Hoy era el día en el que Courtney traería a sus padres, estoy un poco ajetreado ya que he estado trabajando en el libro que estaba corrigiendo y editando, y ahora tengo que trabajar en el restaurante, es una suerte que haya terminado el trabajo de la empresa, no obstante he estado buscando un nuevo apartamento y aun no encuentro uno que me convenza del todo, pero se que encontrare uno, la idea de Courtney no era tan mala después de todo, dejar mi antiguo apartamento seria un gran cambio de vida.
Hoy, por ser un fin de semana, estaremos mas ocupados que un día normal, me fascina trabajar en estos días, me distrae, aunque debo admitir que abecés es un poco cansado por otro lado me hace mantenerme en movimiento constante, es como hacer ejercicio sin tener que ir a un gimnasio.
Hace un rato el señor Gutierrez recibió la visita de un hombre y una mujer de mediana edad, supuse que esa era la abuela de Courtney ya que ella me había hablado sobre que ellos vendrían, es bueno ya que eso quiere decir que tendremos un poco mas de movimiento y el restaurante comenzara a tener un poco mas de popularidad de la que ya tiene, eso quiere decir que podemos estar en el mapa.
-Edmund, te quiero matar- dijo William pasando por mi lado, es obvio que el no esta acostumbrado a esta clase de trabajo ya que su familia no le permitía trabajar mucho durante su adolescencia, solo era por un par de horas y nada mas.
-Acostúmbrate, imbécil, tendrás que hacer cosas por ti mismo durante un tiempo- dije con una sonrisa divertida.
El continuo con lo suyo y yo con lo mío, dentro de un rato tendremos nuestro descanso por lo que podre aprovechar e ir a ver un departamento que esta en venta, eso es bueno ya que no tendré que preocuparme por pagar la renta mensualmente, el lugar será todo mío si es que me gusta. Es una suerte que haya encontrado algo cerca del trabajo y del restaurante, asi podre ir a ambos lugares sin tardar tanto tiempo.
La noche por fin había llegado, aun faltaban cuarenta y cinco minutos para que Courtney llegara con sus padres y eso me ponía un poco nervioso ya que hay una personita que esta trabajando el día de hoy que querrá hacerle pasar un mal momento a Courtney y eso es algo que no voy a tolerar, ella ha hecho de todo para que esa muchachita no fuera despedida y la verdad es que todo tiene un limite.
-William, ¿Qué estas haciendo?, tienes mesa- le dije al idiota ese que nos esta dejando el trabajo a mi y a los demás.
-No seas aguafiestas, Edmund, estoy un poco cansado- contesto el muy imbécil.
-Apúrate, idiota, nuestro descanso paso hace una hora- le conteste haciendo que el suspirara pesadamente.
Los minutos pasaban y yo no dejaba de ver las escaleras, no han pasado mas de cinco minutos desde que la chequee por ultima vez lo cual ya me estaba poniendo nervioso y ansioso, tal vez a sus padres de no les guste el restaurante por ser muy sencillo, tal vez ellos crean que este no es un muy buen lugar.... debo de dejar de pensar de esa manera porque yo se que los señores Walter son personas muy humildes para ser multimillonarios.
Despeje mi mente un poco de todo eso y comencé a caminar alrededor de mi sección de mesas, tenia que calmarme un poco o terminaría igual que el imbécil de William, el estaba tapado con mesas y yo ni se diga, la única diferencia es que yo tenia una reservada y todos mis clientes ya tenían su comida y bebidas, pero yo fui a ver si necesitaban algo mas, como debe de hacer un mesero.
-Edmund, mi tío quiere hablarte por un minuto, esta en el primer piso- me aviso Samantha.
-Gracias, Sam, iré en un momento- dije tomando una bebida para mi mesa mas reciente.
Cuando todos los comensales que me tocaba atender estaban con lo que me habían pedido me dirigí hacia las escaleras y fui directo con el sr. Gutierrez quien se encontraba con su esposa, ella era quien administraba la parte donde estaban los niños, una mujer muy adorable con unos ojos risueños y una sonrisa muy encantadora.
-Edmund, la abuela de tu novia estaba aquí el día de hoy, supongo que sabias de eso- dijo el en cuanto me vio.
-Si, mas o menos sabia de ello- conteste mirando a ambos- ella me había dicho que ella vendría pero nunca me dijo a que exactamente- o tal vez lo olvide.
-Ella estaba aquí para lo de una fundación, estaremos ayudándoles y también donaremos una parte de lo que sea que ganemos en las próximas dos semanas, solo queríamos saber si eso estaba bien contigo- dijo la señora Gutierrez.
-Por mi esta perfecto, si no fuera porque me quiero mudar y estoy buscando un departamento yo también pondría de mi parte- dije mirándolos a ambos, me parece una muy buena idea que el restaurante haga algo como esto- De hecho hacer el evento puede hacer que otras organizaciones también quieran venir al restaurante para lo mismo.
Hablamos un poco mas hasta que me di cuenta de que Courtney había llegado con sus padres, al parecer ella le estaba dando alguna clase de advertencia a la anfitriona, merecido se lo tenia si le decía algo.
-Disculpen, si ya no necesitan nada de mi voy a ir a saludar a alguien- dije sin dejar de mirar a Courtney.
-Oh claro, puedes ir- dijo el señor Gutierrez, voltee a verlo y este tenia una sonrisa en sus labios, estoy seguro de que era porque pensaba que ella y yo en verdad estábamos saliendo- No la dejes ir, Edmund, ella es la indicada para ti, te hace sonreír como adolescente.
No le conteste nada solo me aleje de ellos con una sonrisa divertida, es obvio que ellos no saben lo que en verdad esta ocurriendo en mi vida y no les quiero decir nada ya que son personas que se preocupan demás por pequeñeces. Mientras me iba acercando pude ver la cara pálida de la chica mientras Courtney le susurraba algo a su padre.
-Amor, por fin llegas- dije llegando a ellos con una sonrisa.
-Hola, cielo, le estaba diciendo a la señorita que teníamos reservación- dijo mientras recibía un beso en la frente por mi parte, sus padres nos miraba un poco extrañados.