—Hey, Nunew, pensé que ibas a una cita a ciegas por la tarde. ¿Qué pasó? ¿Tan mal fue?
—Diría eso —respondió Nunew cuando se dejó caer en el asiento de vinilo rojo en la cabina. Miró a través de la mesa a su amigo, James.
—¿Y eso por qué sería? —preguntó James. Sus cejas se elevaron en consulta, una sonrisa leve en su cara.
—Porque estoy cansado de jugar con chicos que ni siquiera me gustan. Acepté esa cita a ciegas porque quería conocer a alguien, no luchar contra todos los idiotas que deciden que yo debo ser fácil sólo porque soy gay —se quejó Nunew.
—¿Tan mala fue la cita? —preguntó James mientras se inclinaba en su asiento hacia adelante.
—Diablos, ¡sí! Pasé quince minutos escuchándolo decir que es más rico que Midas y que su último novio, a quien botó, no apreciaba su comportamiento dominante. Luego quiso colarse en el cuarto de baño para llegar a conocerme mejor. Cuando le dije que yo no estaba interesado, se enojó y se fue. Incluso me endosó la cuenta.
—¡Ouch! — James exclamó.
—Sí, se podría decir eso. La próxima vez que te diga que voy a salir en una cita a ciegas, sólo golpéame con algo. —Algo de la tensión se alejó de sus hombros mientras miraba alrededor de la taberna en la que estaban sentados cuando el ritmo de la música empezó a hundirse en él.
—Entonces, ¿qué vas a hacer?
Nunew se encogió de hombros. —Irme a casa solo, otra vez.
—¿Quieres un trago? —preguntó James, haciendo un gesto hacia la camarera mientras se acercaba a su mesa.
—Tomaré un ginger ale —respondió Nunew—. No parece que vaya a tener suerte en corto plazo, pero no necesito añadir a ello un dolor de cabeza.
—No has hecho más que buscar el tipo equivocado de persona, Nunew —dijo James cuando agitó su mano confirmando a la camarera su orden.
—¿Ah, sí? ¿Y qué tipo debería estar buscando? — preguntó Nunew.
—Bueno, ¿qué es exactamente lo que buscas? — preguntó James—. ¿Un polvo rápido, o algo a largo plazo?
—No sé —respondió Nunew. Se inclinó hacia adelante, cruzando las manos y los codos apoyados sobre la mesa—.
Es que todo parece tan predecible. Encontrar a un hombre, llevarlo a casa, tener un poco de diversión, entonces él se va. Infiernos, últimamente apenas dejan que las sábanas se enfríen antes de irse. Sería bueno despertar al lado de la cara que llevaste a la cama.
—Sé más específico —dirigió James.
—Bonito, fuerte, gentil, pero no demasiado agresivo, si sabes a qué me refiero. Alguien leal, dispuesto a comprometerse en el momento de construir una relación. James miró a Nunew o con curiosidad y empezó a reírse.
—¿Qué?
—Amigo, acabas de describir un cocker spaniel.
Nunew rodó los ojos. —No lo hice. — Nunew consideró sus palabras—. ¿Lo hice?
James asintió con una sonrisa en los labios. —Lo siento, hombre, pero lo hiciste.
Nunew cerró los ojos. Dejó caer la cabeza hacia abajo, donde tenía las manos cruzadas entre sí. No podía creer que acabara de describir a un perro. Se rio suavemente mientras levantaba la cabeza y abría los ojos para mirar a James tímidamente. —Tal vez debería comprar un perro. Por lo menos seguirá en mi cama cuando me despierte.
James se rio entre dientes. —¿Qué es lo que realmente estás buscando, Nunew? Me refiero a lo que realmente buscas. Quiero que te sientes atrás, cierres los ojos, y me describas a tu hombre ideal —dijo James unos momentos después.
Nunew rodó los ojos de nuevo, pero hizo lo que James le había pedido, apoyando su cabeza contra el asiento de la cabina y cerrando los ojos mientras imaginaba su hombre ideal. ¿Cómo debería ser su hombre ideal?
—Él tiene que ser alto. Además del hecho de que los hombres altos son más atractivos que el infierno, quiero a alguien más alto que yo sólo porque me hace sentir mejor. Protegido, supongo. Necesito saber que puedo confiar en él para mantenerme a salvo. Fuerte, sería algo bueno también. Otra de las cosas de protección, sospecho— Nunew conjeturó.
—¿Cansado de recibir palizas?
Nunew asintió sin abrir los ojos. —Sólo porque soy más pequeño que algunas personas, no quiere decir que los chicos tengan derecho a golpearme duro cuando digo que no. Sería bueno estar con alguien lo suficientemente grande como para mantenerme a salvo y todavía poder dar un no por respuesta.
—¿Qué tan alto estamos hablando? —preguntó James muy bajo.
Parecía tan tranquilo, que Nunew comenzó a abrir los ojos para preguntarle qué le pasaba—. ¡No! Cierra los ojos, Nunew. Ya lo has probado a tu manera, y no ha funcionado. Vamos a hacerlo a mi manera ahora.
Nunew dejó escapar un gran suspiro mental rodando los ojos, y volvió a pensar en cómo sería su hombre ideal.
—¿Te he dicho que alto? — Nunew se rio.
—Sí. — James se rio entre dientes—. Pero no me dijiste cuanto de alto.
—¿Más alto que yo? —preguntó Nunew.
— Nunew, todo el mundo es más alto que tú. Nunew se rio. —Está bien, entonces alto, muy alto.
—¿Seis pies? —Preguntó James.
—Más. —Sonrió Nunew.
—¿Seis pies y medio?
—Cada vez más cerca —rio Nunew. No estaba mintiendo cuando dijo que le gustaban los hombres altos, y además estaban hablando de su fantasía. Probablemente no existía ese sujeto—. Tú preguntaste por mi hombre ideal, ¿verdad?
—Wow, realmente te gustan altos, ¿no? —preguntó James con asombro.
Nunew asintió, una amplia sonrisa en su cara. — Cuanto más alto sea, mejor.
—Así que, ¿qué más? ¿Color de cabello? ¿Los prefieres rubios, morenos o pelirrojos?
—No estoy muy seguro. He salido con los tres tipos antes, pero creo que tiendo a ir por el cabello oscuro la mayoría de las veces. Aunque nunca he salido con alguien con el cabello negro, así que no podría decir nada al respecto.
—¿Los ojos?
—Soñadores —rio Nunew. Podía sentir el calor subir hacia su rostro.