato estaba ahí, y no entiendo porque, se suponía que ella no trabajaba los jueves, la chica es joven e inmadura, siempre esta detrás de algo imposible y eso es hacer que yo le haga caso, no se si mi jefa se dio cuenta cuando me tense. La mire buscando una reacción de su parte y todo lo que pude ver fue un brillo en sus ojos que decía que el lugar le encantaba.
-Adoro venir a este lugar a comer y adoraba aun mas traer a algunos clientes de la empresa donde trabajaba...- dije mirando hacia la mesa mas grade del lugar, aparte la mirada de inmediato y la enfoque en Courtney nuevamente- algunos de ellos adoraban a los niños y hasta les compraban algunas cosas- fije mi vista hacia donde estaban los niños y continuábamos caminando hacia donde esta la anfitriona- Cuando tenga hijos es aquí donde los quiero traer.
-Es un lugar hermoso...- la mire nuevamente- me hace sentir que soy una niña nuevamente- dijo mientras miraba los juegos- Cuando era niña mi madre nos llevaba a mis hermanos y a mi a un parque que no estaba tan lejos de casa... a pesar de que Sebastian y Carlo eran casi adolescentes cuando yo era pequeña, ellos jugaban conmigo, a ellos nunca les ha importado nada mas que mi felicidad.
-Ya hubiera querido yo que mi madre y mi hermano fueran así... pero no, me toco una familia poco común- hice una mueca simulando una sonrisa, en verdad es envidiable su relación con su familia- Pero eso a mi nunca me importo, yo siempre fui diferente a ellos, por lo que a ellos les molesta.