Su Secretario

CAPITULO 20

El sentimiento de impotencia no ha sido suficiente para que yo pudiera levantarme durante los siguientes días para ir a trabajar y mantener las empresas de mi esposa a flote, ella no quiere que la única cosa que la apasiona caiga en las ruinas solo porque estamos preocupados por ella, mientras ella regresa, porque se que ella volverá sana y salva, voy a continuar luchando por el sueño que ella tiene y ese es darse a respetar como la gran empresaria que es.

Me estoy sintiendo cansado de esperar noticias por parte de la policía, les he dicho todo sobre las personas que quieren hacerle daño a mi esposa, la persona que esta completamente obsesionada con ella, pero descartaron esa posibilidad por el simple hecho de que era el hijo de uno de los empresarios mas importantes de este estado, claramente los Walter tienen mas poder, es por ello que Dylan quería relacionarse con ellos y es por ello que volvió... además de que su padre lo amenazo con quitarle todo privilegio que tenia si no comenzaba a trabajar.

Tuve que convencer a Sebastian y a Carlo para que me ayudaran a probar mi punto, ellos había hablado a mi favor y al de Courtney sobre todo lo que ha ocurrido entre los tres, incluso agregaron a Ann, pero ella no tiene record policial y tampoco es como para que se comporte de una manera tan inmadura cuando ella no tiene lo que quiere, mas bien quiero creer que ella no es capaz de hacerme algo como esto, ella sabe lo importante que es para mi mantener a mi familia a salvo.

-Edmund, alguien te esta buscando- dijo alguien por el teléfono, había puesto la secretaria de Carlo a trabajar para mi mientras el estaba involucrado en la búsqueda de su hermana.

-Que pase- dije sin dudar.

Pase mi mano derecha por mi frente y por la mitad de la cara, me sentía cansado y frustrado, quería que todo esto pasara rápido, quería que la policía encontrara a mi esposa rápido. La puerta de la oficina de Courtney se abrió haciendo que suspirara por de cansancio, quería buscar a Courtney, quería traerla a casa, pero claramente no puedo involucrarme mucho en su búsqueda ya que soy quien mas afectado esta por todo esto.

Levante la mirada encontrándome con Ann delante de mi, ella no entendía ni por las buenas ni por las malas, la mirada que le estaba dando hablaba por si sola, ella era la ultima persona a la que quería ver y con la que quería estar en la misma habitación, ya veo porque nadie quería que yo estuviera involucrado en la búsqueda de mi esposa, no puedo perder la calma.

-¿Que haces aquí, Ann?- pregunte cortante.

-Solo vine a verte, quería estar aquí para ti en un momento como este- dijo con una sonrisa que parecía inocente y sincera, eso ya no funciona conmigo.

-Ann, dime la verdad, ¿Qué haces aquí?- pregunte tirando mi cuerpo hacia delante y poniendo mis codos sobre el escritorio- No te atrevas a mentirme, algo quieres.

-Solo vine a estar contigo, quería verte- dijo mientras quitaba el lazo que tenia su vestido, no me había dado cuenta de que traía un vestido que se podía atar a un lado, claramente ese no era el único sustento de ese vestido, tenia un botón a un lado para que no hubiera accidente alguno, lo sabia porque ese vestido se lo regale para ir a la cena de navidad con su familia hace varios meses- Voy a estar aquí para ti en los momentos mas tristes de tu vida, amor- su vestido se deslizo por su cuerpo como si fuera nada, yo solo baje la cabeza y comencé a negar.

Volví a mirarla una vez mas, me levante de mi asiento y me encamine hacia ella, en su sonrisa había una sonrisa que yo conocía a la perfección, ella pensó que yo iba a caer por ese truco tan sucio, yo no soy un hombre que caiga por cosas como estas. Cuando estuve delante de ella la mire directamente en los ojos mientras ella me comía con la mirada, como si yo fuera alguna clase de bocadillo exquisito al que puedes darle una mordida cuando quieras... bueno, este bocadillo no todo el mundo lo puede comer, soy agrio cuando estoy enojado, y en este momento estoy mas que enojado.

-El azul marino siempre se ha visto bien en ti, hace resaltar tus ojos- tiene razón en algo, me queda bien el azul marino, pero no hace resaltar mis ojos, lo que los hace resaltar la rabia que estoy conteniendo en este momento.

Mirando sus ojos baje hasta quedar en medio de sus piernas, deslice una de mis manos desde su rodilla hacia abajo y vi como cerraba los ojos ante mi toque, Ann es tan básica y nunca me di cuenta de ello, es una de esas mujeres que espera que hagas lo que ellas quieren solo porque creen que pueden excitarte solo por verlas desnudas, hay cosas que encienden mas a un hombre que una mujer que solo se desnuda esperando a que la cojan como si fuera una prostituta.

Mientras ella tenia los ojos cerrados tome el vestido que ella traía y me levante para luego comenzar a caminar hacia la puerta, abrí la puerta y salí en dirección hacia el ascensor toque el botón y este abrió rápidamente, entre, presione el botón del primer piso y antes de que las puertas se cerraran vi la cara furiosa de Ann, supongo que su pequeño plan no había funcionado y eso la ponía furiosa o tal vez sea por el hecho de que tome su vestido y la deje en ropa interior, supongo que tendrá que tomar el otro ascensor para poder encontrarse conmigo fuera de la empresa.

Muy dentro de mi se que no esta bien humillar asi a una persona, pero la verdad es que en este momento no me esta importando nada, ella no esta queriendo entender que yo amo a otra mujer, que estoy con otra mujer y no quiero estar con ella. La poca dignidad que tiene, el poco sentido le encuentro a las acciones de esta mujer es completamente irracional.

No es la primera vez que Ann viene a buscarme, no es la primera vez que intenta acercarse a mi, pero esta es la primera vez que ella entro a este lugar luego de que Courtney diera la orden de que no la dejaran pasar al edificio, ni siquiera quiero imagina que le ofreció al guardia de seguridad para que la dejara pasar. Las puertas del ascensor se abrieron ante mi por lo que salí sin pensarlo dos veces, espere por un par de minutos para que las puertas del ascensor que estaban del otro lado se abrieran y dejaran ver a la castaña salir furiosa de estas.



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En el texto hay: amigos, amor, romance jefa y empleado

Editado: 20.11.2021

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