Subterfugio

1 - Ihsahan – 1

Mirana estaba entretenida con la expresión facial del hombre que había aparecido en su puerta. El jefe de la banda que acechaba el distrito había venido a voluntad propia hasta las puertas del Centro de Inteligencia. El hombre estaba aterrorizado por el despliegue de poder que había hecho su maestro. Ihsahan se detuvo frente a él.
“Milord, este es el jefe de los pandilleros que lo atacaron el otro día.” Dijo sonriente Mirana. “Quería hablar contigo.”
El hombre cayó de rodillas al suelo a pedir clemencia.
“Patético.” Dijo con severidad el sith. “Mirana, necesito llegar hasta mi maestro. Basura, te recomiendo que cambies de carrera si quieres vivir en mi ciudad.”
“Gracias, milord…” Dijo a los gritos el hombre.
“¿Solo eso?” Preguntó divertida Mirana.
“Ya derroté a todos sus hombres y destruí por completo su operación, ahora necesito que empiece a ser un miembro productivo del Imperio.”
El hombre corrió por su vida sabiendo que nunca iba a volver a tener una oportunidad como esa.
“Me encanta verlos correr llenos de terror.” Dijo divertida la guardia. “Voy por el vehículo.”
Ihsahan esperó poco por Mirana y pronto estaba en viaje hacia la Academia Sith. Mirana pasaba todo el día en su casa, ya que se había mudado con él. Todavía no entendía sus intenciones, pero parecía que estaba a gusto en su nueva posición.
“Encontré a la especialista que querías, es una mandaloriana, pero…” Dijo al aire Mirana. “Parece que está bajo un contrato con un vendedor de poca monta en el distrito comercial.”
“Eso me basta.” Dijo con seriedad el sith. “¿Qué sabes de los traficantes?”
“Nada y eso es extraño, suelen ser muy efusivos con sus mensajes. Si puedo dar mi opinión, milord, creo que tienen tanto miedo de ti que se han vuelto a sus planetas natales.” Respondió con prestancia Mirana. “Por otro lado ya tengo la nueva computadora para la armadura, esos fixers trabajan rápido.”
“Entendido.” Dijo el sith mientras el vehículo se detenía frente a la Academia.
“¿Te espero?” Preguntó con curiosidad Mirana.
“No. Vitti iba a necesitarte para armar su laboratorio.” Dijo el sith mientras se bajaba.
Los guardias lo dejaron pasar por la puerta para entrar al vestíbulo. Allí encontró a Madari, sin decir una sola palabra siguió su camino hasta la sala de reuniones. La twi’lek lo alcanzó en el pasillo para detenerlo.
“Ihsahan, escuché que has estado ocupado.” Dijo divertido la sith. “Parece que te gusta jugar a ser la ley… como todo jedi de bien.”
Ihsahan no tenía nada para ella.
“Ah, eres irritante…” Dijo ofuscada Madari. “Es más divertido cuando mis palabras tienen efecto en mis enemigos.”
Ihsahan empezó a caminar, ignorando a la sith. En la sala estaba Rohus, que siempre lo miraba con desprecio en su aura. Su maestro apareció por otra puerta y los invitó a sentarse.
“Aprendiz, hace unos días que no te veía.” Dijo divertido Tharan. “He escuchado noticias de tu purga de la ciudad. Me gusta que te mantengas activo.”
Ihsahan se sentó a su lado.
“Madari, no deberías estar aquí.” Dijo con seriedad Rohus.
“Lo sé, mi transporte viene con retraso.” Dijo pensante la twi’lek. “Ahora quiero saber que va a hacer este supuesto sith.”
“Ah, ahora va a probar su valía, pequeña.” Dijo divertido Tharan. “Tenemos una misión especial para ti, aprendiz. Entra justo en tu calendario, ya que todavía estas preparando tu sorpresa para la República.”
“Deberíamos poner a alguien más probado en esto.” Dijo con seriedad Rohus.
“No es necesario, Ihsahan está listo para esto. Además… es parte de su venganza.” Respondió divertido Tharan. “Espero que recuerdes como caíste en mis manos, aprendiz, porque está relacionado. Cuando rescataste a nuestro ingeniero estrella te llevaste a la única persona que sabía la ubicación del proyecto más importante del Imperio. Sabiendo esto, movimos el show a otro lugar.”
“La República solo sabe que estamos en un sistema, pero no tienen la menor idea de dónde.” Agregó pensante Rohus. “Hemos usado subterfugio para distraerlos y seguir con la construcción, pero ha llegado la hora de darles un mensaje.”
“Tu amigo, Mathos Krishu, ha estado atacando nuestros convoyes en nombre de la República. Violando el Tratado todos los días.” Dijo divertido Tharan. “No está haciendo demasiado daño, pero como toda mosca, algún día tiene que morir.”
“No deberías subestimar a este jedi, Tharan.” Dijo con seriedad Rohus. “Su destino termina en otro lado.”
“Su destino termina cuando cruce su camino con el de mi aprendiz.” Dijo divertido Tharan. “Irás en una de las naves que usamos de cebo, pero esta vez ellos serán los sorprendidos.”
“Madari debería ir con él.” Dijo con seriedad Rohus.
“Para nada, ella tiene sus propios asuntos…” Dijo sonriente Tharan. “No voy a permitir que le roben el papel a mi alumno.”
Rohus lo miraba fijamente.
“Debería marcharme…” Dijo la sith mientras se levantaba. “Espero escuchar buenas noticias, Ihsahan.”
Los tres la vieron partir para seguir con su conversación.
“Por otro lado, quería informarte que me gusta tu elección de herramientas. Esa twi’lek ya está entre tus manos y parece que sus talentos van a servir al Imperio.” Dijo divertido Tharan.
“Ihsahan, deberías tener cuidado con ese caballero. Por más ruidoso que sea, su conexión con la Fuerza es formidable.” Dijo el gigantesco sith mientras se ponía de pie.
“Ignora al gigante, aprendiz.” Dijo divertido Tharan mientras lo miraba con curiosidad. “Rohus siempre ha valorado a nuestros enemigos de la vida, pero… A veces su sabiduría no es tan precisa como cree.” Agregó luego de que se cerrara la puerta detrás del sith.
“Entendido. Conozco a ese jedi…” Dijo pensante Ihsahan.
“Por eso dije que era parte de tu venganza, este es el primer paso.” Dijo sonriente Tharan. “Luego tendremos que hacer algo con uno de nuestros amigos del Dark Counsil. Digamos que quiere poner sus manos sobre algunas instituciones que no le pertenecen.” Agregó al aire.
“Entendido, maestro.” Dijo con seriedad Ihsahan.
El sith estaba esperando poder demostrar su valía.
“Pareces excitado, me gusta esa actitud.” Dijo divertido el Dark Lord. “Por otro lado, podría contarte un poco de los secretos de nuestra pequeña agrupación. Somos seguidores de un antiguo Sith. Este sith en cuestión es demasiado famoso para nombrar. Su nombre siempre ha atraído a la parte equivocada de nuestros hermanos de la Orden. A nosotros nos importa su labor como Emperador. Este sith conquistó parte de la República con fuerza y determinación, pero también sin destruir la infraestructura que había detrás. Algo más está en las sombras, algo que él previó hace más de cien años.” Agregó mirando hacia arriba. “Su trabajo… terminó abruptamente el día que su aprendiz lo derrotó, pero… Su legado sigue en nosotros.”
Ihsahan sabía quién se refería.
“Por otro lado, seguimos una doctrina moderna dentro de la Orden, ya que queremos que el Imperio tenga el lugar que se merece.” Sumó mientras se ponía de pie. “La mayoría de los Emperadores anteriores han despreciado su poder en carreras personales y metas ofuscadas al resto de la población. Nosotros queremos que todos peleemos por lo mismo, por un Imperio mejor.”
Hizo una pausa, esperando un comentario que nunca llegó.
“Supongo que eso no es lo que has escuchado de nosotros.” Dijo divertido mientras se giraba. “La propaganda jedi ha llegado profundo en la galaxia, cosa que nosotros no hemos contrarrestado todavía.”
“Parece que necesitamos ganar la buena voluntad de nuestros aliados.” Dijo con seriedad Ihsahan.
“Ahí está mi punto, para eso te tengo a ti. Quiero que seas nuestro héroe, como ese caballero lleno de moral y justicia que va a morir pronto. Quiero que la galaxia sepa que tú eres el protector del Imperio. Quiero todos sepan que vamos a defendernos…” Agregó emocionado. “Quiero que seamos el verdadero Imperio Sith.”
Ihsahan quería lo mismo, si el Imperio iba a ser su hogar, tenía que ser el mejor hogar posible.
“Me encanta lo que estás haciendo con la ciudad, aprendiz. Todos conocen tu nombre y no hay un criminal que pueda trabajar sin el terror en su piel.” Dijo mientras se acercaba a él.
“Tenía que proteger tu territorio.” Dijo con seriedad Ihsahan.
“Ah, la verdad es que esta ciudad está lejos de nuestros planes, pero tus intenciones me gustan. Quiero que esta sea nuestra ciudad, ya que es el corazón del Imperio.” Dijo con seriedad Tharan.
“No será problema.” Dijo con seriedad Ihsahan. “Las autoridades la ciudad están siendo corrompida por poderes menores.”
“Yo tengo a un par de personas que les gustaría tomar su lugar, personas que harían el trabajo que Kaas se merece.” Respondió sonriente el sith. “Cuando vuelvas tengo otro regalo para ti, así que no me hagas esperar.”
Ihsahan miró a su maestro partir para luego ponerse de pie. No tenía tiempo que perder.



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Editado: 14.04.2023

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